La Feria del Libro de Alicante, con más sombras que luces

Libreros y editoriales lamentan la falta de público en esta cita que cambia de fechas cada año, en una ubicación aún poco conocida y sin apenas librerías, mientras la Concejalía de Cultura estima que unas 11.000 personas han pasado por el Espacio Séneca

Inauguración de la Feria del Libro de Alicante en el Espacio Séneca

Inauguración de la Feria del Libro de Alicante en el Espacio Séneca / Pilar Cortés

África Prado

África Prado

Demasiados días, falta de difusión, ubicación aún poco conocida, baile de fechas cada año y, sobre todo, pocas librerías para atraer al público. Estas son algunas de las críticas que lanzan algunos participantes en la Feria del Libro de Alicante, que ha celebrado su edición 53 en la Plaza Séneca (y Espacio Séneca) sin pena ni gloria para muchos de los consultados. Algo que contrastan con la Concejalía de Cultura, que estima -sin datos oficiales aún- que alrededor de 11.000 personas han pasado por allí del 5 al 14 de mayo,

"Es un desastre total de asistencia. Hay días que hemos vendido tres libros, y tenemos 45 autores. Hemos facturado una quinta parte en diez días de lo que facturamos en la feria de Elche, que fueron dos días. Las librerías no van y a las que van no les aporta nada la feria. El sitio no es el problema, hay que entender la cultura desde otra perspectiva ", indican desde ECU-17 Musas tras finalizar la feria de Alicante, que se instaló con 19 casetas, de las que cuatro eran librerías (Llibres Chus, Cilsa, Casa del Libro y librería Pinazo de Valencia), cuatro editoriales (ECU, Cartem, Sagartana, Bukmeran -distribuidora de autoedición-) y el resto casetas institucionales (Instituto Gil-Albert, Universidad de Alicante, Institut d'Estudis Catalans y Ministerio de Defensa).

La librería valenciana Pinazo ya avanza que no volverá el próximo año, a pesar de haber concurrido en las últimas tres ediciones. "Este año ha sido muy decepcionante porque no había gente. Entre semana, nadie, y los fines de semana, cuatro niños. Cada vez va peor la feria de Alicante y cada vez hay menos librerías. Hemos vendido la mitad que el año pasado y para perder dinero no estamos", apunta Eva Aguilar, que indica que además de la caseta -unos 650 euros cuesta- quienes vienen de fuera tienen gastos de alojamiento y "no sale rentable". La librería Pinazo acude a una treintena de ferias por España al año y apunta que "en muchas las casetas son gratuitas y, si no, recuperas ese dinero con las ventas. El año que viene no volveremos", asegura Aguilar, que considera que el resultado no depende tanto del tamaño de la feria como de la organización: "La gente no sabe ni que estamos allí, la ubicación no es buena, las casetas están muy separadas y solo se hacen actividades dentro. Nos prometen que van a cambiar las cosas y no cambian".

Tampoco repetirá la editorial Cartem, de libros de arte y facsímiles, llegada desde Salamanca. "Es la primera vez que participamos, pero el año que viene no volvemos porque hay muy poca gente, de lunes a jueves nadie y solo un repunte el fin de semana, pero muy poco", señala Luis Sánchez, que cree que "el lugar está un poco escondido y una feria debe estar donde pase mucha gente". Él aún no ha hecho cuentas "pero aunque salves los números, no merece la pena venir". 

Una de las pocas librerías de la provincia de Alicante que acude cada año desde hace ocho ediciones es Llibres Chus, de Sant Joan d'Alacant y especializada en libros infantiles, cuya propietaria, Chus Seva, opina que la feria "está estancada" y tiene "muchas sombras". A pesar de que a ella le gusta el emplazamiento -"llevamos desde 2019 allí"-, la administración "debería hacer un esfuerzo para que fuéramos más librerías. Una feria debe estar abierta a las librerías y ahí no hay. Yo voy porque tengo ayuda de las editoriales para la caseta y no tengo que poner a ningún trabajador, pero hay que dar facilidades a quienes vamos, y más si vienes de fuera", al tiempo que lamenta que no haya actividades en el exterior. Además, cree que no tiene sentido que dure diez días, "con cuatro o cinco sería suficiente".

Feria del Libro de Alicante 2023

Feria del Libro de Alicante 2023

Fechas que vienen y van

Lliris Picó, del Institut d'Estudis Catalans, también coincide en que la feria "es larguísima, diez días son muchos y se encarece si contratas a una persona" y lamenta que la feria no tenga una fecha fija: "Hemos tenido feria en abril, en mayo, en junio y hasta en julio. Sin fechas de referencia, esto no puede ser tampoco una feria de referencia", apunta la responsable, que es de las pocas que hace "buena venta" de libros "porque somos la única oferta de libro en valenciano y el que nos conoce, nos encuentra", pero considera que este aspecto está descuidado por la organización. "Echamos de menos actividades en valenciano y, aunque las ofrecemos, este año nos dijeron que ya había demasiadas", aparte de que "solo nos aceptaron por caseta dos presentaciones en la programación general de este año", lamenta Picó, que incide también en la falta de librerías y en la entrada de editoriales de autoedición, al tiempo que se pregunta "qué producto literario se está ofreciendo". 

Para Bukmeran, distribuidora de autoedición con dos librerías en Elche, esta ha sido su primera experiencia en la feria de Alicante. "No tengo datos para comparar salvo con la feria de Elche, que fue de un día y medio, pero no hay color, no solo en ventas, sino en afluencia de gente, que aquí ha venido muy poca. No he hecho cuentas, pero imagino que habremos perdido dinero", indica Alejandro Papí, que cree que esta feria "parece que no está concebida para que el libro tenga protagonismo, sino para que lo tenga el Espacio Séneca, esa es la sensación que me da".

Manresa: "Siempre hay aspectos mejorables"

El concejal de Cultura, Antonio Manresa, reconoce que "siempre hay aspectos mejorables", pero considera que, a falta de datos oficiales, "las cifras provisionales son de 11.000 personas que han pasado por la feria". "Por supuesto que se puede hacer más, pero vamos mejorando y la feria está abierta a todo el mundo que quiera participar, sin ningún sesgo", apunta Manresa que, preguntado por la falta de librerías, dice desconocer la causa "y espero que quien me sustituya en la concejalía pueda convencer a más librerías para que vengan".

El edil reconoce que "las casetas deberían subvencionarse más, quizás involucrando a Comercio", pero añade que "en 2021 se subvencionó hasta un 60% y también hubo protestas".

Respecto a las fechas de la feria y a la duración, coincide en que "diez días igual son muchos y habría que valorar dejarlo en cinco", pero eso "corresponde decidirlo a los libreros y editoriales que participan y eso fue lo que se acordó en las reuniones. Hacemos lo que nos piden y nunca hemos dicho que no".

Cabe recordar que desde hace tres años la Feria del libro de Alicante ha salido a convocatoria pública por 28.919,00 euros. La empresa malagueña Makyre fue la adjudicataria el primer año, en 2021, con cierta polémica por la falta de autores alicantinos, pero también en 2022, ya que fue la única empresa que se presentó al concurso, y cuya adjudicación se prorrogó este año. En 2024 saldrá a concurso de nuevo.