Perceval Graells expuso de forma individual por primera vez sus pinturas en la desaparecida galería Casar y ahora, una década después, instala su taller en este mismo espacio, a pie de calle, en el que el público podrá ver cómo trabaja y contemplar algunas de las obras que tenga expuestas. La artista alicantina inaugura este «espacio-taller» el próximo 14 de diciembre entre las 18 y las 21 horas en el número 3 de la calle Teniente Durán, algo novedoso en este campo, ya que los artistas abren sus estudios al público en escasas ocasiones.

«Esta fue la primera galería en la que expuse Un gesto en el silencio y Manolo -el galerista, que tuvo Casar en otros sitios pero siempre por esta zona- fue la primera persona que confió en mí y me hacía ilusión montar aquí el taller. Él, que se jubiló y esto llevaba años cerrado, también está muy contento de que me lo haya quedado yo y, de hecho, he dejado la piedra de la entrada que tenía el nombre de Casar. Siempre me gustó porque es grande, muy luminoso, tiene paredes y, sobre todo, que quería algo con un patio», explica la artista de 35 años, que añade que, además de trabajar en esta sala -ella suele pintar sus obras en el suelo- expondrá algunas de sus piezas. Y todo ello podrá verse desde los cristales.

Acercar el arte

«Viendo que esto había sido una galería, me dije: ¿y por qué no expongo también parte de mi obra? Es una manera de acercar más el arte al público y tendré siempre una pequeña exposición para que quien quiera venir pueda ver cosas mías», apunta, tras añadir que leyó que un artista urbano en València abría algo parecido.

«Aquí en Alicante creo que no hay otros, normalmente la gente tiene el taller cerrado, o lo tiene en su casa. Pero hay algunos artistas con estudios muy chulos en bajos que podrían hacerlo también, sería bueno para Alicante», expone Perceval Graells, que tiene obra en dos galerías de València «pero aquí solo hay una y es muy difícil que coincida con tu línea. Al final, si no hay galerías que piensen en nosotros, igual que vendo obras por internet, esto puede ser un paso más».

En Alicante los únicos precedentes que existen de iniciativas parecidas son las jornadas de puertas abiertas que, ocasionalmente, realizan algunos artistas en sus estudios, así como los espacios expositivos con escuelas de arte como el que hasta hace poco ofrecía Rudy Mercado.

De momento, ella tiene colgadas obras de varios formatos y soportes, desde pequeños mini-cuadros a grandes pinturas, todo realizado en los últimos dos años, fundamentalmente de sus dos últimas exposiciones, Traçant Memòries, de 2016, y Notas y vivencias, de 2018. También tiene una zona de almacenaje, una mesa para dibujo y un tórculo para grabados que pesa 400 kilos y que tuvo que desmontar con ayuda del artista Hans Some, especialista en esculturas de hierro, para poder meterlo en el taller.

En la sala hay colgadas dos de sus obras más recientes -que ya dan una idea de cómo será su próxima exposición, que realizará en la Fundación Frax el próximo año 2019- en las que cose trozos de lana rojos sobre la tela de la pintura. También hay tonos nuevos menos coloridos y más grises.

«A mí me gusta mucho el collage, el papel, y veo que últimamente coso mucho, que voy cosiendo trozos como si fuera cerrando heridas. El año 2016 fue un año muy malo y creo que es una manera de cerrarlo», señala Perceval Graells, que también tiene en marcha desde hace un tiempo un proyecto de pintar un pequeño cuadro cada día, «con lo que me sale».

La artista alicantina, además, prevé desarrollar el próximo año una residencia artística de seis meses en la ciudad alemana de Leipzig.