Un proyecto alicantino transformará huesos de aceituna en carbón activo

Las empresas Greene y Aceitunas Serpis colaboran con la Universidad de Alicante y el Instituto Tecnológico del Textil en la iniciativa

Un agricultor sostiene un puñado de aceitunas.

Un agricultor sostiene un puñado de aceitunas. / Pilar Cortés

Lo que para la mayoría de los comunes no deja de ser un residuo alimentario puede convertirse, con el tratamiento adecuado, en la materia prima necesaria para la fabricación de productos de alta tecnología. Al menos eso es lo que aseguran desde la empresa ilicitana Greene Enterprise, que se ha unido a la alcoyana Aceitunas Serpis, la Universidad de Alicante y el Instituto Tecnológico del Textil (Aitex) en un proyecto para transformar los huesos de estos frutos y la salmuera que se genera en su proceso de envasado en carbón activo.

En concreto, la iniciativa pretende validar la aplicación de estos carbones activos como catalizadores, unos materiales que se utilizan, por ejemplo, en baterías o filtros para el tratamiento de aguas. Además, se estudiará el uso de este producto para tratar la propia salmuera de fermentación resultante del proceso de producción de la aceituna, con el fin de eliminar la materia orgánica suspendida y los compuestos fenólicos disueltos en ella.

Pero, quizás una de las aplicaciones con más futuro del carbón activo de alta pureza es su utilización en supercondensadores para almacenamiento de energía, una de las industrias con mayor proyección de futuro para consolidar el uso de las energías renovables, como la solar, cuya producción se concentra en unas horas al día.

Por tanto, el objetivo final de este estudio es desarrollar un proceso industrial integral e innovador en el que se llevará a cabo la pirólisis de los residuos de la industria olivícola (que se emplearán como materia prima), para la obtención de un producto de valor añadido.

La planta piloto de la ilicitana Greene.

La planta piloto de la ilicitana Greene. / Información

Planta piloto

Para el desarrollo del proyecto de investigación, que se ha denominado Carbon+, Greene utilizará su planta piloto ubicada en el Parque Empresarial de Elche. En ella se realizarán las distintas pruebas con los residuos olivícolas proporcionados por Serpis, con los que, gracias a la tecnología diseñada por la empresa, se obtendrá una nueva materia prima.

Este proyecto se realiza dentro del programa de proyectos estratégicos en cooperación de la Agencia Valenciana de Innovació (AVI) de la Generalitat Valenciana cofinanciado por la Unión Europea. La previsión es que finalice en 2024, momento en el que se obtendrán las conclusiones sobre el estudio realizado.

Greene es una empresa que nace en 2011 de la iniciativa de cuatro emprendedores de Elche, químicos, y que en la actualidad cuenta con más de 45 empleados. La compañía ofrece al mercado una tecnología que da respuesta a la necesidad de gestionar y eliminar materias consideradas residuos, evitando su incineración o deposición en vertedero, en diferentes áreas como son los residuos sólidos urbanos (RSU), residuos industriales, biomasas y fangos de tratamientos de aguas.

Las plantas de Greene permiten eliminar estas materias, generando materias primas sostenibles (aceites, cargas ricas en carbonato cálcico, carbón activo, ceras sintéticas, hidrógeno), gracias a un proceso de termoconversión.

Hidrógeno

El proyecto de Greene no es el único que se ha fijado en el potencial de los residuos de la industria olivícola. Por ejemplo, otra firma alicantina, Aceitunas Cazorla, lidera un proyecto para obtener gas metano e hidrógeno a partir de la salmuera. Lo hace de la mano de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), el Centro Tecnológico Ainia y el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC)