Los empresarios del calzado piden a la Inspección de Trabajo claridad sobre los fijos discontinuos

Avecal denuncia la existencia de criterios distintos a la hora de valorar la utilización de estos contratos

Una aparadora en una fábrica de Petrer.

Una aparadora en una fábrica de Petrer. / AXEL ALVAREZ

David Navarro

David Navarro

"Desconcierto" y "preocupación" entre las empresas de calzado por la falta de claridad de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social a la hora de valorar la aplicación de los contratos fijos discontinuos en el sector, que puede obligar a las compañías a transformar en indefinidos ordinarios a miles de empleados y poner fin a la flexibilidad con la que trabajan las fábricas para adaptarse a las temporadas que marca la moda.

Aunque desde que se aprobó la Reforma Laboral los empresarios ya temían un endurecimiento de los criterios para mantener esta figura del fijo discontinuo, el problema ha llegado a raíz de las comunicaciones que están recibiendo las compañías y que, por ejemplo, incluyen porcentajes de jornada anual distintos a la hora de exigirles que conviertan en indefinidos ordinarios o no a sus empleados. Una disparidad de criterios que provoca que los propios fabricantes no sepan a qué atenerse y que está provocando más de un disgusto.

Tanto la patronal nacional FICE, como la autonómica Avecal ya han solicitado una reunión con la dirección de la Inspección de Trabajo para que les aclare la situación y las empresas puedan seguir algún tipo de guía.

"El problema aquí no es el cambio normativo que se ha producido, sino la forma arbitraria en la que la Inspección de Trabajo y Seguridad Social está aplicando los parámetros temporales para examinar la contratación de empleados indefinidos, que han prestado sus servicios de forma fija discontinua en la empresa", denuncia la presidenta de Avecal, Marián Cano, que señala que la interpretación que está realizando la Autoridad laboral de la nueva normativa "pone en peligro la viabilidad de las empresas y responde a un desconocimiento absoluto de nuestro sector".

Una fábrica de calzado en Petrer.

Una fábrica de calzado en Petrer. / AXEL ALVAREZ

"Necesitamos que la aplicación de los criterios se unifique, porque de no hacerlo será muy complicado que las empresas del sector puedan desarrollar su actividad manufacturera e industrial en nuestro país, y sostengan los miles de empleo que generan", insiste Cano.

Según explican desde Avecal, el primer problema llega con los algoritmos que la Inspección de Trabajo está utilizando para calcular las jornadas realizadas por los empleados de las empresas que visitan, que no tienen en cuenta el carácter cíclico de su actividad. Pero, además, se están dando casos de actas que reclaman transformar contratos de trabajadores que han hecho menos porcentaje de jornada a lo largo del año que otros, sin saber los motivos, según los empresarios. Incluso varían los periodos de tiempo examinados para determinar la jornada máxima que puede realizar un fijo discontinuo, lo que también da pie a resultados distintos ya que, como recuerdan, se trata de una industria con unos picos de producción muy marcados por las dos temporadas que suelen realizarse, la de verano y la de invierno.

"Creemos que existe un profundo desconocimiento de cómo funciona el sector del calzado por parte de la ITSS, que por desgracia está derivando en un grave desequilibrio y desigualdad para nuestro sector frente a otros sectores industriales", apunta la presidenta de Avecal.

Desde la patronal se pide igualmente una mayor coordinación entre los inspectores para evitar duplicidades cuando se solicita la documentación a la empresas y así poder agilizar el procedimiento, puesto que se han detectado varios casos en los que un inspector ha solicitado una documentación que ya había sido entregada por la empresa semanas antes a otro inspector.