Sexta derrota de la temporada en un partido extraño en el que el Lucentum fue siempre a remolque de un Valladollid que se anotó con justicia la victoria. Pitts despertó demasiado tarde pero lo justo para llevar a su equipo a tener la última posesión y la posibilidad de ganar el partido. Parecía que se la iba a jugar el base estadounidense, pero finalmente fue Van Zegeren el que dispuso del último lanzamiento, pero el balón no quiso entrar. El HLA acusó mucho la baja de Llompart. La falta de dirección fue alarmante porque ni Guillem ni Pitts fueron capaces de llevar por el buen camino el timón de su equipo y el Valladolid fue muy superior prácticamente todo el partido. Pese a ello, el cuadro alicantino fue capaz de remontar 15 puntos de desventaja y llegar al final del partido con todas las opciones de ganar. Salió cruz en el enésimo partido que se decide en los últimos segundos.
El HLA desapareció del primer cuarto cuando se acabaron los puntos de Van Zegeren. A partir de ese momento el conjunto lucentino entró en una grave crisis que se agudizó con la inspiración de Pippen, con 15 de valoración en los primeros diez minutos. El equipo de García de Vitoria deambulaba por la pista aunque tenía un rival muy acertado en ataque que anotaba desde todas las posiciones. El 26-15 con el que acabó el primer cuarto es un reflejo perfecto de los minutos que se vieron en el Pisuerga y de la diferencia entre ambos conjuntos.
El Lucentum comenzó igual de mal el segundo cuarto ante un rival que castigaba sin piedad. El 36-21 obligó al técnico visitante a pedir un tiempo muerto que se convirtió en un punto de inflexión y en un cambio total de decorado. Cuatro triples de Matulionis devolvieron la vida al HLA y le volvieron a meter en el partido con un parcial de 4-15. El lituano llegó al descanso con 16 puntos. El Valladolid se detuvo y los alicantinos empezaron a funcionar con dos buenas acciones de Menzies bajo el aro. Los lucentinos se acercaron en el marcador salvando una situación crítica. Ni Guillem ni Pitts estaban funcionando y la ausencia de Llompart se notó mucho. La reacción del HLA Alicante le llevó al descanso con mucha vida (47-41).
Los triples mantenían al equipo lucentino en el tercer cuarto, pero nadie podía con la potencia de Pippen, sobre todo tras la salida de Van Zegeren por su tercera personal. A los alicantinos les faltaba contundencia en la pintura pese a dominar el rebote y tras acercarse a solo tres puntos (52-49) de nuevo el Valladolid adquirió otra buena renta (59-49).
Guillem salió por un apagado Pitts y acumuló varias acciones positivas consecutivas: cuatro puntos, un tapón y una asistencia a Menzies. Junto al canterano reresurgió Pilepic con un triple y el encuentro de nuevo se pone al rojo vivo (61-59). No tuvo continuidad la mejora del HLA y el Valladolid volvió a dar otro arreón aprovechando la debilidad interior de su rival con un Menzies con muy poca intensidad. Así, el HLA se vio obligado a remontar en el último cuarto un 68-61.
Pilepic y Van Zegeren firmaron un 0-6 de parcial nada más reanudarse un partido que se iba preparando para un final de infarto. Al Lucentum se le complicaba por momentos el partido con ataques insulsos y demasiados fallos ante un rival bastante más entonado. Pitts mete su primera canasta a falta de tres minutos y Cabral empata el partido (79-79) con dos minutos y medio por jugar. A falta de un minuto, Pitts pone por delante al Lucentum con un triple que enmudece Pisuerga. Wintering añade más emoción con una canasta tras contraataque que al final fue decisiva. Todo estaba en un pañuelo. 83-82 y balón para el HLA a falta de 18 segundos, pero volvió a salir cruz. Se la jugó Van Zegeren en la pintura en el último instante y falló su lanzamiento a tabla. Sexta derrota tras un mal partido de los alicantinos que echaron muy en falta a Llompart, en Alicante con covid.
