El debate se centraba en si el asentamiento cartaginés que antecedió a la ciudad de Lucentum era un fortín o un núcleo urbano. Y la última campaña de excavaciones realizadas el pasado mes de julio en el yacimiento del Tossal de Manises han dado por zanjado esta discusión al sacar a la luz la que está considerada mayor y más antigua calle de este asentamiento, correspondiente a la ciudad púnica.

Estos datos han llevado al equipo de arqueólogos, encabezado por el director del MARQ, Manuel Olcina, con Antonio Guilabert y Eva Tendero, a determinar la importancia de esta ciudad cartaginesa, algo que dejan ver las dimensiones de la calle, así como su complejidad urbanística que implica que se trataba de un asentamiento destacado. «Esta sería la primera calle y hemos podido comprobar que debajo no hay nada, algo muy importante para reconstruir la historia de este enclave», apunta Olcina. «Además ahora sabemos que la puerta de la primera muralla estaría justo en la prolongación de esta calle».

La calidad de los pavimentos que la han ido cubriendo revela además que se trata de la ciudad original, «urbanísticamente planificada y que se articula, que sepamos de momento, en dos grandes ejes viarios, el más ancho de los cuales sería este». De hecho, las capas de pavimento encontradas dejan ver que hubo sucesivas reparaciones y arreglos lo que implica que las autoridades velaban por su conservación.

Esto demuestra que es una ciudad construida «con criterios urbanísticos, planificada, fundada de la nada, no había nada antes, con avenidas importantes que articularían el resto de la ciudad».

Las pistas sobre esta avenida, denominación que responde a sus dimensiones que alcanzan los 5,80 metros de ancho, se encontraron hace unos años cuando se excavó en un punto del centro del foro a una profundidad de 2,80 metros. Ahí apareció una calle perpendicular a la que ahora se ha excavado. «Entonces planteamos la hipótesis de que debía ir cruzando otra por ese punto y ahora lo hemos comprobado», asegura Guilabert.

La documentación de esta vía ha llevado a datarla entre los años 230 y 220 antes de Cristo, la misma registrada en otros puntos de época cartaginesa aparecidos lo que ayuda a datar la cronología del asentamiento completo, que estuvo habitado apenas 25 años, ya que en el año 209 está fechada la destrucción de todo el enclave a manos romanas. «El acontecimiento histórico que ocurrió entonces fue la II Guerra Púnica, que también destruyó otros asentamientos como La Serreta de Cocentaina o La Escuera de San Fulgencio», destaca el director del MARQ.

Tras abatir toda la ciudad, los romanos no volvieron a ocuparla hasta cien años después. Las disputas civiles propiciaron la necesidad de recuperar lugares estratégicos y construyeron Lucentum sobre las ruinas de la ciudad cartaginesa. La importancia de la calle descubierta, que se va a volver a tapar para que se pueda desarrollar el proyecto de reconstrucción del templo del foro, queda patente en que después los romanos construyen una de sus calles principales en esa vía. «Era como una especie de paso de la montaña, un eje viario, y cuando los romanos reurbanizan la ciudad lo siguen utilizando, mientras que el resto de calles no tiene nada que ver con la ciudad antigua».

Uno de los logros importantes en el futuro sería localizar la puerta de la muralla y actuar en otros lugares, «pero es complicado porque encima de la ciudad cartaginesa está la romana y hay que tener mucho cuidado». Hasta ahora, de época cartaginesa se puede ver en Lucentum la muralla, las cisternas de tres metros de profundidad, algunas casas y «material hay muchísimo».

Lucentum sigue dando así datos de su historia, como «un icono de nuestro pasado y una oportunidad para nuestro futuro», según destaca el diputado de Cultura, César Augusto Asencio. «La Diputación de Alicante ha tutelado desde sus inicios los trabajos de consolidación y musealización a través del MARQ y durante casi tres décadas nos hemos encargado de excavar y transformar esta ciudad romana en uno de los yacimientos más importantes de la Comunidad Valenciana».