Sorpresa en los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) en Alicante. La provincia logró reducir en 7.400 personas la cifra de parados durante el segundo trimestre del año, aunque no lo hizo gracias a la creación de empleo. Al contrario, tras los registros de récord del primer trimestre -en que Alicante lideró el aumento de la ocupación en todo el país-, entre los meses de abril y junio la cifra de ocupados se redujo en 2.100 personas frente a lo que suele ser habitual en estas fechas, que coinciden con el inicio de la temporada alta turística. De hecho, en los últimos 20 años solo había ocurrido en dos ocasiones anteriores, en 2008 y 2010, de acuerdo con los datos del INE.

Así, la reducción del paro vino por el aumento de la población inactiva –los que ni trabajan, ni buscan empleo, que suman 691.900, 15.500 más que en el primer trimestre-, especialmente por el incremento del número de los que se declaran estudiantes, que pasaron de 111.300 a 131.400, un crecimiento que sí suele producirse en estas fechas.

En cualquier caso, sea como fuere, lo cierto es que la cifra total de desempleados cae de 137.400 a 130.000, lo que reduce la tasa de paro hasta el 14,13%, su nivel más bajo desde el tercer trimestre de 2008.

Aspecto del aeropuerto de El Altet al inicio de la temporada turística. Alex Dominguez

La paradoja está en que esta buena noticia no va acompañada de la creación de empleo que se podría esperar en esta época. En este sentido, el número de ocupados cae de los 792.100 del primer trimestre a 790.000 y, además, el mayor descenso se produce en los servicios, que anotan 5.400 ocupados menos, y en la construcción, con 500 trabajadores menos. Por el contrario, aumentan el empleo en la industria, en 3.400 personas, y en la agricultura, que suma 300 ocupados.

Lo cierto es que es que esta evolución podría tener que ver con lo ocurrido en el primer trimestre, en el que la EPA registró un aumento de 34.900 ocupados en la provincia, cuando generalmente se trata de una época en la que suele destruirse empleo y lo habitual es que bajen las cifras de ocupación. De hecho, en el conjunto de España se perdieron 100.200 puestos de trabajo.

Esto podría indicar que muchos empresarios alicantinos adelantaron las contrataciones típicas de la temporada turística al primer trimestre –en el que, por ejemplo, volvieron a abrir sus puertas muchos hoteles cerrados por la pandemia, ante el regreso de los visitantes internacionales- lo que se habría dejado notar en este segundo trimestre.

De hecho, cabe señalar que, pese a la caída entre abril y junio, la cifra de 790.000 ocupados en la provincia sigue siendo la cuarta más elevada de toda la serie histórica y, además, supone un incremento de 55.100 personas sobre las cifras del año pasado y 7.200 más de los que había en el segundo trimestre de 2019, antes de la pandemia.

Igualmente, los datos de la EPA contrastan con la evolución de la cifra de cotizantes a la Seguridad Social, que no ha dejado de crecer en estos meses y que en junio se situó 713.834 personas, con lo que se reduce la brecha que suele existir entre un indicador y otro. En el caso de Alicante, tradicionalmente la EPA suele reflejar una cifra de ocupados de aproximadamente 100.000 personas más de las que están dadas de alta en la Seguridad Social, lo que suele atribuirse al importante volumen de economía sumergida que hay en la zona. Una distancia que con los últimos datos se ha reducido.

En el apartado de valoraciones, la sensación que dejan los datos entre los representantes sindicales es agridulce. "El aumento de la demanda de empleo en el primer trimestre ha supuesto una menor necesidad de empleo en este segundo", apunta José María Ruiz Olmos desde CC OO, que insiste en la necesidad de seguir trabajando para cambiar el modelo productivo y su dependencia de actividades estacionales. Por su parte, desde UGT, Yaissel Sánchez lamenta el aumento de la brecha de género, ya que, frente a la caída general, el paro aumentó entre las mujeres, en 4.500 desocupadas. Además, señala la necesidad de adoptar medidas que aseguren la calidad de vida de los trabajadores frente a la inflación.

Para la patronal CEV, los datos muestran la "complejidad de la coyuntura económica global y su repercusión sobre el mercado laboral", y señala que la incertidumbre "aconseja evitar espirales inflacionistas", en referencia a las peticiones sindicales de subir los salarios.

A nivel nacional, la tasa de paro ha caído al 12,48% en el segundo trimestre del año, el registro más bajo desde finales de 2008, después de que 255.300 personas hayan salido del desempleo y 383.300 hayan entrado al mercado laboral como nuevos ocupados.

Menos asalariados más trabajadores por cuenta propia

La caída de la ocupación se ha concentrado en el grupo de los trabajadores asalariados, que pasaron de 660.000 a 655.100 mientras que la cifra de profesionales por cuenta propia aumentó de 132.100 a 134.900, según el Portal Estadístico de la Generalitat. La buena noticia es que el descenso fue mayor entre aquellos que tenían contratos temporales -que se redujeron en 3.700 personas- que entre aquellos con contrato indefinido, que sólo cayeron en 1.200. La reducción de temporales fue especialmente significativa en el sector servicios, donde, por contra, incluso llegaron a aumentos los ocupados indefinidos aunque no en suficiente medida para compensar el descenso de los anteriores.