La construcción de nuevas viviendas cayó en la provincia por segundo año consecutivo, aunque si en 2019 la reducción fue de sólo un 5% -apenas una leve corrección-, en 2020 el descenso fue considerable, del 30%, debido a la decisión de gran parte de los promotores de esperar a que pase la pandemia antes de arriesgar recursos en nuevos proyectos. De esta forma, según el balance elaborado por el Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos (Coaatiea), el número de visados que solicitaron los empresarios para el inicio de nuevas casas pasó de 7.143 a 5.025, un recorte de actividad que fue especialmente intenso en aquellas zonas más volcadas en la construcción de segundas residencias para los turistas. 

Así, si durante toda la década pasada la Vega Baja fue el principal motor del sector inmobiliario en la provincia, ahora es también la que más acusa las consecuencias del coronavirus, con un descenso de alrededor del 50% en el inicio de nuevos inmuebles. Orihuela pierde la posición de liderazgo que había ostentado en los últimos años, superada por la ciudad de Alicante, al pasar de 1.018 a 673 viviendas iniciadas, un 33% menos, mientras Torrevieja reduce más de un 40% su actividad, con apenas 285 visados, frente a los 499 del año precedente. 

Sin embargo, son las poblaciones de menor tamaño las que reciben el mayor varapalo: los nuevos proyectos caen un 70% en Pilar de la Horadada (160 viviendas iniciadas); un 78% en Rojales (71 viviendas); y hasta un 83% en Guardamar, con el arranque de apenas 38 viviendas. 

En el Baix Vinalopó , la construcción se desploma hasta un 55% en Elche, con 296 unidades, mientras que se multiplica por cuatro en Santa Pola, donde las viviendas iniciadas pasan de 82 a 322. Una disparidad que también se produce en l’Alacantí, donde se registra un aumento de proyectos en Sant Joan, mientras bajan en San Vicente y Alicante. 

En el caso concreto de la capital provincial, se visaron 762 viviendas, lo que representa una caída del 24%, que, sin embargo, no impide que se convierta en el municipio con mayor volumen de nuevas construcciones, ante la mayor contracción registrada por Orihuela. 

Por su parte, en las Marinas se produce un aumento de los visados en Calp, donde prácticamente se triplican, hasta las 320 nuevas viviendas iniciadas, y en Benidorm (288), mientras que los visados se desplomaron un 73% en Dénia (75 viviendas) y un 66% en La Vila (54). La parte más positiva se da en los municipios de interior, donde las cifras mejoran en términos generales, aunque con unos volúmenes muy pequeños, que apenas influyen en el global provincial. 

Fin de ciclo

Para el presidente del Colegio de Aparejadores, Martín Pomares, las cifras de 2020 evidencian que «la pandemia ha acelerado el final del ciclo de expansión (del sector constructor), que alcanzó su máximo en el primer trimestre de 2019». Por su parte, el secretario general de la Asociación Provincial de Promotores (Provia), Jesualdo Ros, recuerda que, desde el estallido de la burbuja inmobiliaria, los empresarios sólo inician nuevos proyectos cuando ya tiene una buena parte de las viviendas reservadas, algo que en estos momentos resulta imposible, ya que no hay vuelos ni forma de que lleguen los posibles compradores. Así, muchas de las viviendas iniciadas el año pasado son, en realidad, segundas o terceras fases de urbanizaciones donde al promotor le sale a cuenta seguir con los trabajos para aprovechar la infraestructura desplazada. Sin embargo, desde Provia no prevén que la actividad recupere ritmo hasta finales de año.