«Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación». «En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo y a disfrutar de él, en cualquier país». Estos textos corresponden a los artículos 12 y 14, respectivamente, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. A partir de ellos, los ilustradores alicantinos Pablo Auladell y Pau Sanz i Vila han puesto imagen a su contenido. Y lo han hecho en el marco de la exposición Creadores valencianos por los derechos humanos, una iniciativa de la Universitat de València y Amnistía Internacional para conmemorar los 70 años de la citada declaración que sentó las bases de una igualdad todavía lejana.

La muestra, que se inauguró ayer en el centro cultural La Nau y se podrá ver hasta el 24 de febrero, reúne a una treintena de artistas de la Comunidad que han ilustrado los 30 principios de este documento. La selección de dibujantes ha sido realizada por Boque Bazán, comisario de la exposición, que al mismo tiempo persigue ofrecer un muestrario de diferentes estilos, técnicas y visiones, con trabajos reproducidos todos al mismo tamaño, 75x75 centímetros, realizados por artistas de diferentes generaciones. Paco Roca, Mariscal, Daniel Nebot, Mar Hernández (Malota), Diego Mir, Lina Vila, Cristina Durán, Juárez Casanova o Carmen García Gordillo forman parte de este grupo de creadores.

Intimidad y refugiados

A Pablo Auladell (Alicante, 1972) el comisario le adjudicó el artículo 12 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que se refiere al derecho a la intimidad y la vida privada. El ilustrador, galardonado con el Premio Nacional de Cómic 2016 por El Paraíso perdido y con el Premio al Autor Revelación en el Saló del Cómic de Barcelona de 2006 por La Torre Blanca, entre otros muchos reconocimientos, ha realizado una ilustración en su línea intimista, muy acorde al derecho que tiene que reflejar.

Nada que ver con la propuesta realizada por Pau San i Vila (Dénia, 1990) para ilustrar el artículo 14, que se centra en un tema tan de actualidad como el de los refugiados. La obra de este ilustrador refleja una fachada con balcones en los que aparecen algunos mensajes, como «Refugees welcome» y «Hola».

«Pensé en la idea de los balcones porque es algo que está muy presente en la actualidad; mucha gente pone mensajes en los balcones, aunque parece que el tema de los refugiados no ha tenido tanta aceptación como el tema de las banderas», afirma Pau Sanz. «En la ilustración muestro el hecho de que la gente deja ver en los balcones su ideología y hubiera sido genial que la respuesta fuese igual con el tema de los refugiados... aunque todavía estamos a tiempo de hacerlo», asegura el ilustrador que está a las puertas de realizar un mural en Madrid para una marca de ropa y en breve verá la luz un libro ilustrado para adolescentes con Penguin Random House.

Boke Bazán destaca, según recoge Europa Press, que la muestra reúne a dibujantes «consolidados y premios nacionales» que se unen a firmas «mucho más emergentes», como la del alicantino Pau Sanz i Vila, que «a pesar de su juventud funcionan a nivel nacional». Del mismo modo, en la muestra «la variedad de recursos artísticos es grandísima», puesto que no solo abarca lo digital, sino también «la fotografía, la pintura y el gesto manual».

Hay autores de «mucha tradición en el tema social desde el cómic», otros «mucho más conceptuales», como Yinsen, y «pesos pesados como Sento Llobell», junto a al «color y explosión de optimismo de Lina Vila». En definitiva, artistas procedentes de las tres provincias unidos para celebrar los derechos humanos, con un planteamiento «no de mostrar cuándo se vulneran, sino de lo que aporta la propia Declaración Universal en sí».