En el mundo de los grandes «Best Seller» con miles de ventas parece imposible que los autores jóvenes puedan llegar a publicar. Pero Manu Ortiz, Andrea Penalva, Virginia Buedo y Marina Pérez demuestran que se puede escribir una novela, un libro de cuentos o de relatos y tener un ejemplar con tu nombre en las manos. Incluso desde una ciudad como Alicante muy alejada de los grandes centros de poder editorial como son Madrid o Barcelona.  

«Han cambiado las reglas, te puedes autoeditar», explica Manu Ortiz, autor de «Todos mis santos», publicado este año por la editorial independiente Cerbero. Una novela de fantasía que reflexiona sobre la muerte, el amor y las relaciones amorosas.  

«Tienes muchas publicaciones, aunque muchas veces no sabes discernir si una obra está bien escrita, o no, o si es interesante, o no. Se ha abierto el abanico de oportunidades, pero no todos los libros son de calidad»,  afirma Marina Pérez,  autora del libro ilustrado de cuentos infantiles «Alicàntara», basado en las  leyendas y tradiciones de la provincia. 

El joven escritor Manu Ortiz ha publicado recientemente el libro "A todos mis santos" Héctor Fuentes

«Publicar es fácil, a día de hoy lo difícil es que te lean. Pasar de que te compren solo tus familiares y amigos a un público general», añade Andrea Penalva. Esta joven autora también lleva en las manos su libro «Llamando a la tierra», una novela en la que a través de la ciencia ficción habla del duelo y de la comunicación, todo aderezado con una banda sonora de canciones y una lista de Spotify donde escucharlas mientras lees. 

Esta es otra de las claves para los nuevos talentos alicantinos. Internet ha cambiado la manera en la que los autores consiguen publicar sus obras. 

«Antes vivir en una ciudad más grande te abría más puertas, era más fácil encontrar a alguien que estuviera interesado en lo que escribes, pero hoy con Internet estamos todos muy cerca, aunque vivas en una cueva», explica Virginia Buedo, autora de «A la sombra de mi sombra» y seleccionadora de varias antologías de relatos.  

La autora alicantina Andrea Penalva reflexiona sobre el duelo a través de su novela "Llamando a la tierra" HECTOR FUENTES

Pero la aparición de las tecnologías digitales también ha cambiado el paradigma bajo el que se relacionan los autores entre ellos y con sus lectores. En las redes sociales han creado comunidad, haciendo mucho más fácil publicar sus novelas, aunque vivan lejos de los grandes eventos literarios.  

«En Alicante hay gente intentando mover este mundo, organizar eventos y espacios para las personas que disfrutan de la lectura. Es importante reconocer su labor ya que nos interesa a los autores, pero también a toda la ciudadanía», exclama Buedo.

La juventud lee y escribe

Y es que, aunque se habla muchas veces de que los menores de 30 no leen las cifras parecen desmentir el estereotipo. Se publican más libros que nunca, el libro digital y el audiolibro son sectores en alza y las páginas de internet como Lectu o Wattpad recogen miles y miles de relatos de autores profesionales y aficionados, tantos que para convertirlos en papel haría falta talar media selva del Amazonas.  

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«Considerar a las personas jóvenes una masa homogénea es parte del problema, leemos y mucho, quienes consideran que no, lo hacen desde el adultocentrismo y el elitismo literario», insiste Ortiz.  

«Otra cosa son los estándares bajo los que se dice esta frase, algunos solo cuentan como leer aquellas obras que ellos creen valiosas ¿y lo qué preferimos nosotros?»,  pregunta Penalva.