Toni Justicia, que conserva su rango como presidente del Alcoyano, considera que la incorporación del empresario alicantino Juan Carlos Ramírez a la propiedad del club comienza a notarse en las cuestiones económicas y aseguró que su inyección de capital "aportará la estabilidad" que necesitaba la entidad.

El máximo dirigente del Deportivo ha explicado que "nada ha cambiado" en la administración desde que hace diez días el grupo accionarial mayoritario aceptase la oferta de quien fuera socio de Enrique Ortiz en el Hércules, y considera que su aterrizaje en El Collao "puede aportar muchas cosas porque se trata de un hombre del fútbol".

El dirigente alcoyanista pidió "paciencia y tiempo" y señaló que Ramírez llega para liderar un proyecto a tres años vista. "Lo primero es tener confianza y dar tiempo para trabajar. Se nota que tiene mucha experiencia en este mundo y es muy importante poder mirar al futuro, porque hasta ahora lo único que hacíamos era valorar el presente y el pasado", subrayó Justicia.

Las circunstancias han querido que esta nueva etapa a nivel institucional, marcada por la toma de decisiones de quien también ejerció como consejero del Elche CF, no haya ido aparejada a buenos resultados sobre el césped, ya que, a nivel deportivo, en las últimas jornadas, el Alcoyano ha perdido el primer puesto del grupo 2 de Primera RFEF después de varias semanas ejerciendo como líder.

"Estoy muy tranquilo porque esto forma parte del fútbol. Tengo claro que ni íbamos a ser los campeones porque el equipo hubiera enganchado una buena racha de puntos, ni ahora vamos a descender de categoría por perder tres partidos seguidos. La Liga es muy larga y van a suceder muchas cosas todavía", advirtió el presidente del Alcoyano, que en ningún caso duda de Vicente Parras o cuestiona su trabajo.

Al margen de los estrictamente competitivo, Justicia quiere que su club reciba el trato institucional que se merece por lo que supone para el municipio. "Una ciudad como Alcoy debe de ser conocida no solo por sus Moros y Cristianos, sino también por su equipo de fútbol, y el Alcoyano tiene mucho que decir en ese papel", indicó el máximo dirigente del Deportivo, pensando en la dimensión social que alcanza el club que aún gestiona. 

El Collao, el punto débil de Parras

Desde que asumió su rol en el equipo el actual preparador, los partidos de casa se han convertido en un quebradero de cabeza para el Alcoyano, dado que uno de cada tres ha finalizado sin que el Deportivo acumulara puntos, entre ellas las dos últimas citas, ambas por 0-1, contra el Castellón y la UD Logroñés. La estadística revela que el 33% de los duelos que el Alcoyano ha protagonizado con el técnico ilicitano en el banquillo en las tres últimas temporadas, entre Segunda B y Primera RFEF, acabaron mal.

Tanto es así que, el pasado curso, el Alcoyano fue uno de los peores equipos ejerciendo como anfitrión, con solo 6 victorias en 19 choques, firmando 8 empates y 5 derrotas. En toda la segunda vuelta, solo consiguió dos triunfos en su estadio, lo que contribuyó de forma significativa a quedarse fuera de la promoción de ascenso.

El presente ejercicio arrancó sellando buenos números en su feudo: un empate ante el Barça B y dos victorias, sobre Sabadell y Atlético Baleares, 7 puntos de 9 posibles. Después, la dinámica se volvió a torcer. Tras ese puesta de largo, han llegado de nuevo las derrotas.

En este caso, los malos resultados son más graves porque ha supuesto desaprovechar la coyuntura favorable que otorgaba el calendario, dado que ambas se jugaron de forma consecutiva, es decir, el Alcoyano ha malgastado la oportunidad de dar un tirón pues ha vivido los dos últimos encuentros de Liga como anfitrión y no ha sumado ni un solo punto.