Alicante es la quinta provincia con los salarios más bajos tras caer cinco puestos desde 2019

Los 1.810 euros mensuales la sitúan solo por delante de Zamora, Jaén, Cáceres y Badajoz

Una camarera atiende a los clientes en la terraza de un restaurante de Alicante.

Una camarera atiende a los clientes en la terraza de un restaurante de Alicante. / ALEX DOMINGUEZ

M. Vilaplana

M. Vilaplana

De mal en peor. Así están evolucionando los salarios en Alicante con relación a lo que sucede en el conjunto de España. Y es que si en 2019, antes de que irrumpiese la crisis del covid, la provincia era la décima con los sueldos más bajos, apenas cuatro años después ha pasado a convertirse en la quinta tras una caída en el ranking de cinco puestos. Así, los 1.810 euros mensuales la sitúan solo por delante de Zamora, Jaén, Cáceres y Badajoz, los únicos territorios en los que los trabajadores perciben menores remuneraciones. Muy lejos de los 2.105 euros de media a nivel nacional, y a años luz de los 2.559 de Álava, que encabeza el listado. Los sindicatos atribuyen los bajos salarios al gran peso de la hostelería e insisten en la necesidad de introducir cambios en el modelo productivo. La patronal, por su parte, destaca que los convenios están recogiendo importantes subidas salariales, aunque advierte de que las mismas no pueden comprometer la viabilidad de las empresas.

Los últimos datos relativos a las bases medias de cotización de la Seguridad Social dibujan un panorama más que preocupante en lo que respecta a las retribuciones de los trabajadores alicantinos. Y es que la provincia ha ido perdiendo puestos en el ranking, hasta quedar situada la quinta por la cola. Los 1.810 euros de salario mensual medio solo le sirven para estar por delante de los 1.804 euros de Zamora, los 1.803 de Jaén, los 1.781 de Cáceres y los 1.758 de Badajoz. En los últimos cuatro años le han superado en el ranking Huelva, Almería, Córdoba, Granada, Cuenca y Cádiz, que hasta ahora se habían mantenido por detrás.

El salario mensual medio de un español está fijado en estos momentos en 2.105 euros, siendo los alaveses los que perciben los mayores sueldos medios de todo el país con 2.559 euros, seguidos por los guipuzcoanos con 2.553 y los vizcaínos con 2.510, lo que pone en evidencia la situación predominante de las provincias vascas. Le siguen, a continuación, Madrid con 2.351 euros y Barcelona con 2.333.

La de Alicante, como es obvio, también es la provincia con los salarios más bajos del conjunto de la Comunidad Valenciana, toda vez que Valencia cuenta con unos sueldos medios de 2.007 euros y Castellón de 2.017.

Sindicatos

A la hora de concretar las razones por las que los alicantinos están a la cola en percepciones salariales, los sindicatos coinciden en apuntar al gran peso del sector de la hostelería. Según señala la secretaria general de UGT en l’Alacantí y Les Marines, Yolanda Díaz, «este es un mal endémico que venimos arrastrando en un territorio como este, en el que dependemos tanto de un sector de actividad en el que los salarios son bajos, y además ha existido hasta el momento una alta rotación y una acusada temporalidad». 

Y, en este sentido, también expresa su convencimiento de que la falta de camareros que viene denunciando el sector hostelero no es real. «Aquí -enfatiza- no faltan trabajadores, sino mejores condiciones laborales. Si los empresarios quieren retener a sus profesionales, lo que tienen que hacer es mejorarles sus sueldos».

Pese a todo, Díaz se muestra convencida de que hay elementos que van a contribuir a mejorar el ranking provincial en materia salarial, como es el caso del último convenio para la hostelería, que establece incrementos salariales significativos en cuatro años, así como la reforma laboral, que está reduciendo la temporalidad.

Desde esta central, en cualquier caso, se insiste en la necesidad de introducir cambios en el modelo productivo, sobre la base, apunta la dirigente sindical, de que «la industria ofrece puestos de trabajo de mayor calidad y, también, mejor retribuidos. Solo hace falta ver lo que sucede en la provincia de Castellón, que tiene salarios mucho más elevados gracias a la industria cerámica».

En términos muy parecidos se expresa Raül Alcocel, secretario general de CC OO en las Comarcas Centrales, quien señala que «la hostelería es un sector muy desregularizado y precarizado, y aunque se acuerden incrementos salariales, después es difícil vigilar que se cumplen las condiciones pactadas, porque la inspección llega a donde llega. Además, nos encontramos con que la negociación colectiva no alcanza a todos los sitios, lo que deteriora, y mucho, el sistema de relaciones laborales».

Alcocel coincide con que la industria ofrece una empleo de mayor calidad, pero alerta de que en la provincia alicantina «hay una muy baja productividad, lo que, evidentemente, se refleja en los salarios». Y, en este punto, insta a las Administraciones a tener un papel más activo. Según sus palabras, «se tiene que ayudar a aquellos sectores y empresas que lleven a cabo inversiones productivas. No vale el café para todos».

Empresarios

¿Y qué es lo que opina la patronal a este respecto? El presidente de la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV), Salvador Navarro, destaca que los convenios pactados recogen importantes subidas salariales, y que los que están ahora mismo en fase de negociación siguen la misma línea. Con todo, también advierte de que esas subidas «no pueden comprometer la viabilidad de las empresas. Tengamos en cuenta que nuestro tejido productivo está formado mayoritariamente por pymes, que soportan también un importante aumento de los costes laborales y que no pueden trasladarlo a sus márgenes empresariales».

Así las cosas, el representante de los empresarios asevera que, en ningún caso, se pretende poner freno a unos justos incrementos salariales, pero subraya que, del mismo modo, «ayudaría que no se aumenten las cotizaciones sociales o la presión fiscal, y que se adecue mejor la formación a la realidad empresarial».

Retribuciones 637 euros inferiores a las de la UE

El salario medio de la Comunidad Valenciana es 637 euros mensuales menor que el de la media en la Unión Europea (UE), según un informe realizado por el grupo Adecco, tomando como punto de partida datos de Eurostat y de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral en España. La diferencia más amplia se produce con relación a Luxemburgo, donde un empleado de aquel país gana 2.048 euros mensuales más que un valenciano.

El informe resalta que hay 12 países que tienen salarios más altos que los de la Comunidad Valenciana. Y pone como ejemplo la brecha salarial entre la Comunidad y Alemania, que alcanzó en 2022 los 1.483 euros mensuales. Esta diferencia significa, por ejemplo, que un asalariado medio valenciano necesita trabajar casi 23 meses para tener un ingreso similar al que tiene un asalariado medio alemán en un año.

Pese a lo anterior, resalta el estudio de Adecco, el nivel de las remuneraciones en la Comunidad Valenciana resulta envidiable para 15 países de la UE, que tienen salarios más bajos. El caso extremo surge de la comparación con Bulgaria, que tiene una diferencia mensual de 1.015 euros menos al año. Esto quiere decir que un asalariado medio valenciano gana en menos de cinco meses lo mismo que un asalariado medio de Bulgaria en todo el año. Es decir, que un trabajador búlgaro tardaría casi 31 meses en ganar lo mismo que un asalariado medio valenciano en un año.

Sin alcanzar una magnitud tan amplia, la ventaja salarial de la Comunidad es abultada en comparación con el vecino Portugal. El salario es aquí 510 euros mensuales más alto que en el país luso, por lo que un asalariado medio valenciano gana en poco más de ocho meses lo mismo que uno de Portugal a lo largo de un año.