Hablar de la Fundación ECOALF es hablar de su proyecto «Upcycling the oceans» mediante el cual se limpian los océanos con la ayuda del sector pesquero y se da a los residuos plásticos una nueva vida. Llevan más de 9 años convirtiendo los residuos marinos en zapatillas y la basura en productos de moda de primera calidad.

Irene Díez, licenciada en Ciencias Ambientales, su trayectoria profesional ha estado siempre vinculada a la gestión de proyectos en el ámbito de la educación, la gobernanza, la investigación y el desarrollo rural trabajando para la Universidad, la Administración y el tercer sector. Actualmente dirige la Fundación ECOALF desde donde coordina el proyecto «Upcycling the oceans». Participó ayer en el I Simposio Bajamar 2050, organizado por este periódico.

- ¿Por qué decidió formar parte del I Simposio Bajamar 2050?

Bajamar 2050 nos da la oportunidad de acercar nuestro proyecto a la sociedad. Un proyecto que nació además en la provincia de Alicante con el objetivo de limpiar el mar, de apostar por la economía circular y de aumentar la sensibilización en torno al problema de la basura marina desde un punto de vista activo en la búsqueda de soluciones. En este sentido creo que éste es un encuentro inmejorable con otros compañeros y expertos para compartir conocimiento y experiencia, para aunar objetivos y para recoger también las opiniones y preocupaciones de las personas.

- ¿En qué se centró su ponencia?

Como representante de la Fundación ECOALF voy a explicar su proyecto más emblemático: Upcycling the Oceans. Se trata de una revolucionaria iniciativa que nació en 2015 para limpiar los océanos en colaboración con el sector pesquero que además da una segunda vida a la basura recuperada demostrando que los productos reciclados pueden tener la misma calidad y diseño que los no reciclados. En España, gracias a la colaboración de ECOEMBES, el proyecto ha llegado ya a 40 puertos pesqueros y se han recuperado más de 400 toneladas de basura marina con el apoyo de una red de 3.000 pescadores.

- ¿Cómo surge Ecoalf? ¿Y la innovadora idea de convertir los residuos marinos en zapatillas y la basura en productos de moda?

ECOALF es una marca de moda sostenible que nació con la idea de poner en el mercado productos reciclados para dejar de utilizar los recursos naturales del planeta de manera indiscriminada. En su intento de mejora continua, ECOALF siempre está buscando nuevos materiales procedentes de residuos, porque lo que para algunos son desechos para nosotros son materias primas de alta calidad.

Hace algunos años, Javier Goyeneche fundador de la compañía y Presidente de la Fundación ECOALF visitó un puerto levantino y fueron los propios pescadores los que le alertaron sobre la cantidad de basura que quedaba atrapada en sus redes. A partir de aquí nació la idea piloto que dio vida a Upcycling the Oceans para convertir esa basura en productos textiles.

- ¿Cómo contribuye la economía circular a la reducción del impacto de plásticos?

La economía circular debe contribuir a la reducción de todos los residuos, no sólo del plástico. Se trata de una nueva forma de hacer las cosas que ha de estar basada en el sentido común, siendo conscientes de que los recursos son limitados y de que los bienes materiales deben tener una larga vida útil.

El ecodiseño es la mejor herramienta y nos permite crear productos teniendo en cuenta todo su ciclo de vida. En este sentido ECOALF por ejemplo crea prendas que pueden estar en nuestros armarios años a partir de botellas de plástico que tienen una vida útil de 10 minutos.

- ¿Qué medidas o soluciones propondría para hacer frente a esta situación del uso excesivo de los recursos naturales?

Desde mi punto de vista el mayor reto que tenemos por delante es cambiar nuestro modelo de consumo. En muy poco tiempo nos hemos acostumbrado a comprar productos muy baratos de usar y tirar que cambiamos con demasiada frecuencia sin pensar en el impacto ambiental y social que han tenido antes de llegar a nosotros y que tendrán cuando los desechemos.

Hay muchas cosas que se pueden mejorar desde un punto de vista tecnológico para que los procesos productivos sean más sostenibles y más respetuosos con el medio ambiente, pero es clave el papel de todos nosotros como consumidores responsables y exigentes.

- ¿Qué destacaría del papel de las empresas para reducir el impacto de plásticos?

Las empresas tenemos la responsabilidad de ofrecer unos productos de calidad, pero también de tener en cuenta los impactos derivados de nuestro modelo de negocio. En ECOALF decimos que no se trata sólo de qué hacemos, sino de cómo lo hacemos. El mal uso del plástico es sólo un ejemplo, pero hay muchos más.

Se trata de tener en cuenta todo lo que hacemos y sobre lo que podemos influir, como es el caso por ejemplo de nuestra cadena de suministro, la selección de materiales para el packaging, o nuestras políticas internas. Creo que la economía circular es una oportunidad para las empresas que realmente apuesten por ella, haciéndolas más competitivas, fidelizando a sus clientes, anticipándose a la normativa€ En definitiva, siendo más sostenibles y por lo tanto más longevas.

- ¿Cree que eventos como Bajamar 2050 sirven para concienciar y sensibilizar a la población sobre el problema de la basura marina?

Por supuesto, creo que en estos momentos la basura marina es uno de los temas ambientales más preocupantes y cada vez son más los foros, los medios de comunicación y las investigaciones que están abordándolo. Son necesarias iniciativas como ésta que fomenten la sensibilización y que reúnan al sector empresarial en la búsqueda de soluciones. Hablamos de un problema global bastante reciente que debe tratarse desde distintos ángulos y especialmente desde la prevención. No podemos olvidar que de los 13 millones de toneladas que llegan al mar cada año a nivel mundial, el 80% procede de fuentes terrestres.

- ¿Qué mensaje le daría a la ciudadanía para que acuda a la recogida de residuos?

No podemos estar de brazos cruzados. Aún falta información y la realidad puede ser frustrante. Podemos tener la sensación de que nuestras acciones no van a servir para nada, pero la realidad es que sí lo hacen. Iniciativas como la que plantea Bajamar 2050 nos permiten formarnos, sensibilizarnos, unirnos a otros que tienen las mismas inquietudes que nosotros y además alzar la voz para que se tomen medidas. Debemos actuar ya «because there is no planet B».