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Los retrasos en la fabricación de barcos por falta de componentes hunden el mercado náutico

Las ventas de embarcaciones de recreo han caído un 29% en la provincia desde el inicio del año pese a que la demanda continúa siendo alta tras el fuerte incremento registrado en plena pandemia

Un ciclista circulando entre embarcaciones en el Club Náutico de Alicante. AXEL ALVAREZ

Mucho se ha hablado del alargamiento de los plazos de entrega por parte de los concesionarios de coches debido a los retrasos en la fabricación que se están produciendo como consecuencia de la falta de componentes. Pues bien, este problema ha dejado de ser una exclusiva del sector automovilístico para impactar de lleno en el mercado náutico. Y es que las matriculaciones de embarcaciones de recreo en la provincia de Alicante se han desplomado hasta un 29% en el primer cuatrimestre del año, pese a que la demanda continúa siendo alta tras el fuerte incremento registrando en plena pandemia. La falta de oferta ha propiciado un mayor movimiento del mercado de segunda mano, aunque también en este campo empiezan a haber dificultades.

Todo iba viento en popa, y nunca mejor dicho, para el sector náutico, cuando el año pasado, con la pandemia de coronavirus todavía en pleno apogeo, las ventas de embarcaciones registraron un incremento más que notable. El cambio de mentalidad generado por la crisis sanitaria y la búsqueda de alternativas de ocio más seguras frente a las aglomeraciones de playas o piscinas, propiciaron que en el conjunto del ejercicio se formalizasen en la provincia de Alicante un total de 535 matriculaciones, lo que suponía un aumento del 60% respecto al año anterior y, lo que es más importante, un 25% más con relación a 2019, antes de que irrumpiera el covid. Unos datos éstos bastante coincidentes con los registrados a nivel estatal.

La situación, sin embargo, ha experimentado un cambio radical con la llegada de 2022. De acuerdo con las cifras facilitadas por la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (Anen), durante el primer cuatrimestre las matriculaciones en la provincia se han situado en 110, después de un descenso del 29,03% respecto al mismo periodo del año pasado. La caída es de mayor envergadura que la media del conjunto de España, donde los 1.688 registros representan un retroceso del 14,9%.

¿Y qué es lo que ha pasado? Pues el secretario general de Anen, Carlos Sanlorenzo, lo tiene bastante claro: "El mercado náutico -señala-, al igual que otros sectores vinculados a la industria, vienen sufriendo una desaceleración inicialmente provocada por la crisis logística y la falta de suministros, y agravada en los últimos meses por la guerra de Ucrania".

El gerente de Náutica Boronad, Enrique Hernández, concesionario ubicado en Sant Joan d'Alacant, confirma estas apreciaciones, señalando que "el aumento de la demanda ha ido a coincidir con una paulatina escasez de componentes, con lo que poco a poco la bola se ha ido haciendo más grande, hasta llegar a un momento en que los plazos de entrega para determinados modelos son de un año".

En parecidos términos se expresa Carlos Torrado, gerente del Real Club Náutico de Torrevieja, quien destaca que estos retrasos en la fabricación han tenido un efecto colateral, como ha sido el despegue del mercado de segunda mano. El problema es que los precios en este ámbito también se han encarecido, y que las mejores embarcaciones que estaban a la venta prácticamente se han agotado.

El sector se queda con el hecho de que la demanda continúa presente, a la espera de poder satisfacerla en el momento en el que se pueda normalizar la situación. "Lo que ocurre -lamenta Enrique Hernández- es que no sabemos cuándo las aguas volverán a su cauce. Hace apenas cuatro meses nadie podía ni siquiera imaginar que iba estallar una guerra en Europa, así que no seré yo el que me atreva a hacer pronósticos".

Crecen los alquileres y los alumnos de las escuelas de vela

La irrupción de la pandemia ha propiciado un incremento del interés por todas aquellas actividades de ocio relacionadas con el mar. El gerente del Club Náutico de Torrevieja y presidente de la Federación de Vela de la Comunidad Valenciana, Carlos Torrado, destaca que la demanda de plazas para las escuelas de vela no para de crecer, en una tendencia similar a la que registran los alquileres de embarcaciones. «La gente joven, quizá por poder adquisitivo, prefiere decantarse antes por el arrendamiento que por la compra», destaca, aunque también matiza que «no es necesario tener un yate para disfrutar del mar. Con 300 euros ya hay medios para poder flotar».

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