Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura decidieron hoy romper el proyecto de fusión del Banco Base, que iba a dar lugar a la tercera caja española y la quinta entidad financiera del país, debido a la situación financiera de la CAM, cuyo futuro queda ahora en entredicho.

La decisión fue aprobada esta tarde por las asambleas de las tres entidades, que previsiblemente emprenderán a partir de este momento otra operación de integración de forma conjunta.

Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura no están de acuerdo con el peso que iba a tener el Estado en el nuevo banco debido a la petición de ayudas públicas de 4.277 millones de euros que había que realizar para cumplir con los requisitos de capital y solvencia exigidos por el Gobierno, fruto mayoritariamente de la debilidad de la CAM.

La asamblea de la entidad alicantina fue la única que aprobó hoy la integración de sus activos y pasivos en el Banco Base, con el objetivo de cumplir el "compromiso" firmado con las otras entidades y garantizarse un futuro.

Según fuentes financieras consultadas por Efe, el Banco de España ha contactado con las principales entidades españolas -el Santander y La Caixa- para buscar una salida a la CAM, que podría ser intervenida si fuese necesario en última instancia.

De todas maneras, la caja alicantina analiza la posibilidad de acciones legales, ya que sus letrados defienden, en consonancia con otros abogados consultados por Efe, que "teóricamente" el proyecto podría seguir adelante aunque tres de las cuatro asambleas soberanas de estas cajas rechazaran el proyecto de "fusión fría".

Así, se abriría una batalla jurídica sobre los términos de la constitución de Banco Base, ya que la "cláusula de excepción/suspensión" (aprobada por los consejos de administración de Cajastur, CAM y las cajas de Extremadura y Cantabria y que contempla su posible disolución) no pasó por las asambleas de estas entidades.

La alianza de Banco Base arrancó oficialmente en mayo de 2010 y estaba destinada a generar una entidad con activos próximos a 130.000 millones de euros, de los que 70.000 millones correspondían a la CAM y el resto se repartían entre Cajastur, con un peso mayoritario (unos 39.000 millones), Caja Cantabria y Caja Extremadura.