Borrón y cuenta nueva con IFA: Fira Alacant echa a andar tras una década agónica en la institución ferial

La transición está previsto que culmine en cuatro meses, tras la constitución del consejo de administración de la empresa pública. Natxo Costa se convierte en el CEO de la sociedad con carácter transitorio, para pilotar el proceso

El consejo de administración de Fira Alacant, celebrado este martes en la institución ferial.

El consejo de administración de Fira Alacant, celebrado este martes en la institución ferial. / INFORMACIÓN

María Pomares

María Pomares

La historia de la Institución Ferial Alicantina (IFA) no ha estado exenta de sobresaltos a lo largo de la última década, embargos de por medio incluidos. No obstante, la jornada de este martes ha servido para hacer borrón y cuenta nueva: de IFA se pasa a la Societat Valenciana Fira Alacant SA. Así se oficializó durante la constitución del consejo de administración, presidido por el conseller de Economía Sostenible, Rafa Climent. Una reunión que abre una nueva etapa en la que el recinto ferial podrá empezar desde cero. Para ello, comienza ahora un periodo de transición que, a priori, se prolongará a lo largo de los próximos cuatro meses.

En este contexto, lo que se acordó es que el subsecretario de Economía Sostenible, Natxo Costa, sea el encargado de pilotar el proceso, como consejero delegado de la nueva mercantil pública, sobre todo con la vista puesta en la tramitación administrativa. No en vano, Costa ha sido una de las piezas clave en el rescate de IFA en los últimos siete años y medio y, por tanto, ahora que se llega a la recta final, se busca que no haya rupturas, y de ahí que sea el CEO. Mientras, quien venía ejerciendo de directora general de IFA, Beatriz Serrano, será la secretaria. Otra cosa es lo que ocurra una vez que se cierre el proceso. Será entonces cuando se decidan los nuevos órganos de gobierno y si se opta por mantener la figura del consejero delegado o no, si se decantan por un presidente de ferias, así como quién es la persona que ejercerá como secretaria del consejo de administración de forma definitiva.

En cualquier caso, los pasos en estos momentos parece que están claros. De momento, las cuentas de IFA se cerrarán el próximo 31 de diciembre y será a finales de enero cuando se proceda a su formulación, para que el patronato pueda aprobarlas en febrero y se dé luz verde al cese de la actividad. Lo que se busca es agilizar al máximo los tiempos con el fin de que el proceso de cesión tenga autorización cuanto antes, acortar en la medida de lo posible esta transición y que, para abril, pueda estar todo cerrado. De hecho, en principio, los plazos que se manejan apuntan a que, a finales de marzo, el Consell podría aceptar ya definitivamente el acuerdo de cesión, lo que implicaría que el consejo de administración se reuniría en abril, para que la mercantil ya estuviera totalmente oficializada. Eso sí, Fira Alacant empezaría a operar a efectos contables con fecha de 1 de enero de 2023.

La reunión del consejo de administración llega después de que el pasado 2 de diciembre se constituyera formalmente la nueva mercantil responsable del recinto, Societat Valenciana Fira Alacant SA. Se da así el último paso para completar el rescate de las instalaciones y garantizar su viabilidad, después de que la deuda y la falta de liquidez prácticamente abocaran a la feria al cierre hace algo más de siete años.

En aquel momento, el agujero rondaba los 76 millones de euros y la sentencia de muerte le llegó vía dos embargos: uno de Suma, por 375.000 euros del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) adeudados al Ayuntamiento de Elche desde 2012, y otro notificado por el juzgado después de que el despacho Tomás Llavador Arquitectos e Ingenieros SL pidiera la ejecución de la sentencia que condenaba al recinto a pagar 1,8 millones de euros, más 561.111,16 euros en concepto de intereses y costas, por el macroproyecto de ampliación que nunca se acabó. La falta de liquidez asfixiaba en aquel momento a IFA, que se había visto arrastrada por los proyectos faraónicos que caracterizaron a la época del boom inmobiliario y por una gestión que el Botànic siempre ha puesto en el punto de mira. En este escenario, al Consell no le quedó otra que mover ficha para tratar de revertir la pena de muerte a la que estaba condenado el recinto y acabó saliendo al rescate de la feria en julio de 2017, asumiendo toda la deuda. Un proceso que se ha prolongado a lo largo de las dos últimas legislaturas y que se vio ralentizado por las discrepancias que hubo entre los dos principales socios en la Generalitat, PSPV-PSOE y Compromís, en torno a si la gestión tenía que ser pública o público-privada o la forma jurídica que debía adoptar la entidad que sucediera a IFA, que, según los estatutos que la regían hasta el cambio a la sociedad pública, era una asociación sin ánimo de lucro, aunque, en realidad, nunca había tenido asociados.

Con estos puntos de partida, el conseller de Economía Sostenible, y presidente del consejo, Rafa Climent, destacaba antes del encuentro que «empezamos otra vez de cero, habiendo cubierto la mala gestión de la que se venía». En este sentido, indicó que el objetivo es «generar un orden jurídico y una estructura con el nuevo consejo de administración». Para ello, se comprometió a trabajar conjuntamente desde el sector institucional y el empresarial. También subrayó que ha costado siete años y medio normalizar la situación de la institución. Por su parte, el alcalde de Elche y consejero de la nueva empresa pública, Carlos González, habló de «punto de inflexión». Lo hacía para marcar distancias «entre un pasado con el anterior gobierno, caracterizado por una gestión económica desastrosa, y una nueva etapa bajo esta nueva fórmula jurídica, sin deudas».

Una empresa adscrita a la Conselleria de Economía

La nueva sociedad está adscrita a la Conselleria de Economía Sostenible, y se rige por el ordenamiento jurídico privado, una legislación específica y por lo que contemplan sus propios estatutos. En cuanto a los órganos de gobierno, y más allá del consejo de administración, presidido por el propio conseller, Rafa Climent, habrá una junta general. Por lo que respecta a los terrenos de la ampliación de IFA, ya han pasado a depender de la Sociedad de Proyectos para la Transformación Digital (SPTD), para la creación de un polo de atracción de empresas.