Carreras que no se apagan

Rockeando más allá de la edad de jubilación: el desafío y ejemplo de los Rolling Stones y Madonna

Los Rolling Stones, con un nuevo álbum, ‘Hackney diamonds’, y Madonna, con la gira de grandes éxitos que la traerá el mes que viene a Barcelona, atraen los focos desafiando el culto a la juventud tan propio del mundo del ‘entertainment’. Y como ellos, otros veteranos dilatan sus carreras sabiendo que siguen estando en disposición de movilizar a los medios y al gran público

Bruce Springsteen.

Bruce Springsteen.

Jordi Bianciotto

Vivimos un tiempo en que se ha rebajado la edad de acceso al ‘star system’, después de épocas de cierto anquilosamiento (ejemplos: de Billie Eilish a Olivia Rodrigo, pasando por nuestra Aitana) mientras, al mismo tiempo, los veteranos estiran sus carreras hasta edades que parecían impracticables cuando hablamos de pop o rock, músicas supuestamente juveniles. Conviven en lo más alto estrellas que acaban de salir de la adolescencia y octogenarias. Y estos días, mientras el neologismo ‘boomer’ flota a nuestro alrededor a modo de insulto, centran los focos un par de instituciones provectas, los Rolling Stones y Madonna, vivos y coleando más allá del umbral de la jubilación.

Mick Jagger y compañía lo hacen lanzando (este viernes) un álbum con canciones nuevas, ‘Hackney diamonds’ (el primero en 17 años), en el que se muestran lozanos y cargados de ideas. Y ella, la ‘madame X’, emprendiendo, el pasado fin de semana en Londres, una gira mundial de grandes éxitos, ‘Celebration tour’, que la traerá al Palau Sant Jordi el 1 y 2 de noviembre (únicas fechas en España). Ambos casos tienen algo de prodigio.

La banda vuelve a rodar

Tratándose de los Stones, hablamos de tres caballeros, Jagger (80 años), Keith Richards (los cumplirá en diciembre) y Ron Wood (76), que llevan la mayor parte de sus vidas, desde la década de los 70, oyendo habladurías (revertidas en ‘gags’ promocionales flotantes) sobre su inminente disolución y su presumible “última gira”. Por ahora, se vislumbra su regreso a los escenarios para 2024, como ha apuntado esta semana Wood en una entrevista al ‘New Musical Express’. Empezarán por Norteamérica y se espera que amplíen luego el radio del ’tour’, una vez “la banda haya vuelto a rodar”.

Saben que no necesitan un disco nuevo para que las multitudes corran a verlos a un estadio, pero ‘Hackney diamonds’ es una buena percha de la que colgar una foto del grupo puesta al día, alejada del ejercicio del ‘revival’ (y formalizando su continuidad, y su pulso con la dama de la guadaña, tras la baja de Charlie Watts, dos años atrás). Un álbum en el que se han esforzado por sonar contemporáneos. “Tiene que sonar como un disco grabado este año. No queremos que suene como hace 40 años, y por supuesto no es el caso”, subraya Jagger en una conversación con Tom Power en Youtube.

De la pegada sónica se ha encargado el joven Andrew Watt (este viernes cumple 33), un productor cuyas labores con Justin Bieber y Miley Cyrus le llevaron a Morrissey y a Iggy Pop. Ilustra la inagotable vigencia de los Stones como marca ‘sexy’ ese acuerdo con el Barça para lucir su milenario logo, la lengua diseñada por John Pasche en 1970, en las camisetas de cara a su próximo encuentro con el Real Madrid.

Catálogo conquistador

Madonna, con sus 65 años cumplidos este agosto, es una benjamina a su lado, pero mientras que, en ese punto de la vida, el común de los mortales suele contar días y horas para bajarse del carro laboral, ella se ha embarcado en una gira que se augura de largo recorrido. Opera en un área, el pop comercial, donde los relevos son agudos, y la edad parece añadir un plus de adversidad a las cantantes femeninas. Pero, aunque le lleve 28 años a Lady Gaga, 32 a Taylor Swift y 45 a Olivia Rodrigo, la señora Ciccone luce en su nuevo ‘show’ un catálogo matador de éxitos que no atienden a caducidades generacionales, tales como ‘Holiday’, ‘Into the groove’, ‘Like a prayer’, ‘Vogue’, ‘La isla bonita’ y una larga cola. Ella fue la primera, en cierto modo.

Pero Stones y Madonna no están solos, ya que hay toda gerontocracia pop que tiene en vilo al ‘show business’, sobre todo la rama del directo, ya que, como dice Gay Mercader, todo el mundo quiere ver a la Mona Lisa al menos una vez en la vida (o más). Ahí está AC/DC, desperezándose hace unos días en el festival Desert Trip (California), con Brian Johnson al frente (76 años) e invitando a suspirar por la que sería su primera gira desde 2016. Y Paul McCartney (81), que nos dejó con un palmo de narices en 2020 por causa pandémica y de quien se espera reprograme aquel ‘tour’ europeo extraviado.

Ese informe médico

Otros siguen en la brecha, aunque pendientes del parte médico, como Bruce Springsteen (cuya úlcera péptica ha forzado cambios de guion este otoño en Estados Unidos, si bien tiene casi cerradas fechas en España, Barcelona de nuevo incluida, para 2024), así como Aerosmith (su ‘farewell tour’ se ha interrumpido por las lesiones en la laringe de su cantante, Steven Tyler) o Eric Clapton (que, pese a la neuropatía periférica que le diagnosticaron en 2013, ha ido recuperando la actividad en vivo en limitadas tandas del conciertos). Baluartes todos ellos de las quintas fundacionales del imaginario pop, colosos a los que imaginamos desternillándose cuando leen el titular del rampante ídolo pop que anuncia su plan de arrasar con todo lo anterior.

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