La dirección del Banco Sabadell ha comunicado hoy a los sindicatos los colectivos que podrán verse afectados por el ERE y que excluirá, entre otros, a los trabajadores de entre 50 y 55 años y a los mayores de 63, que tampoco podrán acogerse de forma voluntaria, según fuentes de la representación de los trabajadores.
Así se ha puesto de manifiesto durante la primera reunión de periodo formal de negociaciones que se ha celebrado este jueves y que se prolongará hasta el próximo 15 de octubre.
En el caso de los mayores de 63, la entidad suele ofrecer regularmente el retiro anticipado a los trabajadores que llegan a esta edad, mientras que con la exclusión de los empleados de entre 50 y 55 años se quiere evitar la salida de un colectivo al que todavía le queda demasiado tiempo para la jubilación, pero que tiene muy difícil recolocarse. El problema, según los sindicatos, es que a estas personas también se les niega acogerse voluntariamente y que, por el contrario, si podrían verse afectados por traslados forzosos, según han puesto de manifiesto desde la Federación Sicam Aprobas, CC OO y UGT, las centrales con mayor representación en el banco.
Además de estos grupo, el ERE también deja fuera a los directivos, las personas con contrato temporal, el personal en excedencia y el personal internacional, por lo que el grupo de trabajadores del Sabadell que puede optar al ERE asciende a 13.346 trabajadores.
De ellos, el banco pretende que 1.936 abandonen la entidad, para lo que buscará la voluntariedad de las salidas, aunque no puede garantizarla en caso de que no se cubran las plazas. La adscripción voluntaria será el criterio preferente de adhesión, aunque la entidad se reserva el derecho sobre la aceptación de solicitudes, según han informado los sindicatos.
En el caso de que no haya voluntarios suficientes, el criterio para elegir a los despedidos será la valoración del desempeño de los últimos tres años y, en caso de igualdad, se tendrán en cuenta otros aspectos, como la productividad comercial o la polivalencia, según ha trasladado desde la dirección durante el encuentro.
Los representantes del banco han entregado a los miembros de la mesa de negociación el informe técnico completo que justifica la necesidad acometer un ajuste de 1.900 empleos y 320 oficinas para reducir costes y ser sostenible.
Los representantes de la plantilla han rechazado de nuevo los planteamientos de la dirección y exigen que el ajuste de personal se realice exclusivamente mediante adhesiones voluntarias.
El próximo miércoles 22 de septiembre se celebrará la segunda formal del periodo de negociación, que constará de un total de nueve reuniones repartidas entre los meses de septiembre y octubre para llegar a un acuerdo dentro de los plazos de tiempo legalmente establecidos.
Aunque la última reunión está fijada para el 15 de octubre, desde los sindicatos recuerdan que el periodo legal puede ser prorrogado en el tiempo en caso de que la representación sindical y el banco no lleguen a un acuerdo.
Los sindicatos también han empezado a pactar el calendario de movilizaciones. Así, el próximo 23 se producirán concentraciones en varias ciudades, entre ellas, Alicante, donde el banco tiene su sede social.
