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El vodevil del Teatro Principal de Alicante

El conseller de Cultura, Vicent Marzà, lanza una propuesta para comprar la parte del Ayuntamiento de Alicante en el coliseo y el alcalde, Luis Barcala, responde con una contraoferta para adquirir la propiedad de la Generalitat

El Teatro Principal de Alicante por dentro.

Fue Vicent Marzà el primero que lanzó el órdago. Minutos después de terminar el Consejo de Gobierno y la Junta General del Teatro Principal de Alicante, el conseller de Cultura emitía un comunicado en el que anunciaba una oferta «en firme» al Ayuntamiento para comprar su parte del coliseo alicantino. Al mismo tiempo, la secretaria autonómica de Cultura, Raquel Tamarit, informaba de esta decisión tras acabar la reunión telemática de la Junta General.

Y el alcalde respondía. Veía el órdago y aseguraba que no solo no iba a vender a Marzà si se lo proponía sino que era el Ayuntamiento de Alicante el que ofrecía a la Generalitat adquirir sus participaciones. A quien nadie le ha propuesto, que se sepa, comprar su propiedad es al Banco Sabadell que fue testigo de este cruce de propuestas sin entrar en el juego.

El conseller justificaba la decisión por la «inacción» por parte municipal para desbloquear, después de dos años, la gestión de la deuda que arrastra el teatro y que supera los 900.000 euros, además de la rehabilitación del edificio y la convocatoria de un concurso público para elegir director.

Marzà aseguraba en el comunicado que «hemos salido de la reunión con aún más preocupación por el bloqueo del Ayuntamiento de Alicante en su inacción para dar solución a los problemas del teatro». Y matizaba: «Llevamos dos años sin que se haya dado solución ni a la gestión de la deuda, ni a la propuesta de llevar a cabo un concurso público para la dirección artística del que se pueda seleccionar una persona profesional que pueda gestionar con calidad el Teatro Principal de Alicante».

Las declaraciones por parte del equipo de Gobierno municipal vinieron de la mano del concejal de Cultura, Antonio Manresa, que mostró su asombro porque la reunión del Consejo de Gobierno «ha transcurrido con absoluta tranquilidad, sin notas discordantes». El edil aseguraba con rotundidad que «el teatro siempre será de los alicantinos. Somos nosotros los que hacemos una oferta en firme al Institut Valencià de Cultura para comprar su parte». Según Manresa «es inadmisible que se diga que hay un bloqueo en la gestión del teatro cuando hoy hemos aprobado por unanimidad la memoria económica y la artística presentadas».

La oferta, afirmaba Manresa, «va tan en serio como pueda ir la de Marzà; el alcalde ha sido tajante. El teatro es de Alicante».

Si compra la Generalitat, que se convirtió en copropietaria del Principal junto al Ayuntamiento de Alicante y el Banco Sabadell en diciembre de 2018 tras abonar 3 millones de euros, se hará con dos tercios del teatro. «Queremos que el Principal cuente con una inversión, una calidad y una producción artística a la altura de otros teatros como el Principal de Castelló o el de València».

Si quien se hace fuerte es el Ayuntamiento, esos dos tercios serían suyos y volvería a quedarse como propietario junto al Sabadell.

A favor de la Generalitat

Los partidos de la oposición en el Ayuntamiento inclinaban la balanza a favor de la Generalitat. El portavoz del grupo municipal socialista y exdirector del Principal, Paco Sanguino, considera que el Ayuntamiento «debería aceptar ante el inmovilismo y falta de implicación no solo de Barcala sino del PP durante más de 30 años en los que se ha abandonado una de las instituciones patrimoniales más importantes de la ciudad».

«El PP de Alicante siempre ha tenido una actitud de usura cultural con el Principal, no aportando nunca los fondos necesarios como en otros teatros de esta categoría como sucede en toda España y sumiéndolo en un déficit de taquilla desde 1999 que no ha querido compensar».

El intento «de competir del señor Manresa» con la Conselleria, destacaba el portavoz de Unidas Podemos, Xavier López, «solo evidencia su nefasta gestión al frente de la concejalía que dirige, que por otra parte ha permitido la interinidad constante en la dirección del Principal». «Si el equipo de gobierno de Barcala admite ahora que tiene dinero suficiente para la compra -destacaba López-, lo que debe hacer es aprovechar la apuesta de la Generalitat para invertir esa cantidad en proyectos que necesitan de un mayor compromiso económico».

Para el portavoz de Compromís, Natxo Bellido, «es hora de acabar con el bloqueo deliberado de Barcala y defendemos una mayor implicación cultural de la Generalitat en nuestra ciudad. Por eso apoyamos la propuesta de Marzà». En su opinión, «nuestra ciudad y los sectores culturales alicantinos, no merecen el desinterés, desidia e incompetencia de la derecha para hacer del Principal una referencia cultural de calidad, con un edificio modernizado y rehabilitado y sensible a la producción cultural propia».

A todo esto, en la Junta General hubo dos ausencias: la de los concejales del PSOE y Unidas Podemos, Trini Amorós y Xavi López, respectivamente, que se desconectaban del enlace de la reunión por el retraso de más de una hora en su comienzo, al considerarlo «una falta de respeto».

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