La reapertura de los establecimientos, aunque aún fuera con restricciones, y el mejor control de los gastos permitieron que Hoteles Poseidón dejara atrás en un solo ejercicio los números rojos que provocó en sus cuentas la irrupción de la pandemia. Así, la compañía del expresidente de Hosbec Pere Joan Devesa consiguió cerrar el pasado ejercicio con unos beneficios de más de 2,5 millones de euros, en contraste con las pérdidas de 3,9 millones que anotó en 2020, y todo a pesar de que la situación aún distó mucho de la normalidad a la que estaba acostumbrado el sector antes de la irrupción del coronavirus.

Así consta en las cuentas consolidadas que ha depositado la compañía en el Registro Mercantil, que reflejan claramente la recuperación que el turismo empezó a experimentar durante el año pasado, gracias, sobre todo, a la demanda de los visitantes nacionales.

De esta forma, a pesar de que durante buena parte del año se mantuvieron las restricciones y de las limitaciones al movimiento entre países que limitaron la actividad del sector, el Grupo Corporativo Devesa –la razón social de la cadena- alcanzó una cifra de negocio de 21, 8 millones de euros, más del doble de los exiguos 9,1 millones con los que tuvo que conformarse en 2020, tras la debacle provocada por la pandemia. Una remontada considerable que, eso sí, todavía queda lejos de los más de 35 millones que facturó en 2019.

En este sentido, el propio Pere Joan Devesa reconocía este jueves su "satisfacción" por la evolución de la cadena hotelera durante 2021 y señaló que este año ya confían en rozar las cifras prepandemia.

En cuanto a los resultados y a esa rápida recuperación de la rentabilidad, Devesa señala que fue crucial el aumento de las ventas, pero también reconoce que "después de un año aprendimos a navegar ese mar". Es decir, que los gestores de la firma aprendieron a controlar mejor los gastos y a adaptarse más rápidamente a los cambios que se iban produciendo en el mercado.

Uno de los establecimientos de la cadena hotelera de Benidorm. Carlos Brendes

Una vez superados los peores efectos de la pandemia, ahora la preocupación del hotelero está en el impacto que pueda tener la inflación y la incertidumbre económica en la demanda turística del próximo año, por lo que prefiere no aventurar ninguna previsión. Tanto es así, que hasta que no avance la próxima temporada la compañía no decidirá si empieza o vuelve a postergar las obras para la ampliación del Hotel Poseidón Playa de Benidorm, un proyecto que retrasó por la irrupción de la pandemia.

Eso sí, de momento ya cuentan con los permisos necesarios para aumentar la edificabilidad de la parcela, lo que facilitará poner en marcha los trabajos en el momento en que la situación se despeje. El proyecto prevé prácticamente duplicar la capacidad del establecimiento, que pasaría de las 312 habitaciones actuales a unas 600.

Por otro lado, el empresario también muestra su preocupación por la subida del precio de la energía, un factor que ha pasado de representar menos de 3% de los gastos generales de la compañía, a cerca de un 10%.