Pocas películas han tratado con tanta belleza el síndrome de Asperger que una cinta de animación con personajes de plastilina llamada Mary y Max, "una joya", según el pediatra del Hospital General de Alicante Javier González de Dios, incluida en el libro Cine y pediatría 2, el segundo que acaba de publicar de una colección en la que recopila películas que abordan diferentes aspectos de la infancia y que sirven de reflexión a profesionales y padres.

Además de pediatra, González de Dios es un cinéfilo empedernido y esa afición la trasladó al blog que comparte con otro compañero pediatra de atención primaria desde hace tres años. "Publicamos todos los días y como soy muy aficionado al cine y veía muchas películas que tenían que ver con la infancia, los sábados me dedicaba a hablar de alguna de ellas, algo más ligero, y vi que la gente lo leía", apunta el médico, cuyo blog tiene 15.000 entradas semanales.

Con el aval de la Asociación Española de Pediatría y la editorial Exlibris, el pasado año se presentó el primer volumen de Cine y pediatría, al que ha seguido Cine y pediatría 2, lanzado en el marco del Festival de Cine de Alicante que, sumados, concentran unas 300 películas relacionadas con la infancia y adolescencia. También se presentó en el Congreso Nacional de Pediatría de Sevilla y en Cartagena de Indias. "Y a la Seminci (Semana de Cine de Valladolid) también vamos", añade González de Dios.

"La idea nunca fue escribir un libro, sino utilizar el cine como una herramienta didáctica. Hay enfermedades muy proclives a tratar se en el cine, como las psiquiátricas, las oncológicas o infecciosas, o situaciones como la adopción, los embarazos y el aborto en adolescentes, la drogadicción... y el mensaje visual que permite el cine es fantástico", apunta el pediatra autor del libro, que cuenta con otro cinéfilo, el Fiscal General del Estado, Eduardo Torres-Dulce, como prologuista de la obra.

Una obra que está dirigida al personal sanitario -pediatras y médicos generales, enfermeros, auxiliares- en primer término, pero también a psicólogos, maestros, trabajadores sociales o cualquier profesional vinculado a la infancia y la adolescencia, también a los padres y a cualquier amante del cine.

"El cine es un método docente para desencadenar emociones y reflexiones, que se agrandan cuando tratamos de temas sanitarios y sociales. Es arte, ciencia y conciencia y nos puede servir para ver qué podemos hacer y qué no en determinadas situaciones", apunta Javier González, que pone de ejemplo la película india Estrellas en la tierra en la que "la dislexia es tratada con poesíay a la vez te dice qué puede hacerse" ante esa dificultad.

"Es fundamental que los médicos podamos prescribir películas a padres, hijos, médicos residentes o a nosotros mismos. Yo recupero películas que tengan un trasfondo de reflexión, ya sea sobre la profesión o sobre lo que se debe hacer ante un problema, porque no puedes tratar igual unos mocos que un embarazo adolescente", apunta Javier González.

En realidad, lo que reivindica este pediatra es recuperar el cine-fórum. "Películas como El aceite de la vida-donde Susan Sarandon y Nick Nolte son padres de un niño con una enfermedad rara- plantean preguntas determinantes al auditorio: el debate bioético, el papel de los padres ante la investigación o la limitación del esfuerzo terapéutico", explica el especialista.

Otras cintas, como Juno son "fantásticas" para abordar los embarazos adolescentes, "la película es capaz de cabrear a los provida y a los proaborto a la vez", apunta; o hablar de los malos tratos a menores con trabajos como El bola, del acosos escolar con CobardesElephant, o del cáncer infantil con Cartas al cielo, mientras que sobre la primera infancia el pediatra recomienda el documental Bebés, que recorre los primeros 18 meses de vida de cuatro pequeños en Japón, Namibia, Mongolia y EE UU.

El autor del libro -que recoge las fichas técnicas de las películas y sus propias impresiones, así como críticas, apuntes sobre los directores y mensajes de las obras de las que habla- recupera en Cine y pediatría filmes de todos los géneros y épocas y caben por igual análisis sobre el cine de Truffaut (Los cuatrocientos golpes, El pequeño salvaje) como del de Terrence Malick (El árbol de la vida) o Zhang Yimou (Ni uno menos). Algunas cintas las ve en la plataforma Filmin y añade que "es una pena que ya no estén los Astoria en Alicante porque muchas no llegan ni a estrenarse aquí, o duran pocos días. Bestias del sur salvaje a lo mejor la han visto cuarenta personas, o Las tortugas también vuelan".