Centenario de su muerte

Así murió Sorolla: la infección que lo mató

Hoy se cumplen 100 años de la muerte del artista valenciano, que falleció a los 60 años en casa de su hija en Cercedilla 

Retrato en el que trabajaba Sorolla cuando sufrió el accidente cerebrovascular.

Retrato en el que trabajaba Sorolla cuando sufrió el accidente cerebrovascular. / LEVANTE-EMV

Begoña Jorques

"Una fina y templada mañana madrileña del mes de julio, en su jardín, Sorolla pintaba el retrato de mi mujer, observándole yo, a su lado. Éramos los tres solos, bajo una pérgola enramada. Levantóse una vez y se encaminó hacia su estudio. Subiendo los escalones, cayó. Acudimos mi mujer y yo en su ayuda, juzgando que había tropezado. Le pusimos en pie, pero no podía sostenerse. La mitad izquierda del rostro se le contenía en un gesto inmóvil, un gesto aniñado y compungido, que inspiraba dolor, piedad, ternura. Comprendimos la dramática verdad; la cuerda, extremadamente tirante, se había quebrado. (Sorolla sentía el pavor y el presentimiento de la parálisis; años antes había padecido un amago). Aun así y todo, rebelde contra la fatalidad que ya le había asido con su inexorable mano de hierro, Sorolla quiso seguir pintando. En vano procuramos disuadirle. Se obstinó, con irritación de niño mimado a quien, con pasmo suyo, contrarían. La paleta se le caía de la mano izquierda; la diestra, con el pincel más sujeto, apenas le obedecía. Dio cuatro pinceladas, largas y vacilantes, desesperadas; cuatro alaridos mudos, ya desde los umbrales de la otra vida. Inolvidables pinceladas patéticas. ‘No puedo’, murmuró con lágrimas en los ojos. Quedó recogido en sí, como absorto en los residuos de luz de su inteligencia, casi apagada, de pronto, por un soplo absurdo e invisible, y dijo: ‘Qué haya un imbécil más, ¿qué importa al mundo?’"

Es el escritor Ramón Pérez de Ayala quien relata el accidente cerebrovascular que sufrió Sorolla aquel día. El pintor fue atendido por los doctores Simarro y Marañón. Con el paso de los meses iba experimentando ciertas mejorías y hasta pudo volver a caminar. "Sin embargo, en diciembre de 1920 sufrió otros dos ataques. La salud del artista solo iría deteriorándose, quedando patente que nunca más volvería a pintar", cuenta Ana Muñoz, del departamento de Documentación del Museo Sorolla.  

Traslado a Cercedilla

En el verano de 1923 la familia se trasladó a la casa de su hija María en Cercedilla. A esa parálisis se unió una afección del riñón, que hizo que en los primeros días de agosto le comenzara a subir la fiebre. Finalmente el ‘maestro de la luz’ murió el 10 de agosto de 1923. Hoy hace 100 años.

Sorolla falleció a los 60 años a las 16.30 horas, según consta en su acta de defunción, a la que ha tenido acceso Levante-EMV, del Grupo Prensa Ibérica, y que se custodia en el Museo Sorolla de Madrid. Blanca de la Válgoma, del departamento de Documentación del museo del pintor en Madrid, relata que "después de más de tres años de enfermedad, Sorolla fallecía rodeado de su mujer, sus hijos Joaquín y María y el marido de esta, Francisco Pons Arnau. La fiebre alta le había hecho perder el conocimiento durante sus últimas horas, por lo que no pudo recibir los auxilios espirituales y únicamente recibió la extremaunción sub conditione. Sobre el pecho llevaba un escapulario de la Virgen de los Desamparados, de la que era muy devoto. En una de las principales habitaciones de la casa se instaló la capilla ardiente y el cadáver fue colocado sobre el mismo lecho donde descansó en vida, adornado tan solo con un manojo de flores que colocó su hija María".

Acta de defunción de Sorolla.

Acta de defunción de Sorolla. / LEVANTE-EMV/MUSEO SOROLLA

El certificado de defunción detalla que Sorolla murió como consecuencia de una "pielonefritis según resulta de la certificación facultativa y reconocimiento practicado", recoge el documento firmado por el juez municipal y secretario judicial de Cercedilla en agosto de aquel año.

La noticia se extendió rápidamente entre los familiares y amigos del pintor y comenzaron los preparativos del cadáver, la instalación de su capilla ardiente en Madrid y su traslado a Valencia, donde el artista quería ser enterrado. El pintor valenciano Fernando Viscaí se trasladó a Villalba donde se encontraba el escultor Mariano Benlliure, también íntimo amigo de Sorolla, para darle la noticia. Este acudió a Cercedilla para realizar la máscara mortuoria del pintor. Por su parte, Francisco Pons salió de madrugada en automóvil a Guadalajara para avisar a la hija menor de Sorolla, Elena. El sábado por la mañana, el hijo del pintor se encargó de telegrafiar a los familiares que se encontraban en València, a diversos amigos y conocidos y a las principales autoridades valencianas. 

Mensaje del rey

"La única hermana de Sorolla, Concha, cogió el tren correo para Madrid en cuanto se enteró de la noticia. También avisó al rey Alfonso XIII, que envió un sentido telegrama de pésame desde Santander y escribió a Benlliure para pedirle que actuara como su representante en el entierro", relata De la Válgoma. "En Cercedilla -continúa- la noticia se difundió entre los vecinos, que se apresuraron a desfilar por la casa para presentar sus respetos, mientras que el pueblo valenciano se enteró de la noticia al ser colocada en los transparentes de los periódicos. Numerosos artistas se trasladaron a Cercedilla para acompañar al cadáver en un tren especial, donde también viajaron redactores de periódico", recuerda De la Válgoma. 

Hoy el artista recibirá homenajes en el Museo Sorolla y en el Cementerio General de Valencia. Frente a su tumba tendrá lugar una ofrenda floral como recuerdo a aquel 10 de agosto de 1923.

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