La inversión extranjera en la Comunitat Valenciana se duplica hasta junio impulsada por la compra del IVI

La autonomía suma en el primer semestre del año 2.267 millones de euros en inyecciones de capital procedentes del extranjero, más del doble que el año pasado y el segundo mejor registro de España, solo superados por Madrid

Juanma Vázquez

Juanma Vázquez

El atractivo de la Comunitat Valenciana y sus empresas en el extranjero sigue mejorando, tanto que en el primer semestre del año la aportación de capital procedente de otros países se ha incrementado más del doble respecto a los 980 millones de euros registrados el pasado ejercicio. En concreto, según los datos reflejados desde este miércoles en el Registro de Inversiones Extranjeras DataInvex de la Secretaría de Estado de Comercio, la autonomía recibió inversiones por valor de 2.267 millones de euros entre enero y junio, casi una quinta parte de los 12.000 millones que se inyectaron desde el extranjero en España y el segundo mejor dato tras el de Madrid (7.579 millones).

Al frente de toda esta evolución económica, un desembolso mayoritario en la autonomía como el del fondo de inversión estadounidense KKR para hacerse con el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI-RMA Global) a través de una sociedad de Luxemburgo, país -que ofrece una amplia seguridad jurídica, convirtiéndolo en una de las primeras plazas a nivel mundial en creación de vehículos de inversión- desde donde procedieron 1.863 millones de capital extranjero en el primer semestre.

Sin embargo, más allá de esta operación puntual, el atractivo valenciano para la inversión se encuentra al alza. Lo explica así el presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, José Vicente Morata, quien señala que sin esta compra "las inversiones siguen subiendo un 60 %", algo que representa "una buena noticia porque muestra la valoración que tienen nuestras empresas". En este sentido, el dirigente destaca que se están viendo adquisiciones recientes de firmas valencianas en ámbitos como la cerámica, la industria agroalimentaria -ejemplificado, entre otros, por la adquisición por cerca de 300 millones de Bollo- o los componentes de automóviles, a los que se suman "los de renovación y ampliación" de instalaciones.

Países de procedencia

Son buenos síntomas que también se perciben cuando se analizan los principales focos de la inversión extranjera en la autonomía, países cuyos datos se encuentran mayoritariamente en clara evolución positiva. Por ejemplo, desde Países Bajos se invirtieron 73,8 millones en el primer semestre, multiplicando por diez los flujos del pasado ejercicio, donde no se alcanzaron los siete. En otros casos como el de Reino Unido, los 35 millones de euros registrados en el inicio de 2023 suponen casi duplicar los 20 millones del año pasado.

Asimismo, en los primeros puestos de aportaciones foráneas también sobresalen la inversión austriaca (51,5 millones) o la belga (35,7 millones), datos que no se habían anotado en los últimos años como tampoco ha pasado con Suiza, que con sus 109 millones de euros en el segundo semestre se convierte en un país de referencia. Sin ir más lejos, recuerda Morata, además de servir como intermediario para otros países -como sucede con Luxemburgo- también "tiene grandes empresas en la industria farmacológica y otros sectores", entre ellos por ejemplo el ferroviario con Stadler.

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