DANZA. CRÍTICA

Sombría belleza

MAL PELO / Highlands ©Tristán Pérez-Martín

MAL PELO / Highlands ©Tristán Pérez-Martín / Tristan Perez-Martin

Marc Llorente

Marc Llorente

Highlands, CASA MEDITERRÁNEO DE ALICANTE.

Una proyección de vídeo en blanco y negro, en las tres partes del escenario, con el paisaje de un bosque y después una inhóspita ruta entre la nieve. Esto rodea al grupo que avanza de un lado a otro. La soledad interior de cada uno es palpable. La inicial situación se estira más de la cuenta y se vuelve a repetir en otros momentos. Consta en acta la búsqueda de un lugar que satisfaga los anhelos. Los instintos bajos y los más elevados en un mundo inestable, frágil, violento, de mentiras. Sin grandes valores. Los cuatro músicos de cuerda entran y salen al igual que los cuatro cantantes y los ocho bailarines, componiendo todos ellos los personajes que establecen una puesta en escena un tanto pretenciosa, con cierta originalidad y movilidad constante en la fusión de disciplinas artísticas. Es la fuerza visual y sonora de esta ópera contemporánea con música clásica, pasos suaves y ligeros de danza y la elegante plasticidad. Pasión, luces y sombras en la creación coral de Federica Porello, Zoltàn Vakulya, Leo Castro, Miquel Fiol, Enric Fábregas, Ona Fuster, María Muñoz y Pep Ramis. La dirección de los dos últimos y la tarea del conjunto imprimen solemnidad, impulsos vitales y sombría belleza en esa exploración de las notas musicales de Bach con su combinación armoniosa. A ellas se les añaden las de otros compositores como Purcell, Kurtág, Ärvo Part, Britten y Händel, además de los textos de John Berger, Erri de Luca y Nick Cave. Así es «Highlands» o «Tierras altas», que conforma la última parte de una tetralogía inspirada en Bach. La música, no en plan decorativo, se visibiliza mediante los bailarines, y a eso contribuyen los cantos, un cierto misticismo y ese mensaje poético y simbólico de las imágenes. Cuelgan unas piedras frente a la hoja fresca (proyectada) de un árbol. De tal modo, esta es la compañía catalana, valenciana e internacional Mal Pelo, creada en 1989 y recién llegada del Festival de Aviñón para concluir Fresca! en Alicante, con un caluroso público puesto de pie en Casa Mediterráneo.