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La subida del combustible y la amenaza de peajes en las autovías ponen contra las cuerdas al transporte

El sector provincial advierte de que la situación es muy delicada y reclama al Gobierno medidas de apoyo para evitar que algunas de las compañías se vean abocadas al cierre este mismo año

Camiones transitan por la autovía que une Alicante y València por el interior. | JUANI RUZ

La imparable escalada de precios que registran los combustibles, hasta el punto de alcanzar en estos momentos máximos históricos, ha puesto contra las cuerdas a los transportistas. A este problema, además, se le suma el anuncio del Gobierno de implantar peajes en las autovías, lo que supondría un nuevo golpe de difícil encaje. El sector provincial asegura que el contexto es muy delicado, hasta el punto de que algunas empresas podrían verse obligadas a cerrar este mismo año. Es por ello por lo que se exigen medidas de apoyo, así como una normativa que permita introducir en los contratos de transporte una cláusula obligatoria de revisión en caso de encarecimiento de los carburantes. La situación es tan crítica que las diferentes asociaciones profesionales se están planteando la convocatoria de movilizaciones.

«Hay un riesgo de quiebra estructural en el sector». De esta forma tan tajante se expresa el presidente de la Federación Valenciana de Empresarios del Transporte (Fvet), Carlos Prades, quien subraya que «estamos experimentando un ascenso insoportable del precio del combustible, que lo ha situado un 23% por encima de lo que se pagaba el año anterior». Las consecuencias pueden ser muy negativas, teniendo en cuenta, añade, que los carburantes «suponen el 30% de nuestros costes. Por los sondeos que hemos estado realizando entre nuestros asociados, es prácticamente seguro que asistamos a cierres de empresas antes de que finalice el año, siendo la primera causa este ascenso desmedido de los precios».

El problema reside en que este encarecimiento de los carburante lo están teniendo que asumir las empresas en sus cuentas de resultados. El secretario general de la misma federación, Carlos García, señala que la mayoría de los contratos que firman los transportistas con sus clientes son anuales, «y pese a que a nivel normativo ya se contempla, en la mayoría de los casos no figura una cláusula para que se puedan revisar en caso de que se produzcan estas subidas. Lo que reclamamos al Gobierno es que esa cláusula sea obligatoria y repercuta automáticamente en lo que facturan las empresas».

El sector también pide medidas impositivas para hacer frente a esta escalada, al igual que ya se ha hecho en otros países como Francia o Portugal. «Una reducción del IVA -resalta García- sería muy bienvenida en este sentido».

Por su parte, el presidente de la Federación Provincial de Transporte de Mercancías de Alicante (Fetrama), Juan José Hernández, no duda a la hora de señalar que la situación del sector es en estos momentos «muy delicada», y no solo por la citada subida de precios, sino también por la propuesta del Gobierno de cobrar peajes para el mantenimiento de las autovías. Según sus palabras, «de momento es un globo sonda, pero estamos convencidos de que más pronto que tarde ese planteamiento se va a aplicar seguro, lo que supondrá un nuevo golpe».

Hernández, en este sentido, señala que existe en el sector «un gran malestar con el Gobierno. Desde que se cambió de ministro, la interlocución se ha cerrado por completo, a pesar de nuestros requerimientos. Lo que queremos es que las medidas que se puedan aplicar partan del consenso y que, por supuesto, se atiendan nuestras reivindicaciones».

Otra de las cuestiones que están encima de la mesa es el trato vejatorio que, según las federaciones, sufren los conductores, que asumen las labores de carga y descarga en instalaciones que, en muchos casos, dejan bastante que desear. El secretario de Fvet, Carlos García, recuerda que «es una cosa que hace diez años no se hacía. Se inició por parte de los propios transportistas, para evitar esperas cuando llegaban a su punto de destino. Pero ha llegado un momento en que no sale a cuenta, porque los tiempos son limitados, y, además, las condiciones higiénicas de los lugares a los que acuden, los aseos, por ejemplo, no son las adecuadas».

Con todo ello, el sector ha remitido al Ministerio de Transportes una carta en la que expone los problemas a los que se enfrenta, al tiempo que reclama medidas para subsanarlos. También amenaza con iniciar movilizaciones, llámese paros, si no se atienden sus reivindicaciones.

La falta de conductores también se ha convertido en un problema

La falta de conductores también se ha convertido en un grave problema para el sector del transporte. Según los cálculos que se manejan, el déficit en la provincia de Alicante es de alrededor de mil, y las explicaciones hay que buscarlas en las severas condiciones de trabajo que soportan.

Desde los sindicatos se indica que se trata de una profesión complicada, con bajos salarios y pocos descansos, lo que disuade a los jóvenes de apostar por el sector como posible salida laboral. La Federación Valenciana de Empresarios del Transporte (Fvet), por su parte, reconoce la falta de atractivo de la profesión, aunque añade que «las empresas, mayormente en situación de supervivencia, tampoco están en condiciones de pagar sueldos muy superiores».

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