Así ayudarán los espacios de datos a decidir cuándo hay que enchufar el coche eléctrico

La iniciativa Gaia X lidera la propuesta europea para lograr una explotación justa de la información que generan empresas y ciudadanos para fomentar el desarrollo económico y social

Un momento de la sesión abierta que han mantenido este viernes los responsables de Gaia X en Casa Mediterráneo.

Un momento de la sesión abierta que han mantenido este viernes los responsables de Gaia X en Casa Mediterráneo. / Información

La expansión de internet y la digitalización hasta de las actividades más corrientes que realizamos a diario han provocado en los últimos años una auténtica batalla por el control de los millones de datos de todo tipo que se generan a diario. Una lucha en la que, por lo general, son las grandes corporaciones tecnológicas las que tienen las de ganar. Sin embargo, desde Europa se plantea otra alternativa y, a través de la iniciativa Gaia X, se trabaja para crear grandes espacios de datos en los que se pueda intercambiar de forma segura y, sobre todo, soberana –es decir, voluntaria y manteniendo el control- todo este flujo de información.

El objetivo es que todo aquel que lo desee pueda tener acceso a datos de calidad de forma justa y se generen nuevas oportunidades de negocio que contribuyan al desarrollo económico y social. En definitiva, facilitar el acceso a este nueva materia prima de la economía digital.

En concreto, la misión de Gaia X es crear los estándares tecnológicos y fomentar las infraestructuras que permitan este flujo de datos en el mercado y durante los últimos dos días los responsables de los distintos hubs nacionales de la iniciativa se han reunido en Alicante, en Casa Mediterráneo, para ponerse al día de sus avances y también tratar de explicar al público la importancia de lo que hacen.

Del transporte a la agricultura

Se ha analizado, por ejemplo, cómo varios de los principales operadores de transporte de Francia ya colaboran en este intercambio de información, lo que está facilitando mejorar la eficiencia de los vuelos, y una mejora de la calidad del servicio. También cómo pueden utilizarse para ganar productividad en las explotaciones agrarias, teniendo en cuenta desde datos de consumo en los supermercados a condiciones climatológicas.

La vicepresidenta Calviño ha participado por vídeo en el encuentro.

La vicepresidenta Calviño ha participado por vídeo en el encuentro. / Pilar Cortés

Así, durante una sesión abierta a las preguntas del público, el CEO de Gaia X a nivel europeo, Ulrich Ahle, ha destacado cómo este intercambio de datos justo puede beneficiar desde las grandes corporaciones a los consumidores finales. A modo de ejemplo, el experto ha recordado cómo su país, Alemania, ha decidido cerrar las plantas nucleares, lo que provoca que el suministro de energía dependa cada vez más de fuentes renovables, como la eólica y la solar, y, además, también de instalaciones más pequeñas y distribuidas. Una situación que se combina con una creciente demanda.  

"Necesitamos instrumentos -y los espacios de datos son esos instrumentos-, para poder gestionar no tanto la producción, como el consumo. Es simple, mi coche eléctrico se cargará cuando haya suficiente sol o suficiente viento y esto es imposible sin soluciones digitales basadas en espacios de datos", ha explicado durante su intervención.

Pero la importancia de crear estos intercambiadores va más allá. Como ha señalado el COO de Gaia X, Roland Fadrany, al regular el mercado del dato también se garantiza que esos datos sean fiables y de calidad, lo que resulta clave, por ejemplo, a la hora de entrenar los algoritmos que hay detrás de la inteligencia artificial. "Si los datos son seguros, el resultado de los algoritmos será seguro", ha apuntado.

Lo que también han dejado claro los responsables de la iniciativa durante el acto -en el que también ha participado el presidente del hub español, Daniel Sáez, y el CTO de Gaia X, Pierre Gronlier, y la presidenta de la organización, Catherine Jestin- es que, para tener éxito en su empeño y lograr un mercado del dato justo, Europa necesita que sus estándares y sus valores sean adoptados de forma global. Algo que aseguran que conseguirán cuando quede claro el beneficio económico de la creación de estos espacios de datos.  

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