Los accidentes laborales mortales se triplican en la provincia y alcanzan la cifra más elevada en 14 años

La siniestralidad laboral en la provincia de Alicante no para de crecer, dejando su rastro más desgarrador en forma de fallecidos. Y es que el año pasado se cerró con nada menos que 35 accidentes mortales, seis de ellos en el trayecto de ida o vuelta al trabajo, lo que supone prácticamente el triple que el ejercicio anterior y la cifra más alta desde 2008. El paulatino incremento de la actividad empresarial tras la pandemia se esconde detrás de este alarmante registro, que tanto la patronal como los sindicatos consideran que se debe combatir a través de un plan de choque que implique tanto a los agentes socioeconómicos como a la Administración.

Los últimos datos publicados por el Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo (Invassat) revelan que la provincia de Alicante registró el año pasado 18.690 accidentes laborales, 16.028 de ellos con baja en la jornada de trabajo y 2.662 in itinere. Se trata de un incremento global del 5,5% con relación a 2021, cuando se produjeron 15.019 siniestros en la jornada de trabajo y 2.266 en el trayecto. Pues bien, siendo ya un crecimiento preocupante, lo peor de las cifras se encuentra en el apartado de los accidentes mortales, que se han triplicado en comparación con el ejercicio precedente, cuando tan solo se registraron 11, uno de ellos en los desplazamientos.

De acuerdo con la información recopilada, de los 29 fallecidos contabilizados en los centros de trabajo, 14 de ellos corresponden al sector de servicios, ocho al de la construcción, cuatro a la industria y tres a la agricultura. En lo que respecta a los seis in itinere, cinco son de los servicios y uno de la construcción.

El fuerte incremento registrado propicia que, para encontrar unas cifras más elevadas haga falta remontarse a 2008, justo en el momento en el que irrumpió la Gran Recesión, cuando se contabilizaron 37 accidentes mortales. En aquel momento, de los 27 fallecidos en la jornada laboral, también 14 correspondieron a los servicios, mientras que 10 se contabilizaron en la construcción y tres en la industria. En el apartado de los siniestros in itinere, hubo cinco muertes en los servicios, cuatro en la industria y uno en la construcción.

El aumento no ha sido tan importante en el conjunto de la Comunidad Valenciana, aunque también se ha registrado en el último año una subida del 34%% en el número de fallecidos, al pasar, en conjunto, de 70 a 94.

Esos repuntes, en cualquier caso, han levantado todas las alarmas, de ahí que tanto sindicatos como empresarios coincidan en la necesidad de tomar medidas al respecto. El secretario de Salud Laboral de CC OO-PV, Jaume Mayor, no duda a la hora de señalar que la evolución creciente de la siniestralidad “es más que preocupante. Los datos son demoledores y obligan a implementar medidas que corrijan esta situación”. En este sentido, considera prioritaria una mejora constante de la prevención tanto de accidentes como de enfermedades profesionales, adaptando las acciones a las diversas realidades de las empresas y de los trabajadores.

Por su parte, la secretaria de UGT en l’Alacantí-Les Marines, Yaissel Sánchez, ya ha insistido en más de una ocasión en el cumplimiento exhaustivo de los planes de prevención de riesgos laborales en las empresas, así como en la creación de la figura del delegado de prevención itinerante para las firmas de menor tamaño.

Desde la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV), su presidente, Salvador Navarro, apuesta por elaborar un plan de choque autonómico, dotado de recursos, con medidas concretas para atajar la siniestralidad.