El calzado lidera la caída de la producción industrial en la Comunidad Valenciana

El sector manufacturero sufre en julio su mayor golpe desde el estallido de la pandemia, con una contracción de la actividad del 6,4%, que supera el 26% en el caso de la fabricación de zapatos

Varios modelos de calzado expuestos en una feria.

Varios modelos de calzado expuestos en una feria. / Matías Segarra

David Navarro

David Navarro

La industria de la Comunidad Valenciana está sufriendo con especial intensidad las consecuencias de la ralentización del consumo provocado por la inflación y la subida de tipos, que empiezan a tener importantes repercusiones en la actividad de muchas fábricas. Una situación especialmente preocupante en el caso del calzado, que el pasado mes de julio fue el sector de la autonomía que más recortó su producción para adaptarse a la nueva realidad del mercado, según los datos difundidos este viernes por el INE y el Instituto Valenciano de Estadística.

En términos generales, la caída del poder de compra de los consumidores y la incertidumbre sobre la evolución económica llevaron al conjunto del sector manufacturero de la autonomía a un descenso de su actividad del 6,4% en tasa interanual, en lo que supone la mayor contracción de este indicador desde el estallido de la pandemia. Una contracción que, además, fue muy superior a la registrada en el conjunto del país, donde el Índice de Producción Industrial solo retrocedió un 1,8%.

El mayor frenazo se produjo en el caso del calzado, donde los fabricantes redujeron su producción hasta un 26,2% sobre las cifras de julio del año pasado, con lo que el acumulado del año ya anota un descenso del 15%, según las mismas fuentes. Una realidad de la que son muy conscientes los propios empresarios, que llevan tiempo advirtiendo de los cambios en las tendencias de consumo. "Si la inflación obliga a las familias a gastar más en productos básicos, es lógico que recorten otro tipo de partidas, y la moda no es una prioridad", recuerda la presidenta de Avecal, Marián Cano.

Evolución del Índice de Producción Industrial.

Evolución del Índice de Producción Industrial.

Un recorte que, de momento, se está dejando sentir con mayor intensidad en los mercados europeos, donde las familias reaccionan antes para ajustar sus presupuestos, que en España, donde estos cambios suelen tardar más en notarse, según explica Cano. Así, el sector mira con especial preocupación lo que está ocurriendo en Alemania, donde la inflación y la guerra de Ucrania incluso han llevado al concurso de acreedores a algunos importantes distribuidores del sector, como pudieron comprobar los productores en la reciente feria de Dusseldorf.

Menos inversión

Junto con el calzado, el segundo sector que más ha reducido su producción es el de la fabricación de maquinaria y equipo, con un retroceso del 25,3% en julio y un 19% en el acumulado del año. Una mala noticia, según constata el presidente de la Federación de Empresarios del Metal de Alicante (Fempa), Luis Rodríguez, si se tiene en cuenta que las ventas de maquinaria suponen un "termómetro" de las previsiones del resto de sectores, y una caída en las mismas indica que se están paralizando las inversiones o la renovación de equipos.

"Hay mucha preocupación, porque las previsiones son negativas y la sensación es que vamos a acabar el año bastante peor de lo que lo empezamos, que la situación creada con la inflación y el endurecimiento del crédito empieza a pasar factura", insiste Rodríguez.

Lo cierto es que los descensos de actividad alcanzan ya a casi todas las ramas de actividad, con la excepción de la industria alimentaria, que anota un avance interanual del 3,9% en julio; y de la producción de material electrónico e informático, que se incrementa un notable 28,8% en junio y un 43% en el acumulado del año.

Una aparadora en una fábrica.

Una aparadora en una fábrica. / TONY SEVILLA

Por el contrario, la producción de azulejos refleja un retroceso del 20,1% -a la situación general, se suma el problema del precio del gas que sufren los productores castellonenses-; la de productos minerales no metálicos, donde se encuadra el mármol, cae otro 12,7%; y el textil anota un descenso del 6,8%, que llega al 8,7% en el conjunto de los primeros siete meses del año. "Hemos tenido dos años buenos tras la pandemia, pero ahora estamos sufriendo como todos la caída del consumo en toda Europa", reconoce el presidente de Ateval, Pepe Serna.

Eso sí, de momento, el recorte en la actividad de las fábricas aún no se está traduciendo en despidos, salvo contadas excepciones. En el caso del calzado, por ejemplo, los productores se benefician de la flexibilidad que proporciona el uso de los contratos fijos-discontinuos y en el resto, de momento, los empresarios prefieren esperar antes de tomar cualquier decisión. Todos los consultados reconocen que será clave lo que ocurra en los próximos meses.

De momento, las señales que llegan desde el Banco Central Europeo no auguran nada bueno, ya que la persistencia de la inflación en la mayoría de países europeos apunta a que los tipos de interés se mantendrán altos durante bastante tiempo, lo que seguirá enfriando la economía de todo el continente y, por tanto, la demanda de sus consumidores.