IFA se despide con un beneficio de 32.800 euros y su sucesora buscará acuerdos con operadores internacionales

De arrastrar una deuda de 75 millones de euros y estar al borde del embargo, a registrar un superávit de 32.800 euros en el último ejercicio. Es el vuelco que ha dado en los últimos siete años la situación económica de la Institución Ferial Alicantina (IFA), que este viernes ha celebrado su último patronato para aprobar la cesión de todos sus activos y pasivos a Fira Alacant SA, la nueva sociedad que tomará las riendas del recinto, dentro del plan de rescate diseñado por la Generalitat.

Una decisión que, en la práctica, supone la disolución de la asociación que hasta ahora gestionaba la feria de muestras, que en los últimos años ha presidido el heladero José Luis Gisbert, que se despide así del cargo. La transformación que no sólo permitirá la supervivencia de la feria, sino que también abre la puerta a expandir su actividad, por ejemplo, con la firma de convenios con otros operadores para traer nuevos certámenes desde el extranjero, una opción que ya se está explorando con algunos de los que se celebran en Frankfurt o Milán, según ha avanzado el conseller de Economía Sostenible, Rafa Climent, aunque aún no hay nada cerrado.

La reunión de este viernes se produce después de que el pasado martes IFA aprobara sus últimas cuentas, las del año pasado, en que consiguió unos ingresos de 3.082.000 euros y, una vez liberada de la deuda –asumida por la Generalitat a cambio de quedarse con la titularidad de los pabellones y los terrenos de la fracasada ampliación del recinto-, logró anotar un beneficio de 32.800 euros. Un resultado positivo desconocido desde hace muchos años y que, según ha recalcado la directora general, Beatriz Serrano, hubiera sido aún mayor si en el arranque de 2022 no se hubiera tenido que suspender Exponadal, por la última gran ola de covid.

De cara al nuevo ejercicio se prevé unos ingresos de 3,2 millones, a los que hay que sumar otros 2,5 millones que la Generalitat destinará a realizar la obras de puesta a punto de los pabellones, según ha apuntado el subsecretario autonómico de Economía, Natxo Costa.

Una vez aprobada la cesión de todos los activos y pasivos a Fira Alacant, hay que esperar a que el pleno del Consell dé su visto bueno a la operación el próximo viernes y, si todo va según lo previsto, la operación se publicará en el Boletín Oficial del Registro Mercantil el 28 de febrero. Entonces se abrirá un plazo de un mes para que aquellos que se consideren afectados por la cesión puedan reclamar. De esta forma, se prevé de la nueva sociedad se haga cargo de la gestión definitivamente el próximo 1 de abril, aunque con efectos desde el 1 de enero. Todo el proceso ha estado asesorado por la consultora ilicitana Gesem.

Nueva comisión

Por otra parte, puesto que la mayoría del consejo de administración de la nueva sociedad estará ocupada por cargos públicos, se ha optado por crear un nuevo órgano, la comisión de presidencias de comités organizadores de certámenes, que se quiere convertir en la práctica en el órgano de participación del empresariado en la estructura de la feria.

Al respecto, el conseller ha insistido en que el objetivo es reforzar el papel de la feria "como elemento dinamizador de la economía, al servicio de los sectores productivos de la zona". Por eso ha instado al empresariado a participar y sacar el máximo provecho al recinto. Desde la Generalitat se pretende incrementar la actividad de los pabellones con la celebración de congresos y eventos, y también se quiere aumentar el número de certámenes.

En concreto, Climent ha señalado que ya se han mantenido conversaciones exploratorias con algunos de los organizadores de certámenes en la feria de Frankfurt y la de Milán a las que suelen acudir las empresas alicantinas para vender sus productos con el objetivo de realizar algún tipo de "extensión" de estos certámenes en Alicante. Un paso que se espera conseguir, una vez consolidada la nueva estructura de la feria.