El Puerto de Alicante cede a Innovación las antiguas naves de Amaro para crear un centro formativo de IA

El nuevo Gobierno autonómico mantiene la apuesta por transformar el recinto portuario en un hub tecnológico y ejecutará un proyecto que dio sus primeros pasos con el Botànic

Antiguas dependencias de la empresa Pescados Amaro González, donde está previsto que se ubique el centro tecnológico.

Antiguas dependencias de la empresa Pescados Amaro González, donde está previsto que se ubique el centro tecnológico. / Héctor Fuentes

M. Vilaplana

M. Vilaplana

El nuevo Gobierno autonómico liderado por Carlos Mazón mantiene la apuesta por transformar el Puerto de Alicante en un hub tecnológico de primer orden. Y es que a la nueva sede de Distrito Digital inaugurada por el Botànic, se le va a sumar ahora un centro formativo y de investigación relacionado con la inteligencia artificial (IA). Será en las antiguas naves de la empresa Pescados Amaro González, después de que este martes el pleno del Consell aprobase un convenio con la Autoridad Portuaria, por medio del cual las instalaciones pasan a manos de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo. Se trata de un proyecto que empezó a dar sus primeros pasos también de la mano del anterior Ejecutivo, pero que ahora va a acometer el nuevo Gobierno introduciendo sus propios matices.

Fue el pasado mes de marzo cuando se inauguraba en el recinto portuario el denominado Distrito Digital 5, un espacio conformado por cuatro edificios con todos los servicios necesarios para la implantación de startups, empresas y multinacionales de perfil tecnológico. Pues bien, la apuesta por el Puerto en esta materia va a tener continuidad, con la creación ahora de un centro formativo en innovación, competencias digitales y tecnologías en el ámbito de la inteligencia artificial y los demostradores de contenidos digitales al servicio de las pymes y de la comunidad investigadora. También está previsto que funcione como espacio de asesoramiento en el desarrollo de aplicaciones relacionadas con las tecnologías disruptivas, como la propia inteligencia artificial, blockchain, big data, internet de las cosas o 5G, entre otras.

Convenio

Así se informó este lunes, después de que el pleno del Consell diera luz verde al convenio con la Autoridad Portuaria de Alicante, por medio del cual pone a disposición de la Conselleria de Innovación las antiguas naves de Amaro. Lo que se persigue es recuperar este enclave abandonado, de más de 5.000 metros cuadrados de superficie, en una zona próxima a la ciudad y buena conexión con medios de transporte, como un espacio dirigido a investigadores en el que puedan formarse, experimentar y asesorarse en tecnologías innovadoras.

El personal técnico del departamento autonómico dirigido por Nuria Montes trabaja en la redacción del proyecto de condiciones y necesidades técnicas. Según ha manifestado la propia consellera, «se trata de una iniciativa de alto impacto social, puesto que permitirá acelerar el conocimiento de las tecnologías vinculadas a la inteligencia artificial a diferentes perfiles de personas». Y todo ello, añade, ofreciendo, por un lado, «espacios de investigación y oportunidades de transferencia, sobre todo a las pymes, el perfil mayoritario en la Comunidad Valenciana», y, por otro, «sensibilizando a la ciudadanía y formándola acerca de las ventajas y peligros de las nuevas tecnologías».

De hecho, uno de los propósitos del nuevo centro tecnológico será la formación en competencias digitales de jóvenes y mujeres, con la finalidad de facilitar su empleabilidad y permanencia en el mercado de trabajo.

Montes también ha defendido la importancia de aprovechar estos espacios portuarios para transformarlos en ecosistemas tecnológicos que atraigan a empresas, instituciones de investigación, startups y personas emprendedoras, generando, además, riqueza en las ciudades. Y asevera, en este sentido, que con esta actuación «la Generalitat quiere afianzar el liderazgo del Puerto de Alicante como motor económico de la ciudad y polo de atracción de empresas».

La ocupación de las antiguas instalaciones de Amaro será por un periodo de 30 años, prorrogables por cinco más. La conselleria abonará el importe correspondiente a la tasa por ocupación privativa del dominio público portuario, que es de 61.324 euros anuales. El total, por tanto, ascenderá a 2.146.340 euros, sin contar con las actualizaciones previstas por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. A cambio, la Autoridad Portuaria cederá al Consell una parcela de 4.623 metros cuadrados, más 780 metros cuadrados de la calle de acceso. El proyecto también es susceptible de percibir financiación de la Unión Europea (UE) a través de los Fondos Feder.