Crónicas lucentinas

El talismán de Yecla

Chumi Ortega junto a su padre Chumilla

Chumi Ortega junto a su padre Chumilla / INFORMACION.ES

Mar Galindo

Mar Galindo

Cuando Chumi Ortega salió del Wizink Center después de enfrentarse al Real Madrid, la afición palentina le esperaba para aplaudir a su capitán. Nada menos que cuatro autobuses se habían desplazado desde la capital castellana para ver a su equipo jugar en ACB contra uno de los mejores de Europa. La ocasión lo merecía. Y sin embargo, entre aquella marea violeta, como un reducto galo que resiste al invasor, un grupúsculo empezó a cantar una frase que calló a los fans de Palencia de un plumazo: «¡vuelve a Alicante, Chumi, vuelve a Alicante!». El de Yecla no pudo evitarlo y se acercó jocoso a aquella peña de baloncesto que había llegado también al Wizink acompañando a su equipo para enfrentarse por la tarde al Movistar Estudiantes. Efectivamente, amigos. Nada más pisar suelo madrileño, la Kali Nord ya estaba haciendo de las suyas y reclamando los servicios del escolta más guerrero. Porque Chumi, que acaba de conseguir su primer MVP en la ACB, siempre será uno de los nuestros, juegue donde juegue.

Él lo sabe, y su padre, el mítico boxeador olímpico José Ortega Chumilla, también. Aunque su hijo no juega en Alicante desde hace tres temporadas, Chumilla sigue dejándose ver por el Pedro Ferrándiz en cuanto tiene ocasión, para dar apoyo al equipo que tanto cariño les ha dado a él y a su familia. Y casi sin quererlo, se ha convertido en talismán del equipo en casa. Siempre que viene Chumilla, el tigre de Yecla, el HLA Alicante gana. No me pregunten qué causa efecto se esconde tras esta curiosa coincidencia, pero yo solo espero que el boxeador no tenga plan para este viernes por la noche y pueda acercarse a Alicante a disfrutar de una LEB Oro que conoce muy bien. El Lucentum recibe a Guuk Gipuzkoa Basket en busca de su cuarta victoria, después de una semana en la que salvó dos citas cruciales pero aún con las dudas que sigue planteando su juego. El equipo compite a rachas y se salva gracias al talento individual más que al esfuerzo coral. Además de vencer, aún tiene que convencer.

Por su parte, los vascos llegan a Alicante con una sola derrota en su haber, situados en la cima de la tabla compartiendo liderato con Estu, Coruña y San Pablo Burgos. Es un rival duro de roer, y necesitamos todos los conjuros, talismanes y amuletos posibles para que Guđmundsson siga encontrando aro, para que Kostas dé otro clínic de baloncesto sobre la cancha, para que Barro intimide en la zona y Davison siga haciendo números de escándalo. Que Adrià Rodríguez vuelva a cautivarnos con su electricidad en la dirección de juego y Hook haga un gancho o se cuelgue del aro haciendo honor a su apellido. Les necesitamos a todos ustedes este viernes en el Centro de Tecnificación, llevando al equipo en volandas en las buenas y en las malas. Preparen las bufandas, las camisetas, las ganas de animar. No vaya a ser que al final Chumilla tenga algún compromiso de fin de semana y tengamos que ser nosotros quienes seamos, una vez más en el Pedro Ferrándiz, el verdadero talismán del equipo.