La mejora del consumo interno y de las exportaciones están beneficiando de forma especial a la Comunidad Valenciana, hasta el punto de que este año se convertirá en la autonomía española que más crezca, junto con La Rioja. Al menos así lo creen los especialistas del servicio de estudios del BBVA, que han decidido revisar al alza sus previsiones sobre la evolución del PIB de la región para este año hasta situarlas en el 3,5%. Una cifra que supone tres décimas más que la media española y también tres décimas más que sus anteriores cálculos, que realizaron en el mes de mayo.

Según explica la entidad en su nuevo informe sobre la economía regional, dos son los motivos que explican esta situación. Por un lado, un comportamiento mejor de lo esperado de la demanda interna, que se refleja en un aumento del gasto en bienes de consumo pero también en la inversión empresarial en bienes de equipo o en la construcción. Un comportamiento que ha sido menos intenso en las autonomías del norte.

Y, por otro lado, la Comunidad también ha sido una de las regiones que mejor ha sabido aprovechar lo que el BBVA denomina «vientos de cola» que están ayudando a que la recuperación sea más rápida de lo esperado. Es decir, la caída del precio del petróleo y de la cotización del euro, lo que ha supuesto un impulso para aquellas zonas del país que tienen una economía «más abierta».

Eso sí, en la parte negativa, el documento alerta del desequilibrio que aún presentan las cuentas públicas de la Comunidad, la única que no ha sido capaz de incrementar el gasto durante los primeros meses del año, a pesar de la rebaja en los intereses de la deuda pública, que en otras regiones han permitido liberar recursos.

De cara a los próximos meses, no obstante, el servicio de estudios coincide con la mayoría de analistas al prever una segunda mitad del año menos dinámica que la primera. Esa desaceleración del crecimiento se notará también en 2016, cuando el BBVA espera que la Comunidad Valenciana crezca un 2,6%.