Un proceso atípico que también va camino de tener un desenlace no menos atípico. Desde mucho antes de que se convocaran formalmente, las elecciones en la Cámara de Comercio de Alicante han estado marcadas por la tensión. Los dos candidatos, Juan Riera -presidente durante este mandato que ahora acaba- y Carlos Baño -vicepresidente-, anunciaron su candidatura justo el día más importante para la entidad cameral, el de la Noche de la Economía Alicantina. A partir de ahí, los intentos que llegaron desde varios frentes para alcanzar un consenso entre ambos aspirantes, incluso de encontrar una tercera de vía, sirvieron de poco. Los dos se mantuvieron firmes. Por primera vez en décadas había dos candidatos, una campaña y una cifra excepcionalmente elevada de candidaturas para los 40 vocales que obtienen su plaza por elección. Todo muy insólito hasta la fecha. Así hasta que la elección de vocales celebrada el pasado 5 de mayo acabó por decantar la balanza de forma rotunda a favor de Baño. Hasta el extremo de que el también CEO de Tescoma y presidente de la patronal del comercio Facpyme consiguió que 39 de las 40 plazas del pleno fueran para sus afines. Riera solo se quedó con una. Ahora el final también tendrá mucho de inusitado. Por primera vez, el pleno de constitución de la Cámara de Comercio de Alicante, del que saldrá el comité ejecutivo y en el que se debe confirmar a Carlos Baño como presidente, se trasladará a Elche.
Al final, la Conselleria de Economía Sostenible, dirigida por Rafa Climent, y que es el departamento que tiene asignadas las competencias de tutela de las cámaras, ha trasladado a finales de junio y, en concreto, al martes 28, a las 18 horas, el pleno de constitución. De este modo, se espera a que acaben las Hogueras en Alicante, respetando, además, los plazos, ya que la convocatoria establecía el 15 de julio como fecha máxima, y cuadrándolo con la agenda del conseller, que asistirá al acto, como es lógico. Eso no quita para que en determinados círculos, y sobre todo en el entorno más cercano a Carlos Baño, se considere que es excesivo llevar el pleno a finales de junio, cuando, salvo que haya un giro de guion hoy por hoy bastante improbable, los resultados están bastantes cantados.
En cualquier caso, ha sido el propio Baño quien ha decidido llevar a Elche el pleno de constitución de la entidad cameral. Se escuda en que «la Cámara no es sólo Alicante, sino que es toda la provincia, y, por eso mismo, tenemos que descentralizar y llegar a todos los municipios», a lo que añade que la predisposición del alcalde de Elche, Carlos González, y el edil de Promoción Económica, Carles Molina, ha sido fundamental. No hay que perder de vista, en cualquier caso, que el presidente de la CEV en Alicante, Joaquín Pérez, es de Elche, y hasta el pasado mes de marzo, además, estaba al frente de Cedelco, la patronal ilicitana. De hecho, la confederación empresarial dio su apoyo explícito al presidente de Facpyme frente a la candidatura de Juan Riera a principios de mayo, sólo unos días antes de la elección de los vocales, una vez que se daba por descartado el acuerdo entre ambos aspirantes, y cuando ya se había cerrado el plazo para el voto telemático.
En estos momentos, son dos los emplazamientos que ha puesto el Ayuntamiento de Elche a disposición de la Cámara, ambos situados en el centro de la ciudad. Por una parte, estaría el Centro de Congresos, con un auditorio con capacidad para más de 400 personas. Por otro lado, estaría el Gran Teatro, con un aforo que supera de largo las 700 personas. La intención, de hecho, es visitar en los próximos días los dos espacios para evaluar las instalaciones, aunque, evidentemente, la diferencia de capacidad entre una y otra sala será lo que acabe marcando la elección.
Hasta 60 vocales representados en el pleno
El pleno de la Cámara está integrado por 60 vocales, que son los que deben elegir al presidente. Del total, doce puestos corresponden a las empresas de mayor aportación voluntaria a la institución, y otros ocho son a propuesta de la junta directiva de la CEV. El resto son por elección, aunque en este caso hubo tres casos en los que no fueron necesarias las urnas bien porque eran candidaturas únicas, bien porque se retiraron el resto de aspirantes.
