La reforma laboral reduce la temporalidad a mínimos históricos en Alicante

El porcentaje de trabajadores con empleos precarios se ha desplomado a poco más de un tercio del que existía antes de la aplicación de la nueva normativa

Una fábrica de calzado en el municipio de Elda.

Una fábrica de calzado en el municipio de Elda. / Áxel Álvarez

Cuando todavía no se han cumplido ni dos años de su aprobación, los impulsores de la reforma laboral pueden dar por cumplido su principal objetivo, que no era otro que acabar con el abuso de la contratación temporal. Los últimos datos de afiliación de la Seguridad Social no dejan lugar a las dudas: la cifra de trabajadores con contratos precarios se ha reducido a mínimos históricos en toda España y, en el caso de Alicante, la provincia ha pasado de presentar una tasa de temporalidad superior a la media a mejorar los datos nacionales en más de dos puntos.

Si en noviembre de 2021 hasta un 28,2% de todos los asalariados dados de alta en la provincia tenían que conformase con un empleo temporal que, en el mejor de los casos, les permitía ir encadenando contratos, en la actualidad la cifra se ha desplomado hasta situarse en el 10,5%, apenas un tercio de la cifra inicial.

Pero, además, se trata de una caída incluso más significativa que la registrada en el conjunto del país, donde los trabajadores que sufren este tipo de precariedad también han descendido del 27,3% al 12,9% en el mismo periodo. Eso sí, en el caso de Alicante ha habido un mayor aumento de ocupados fijos discontinuos –aquellos que solo tienen garantizado trabajar una parte del año-, que, tras los cambios introducidos, se han incrementado del 5,9% al 9,4% del total de ocupados, cuatro puntos más que a nivel nacional.

Una fábrica de turrón en Xixona.

Una fábrica de turrón en Xixona. / David Revenga

Este aumento de los fijos discontinuos es uno de los argumentos que a menudo utilizan los detractores de la reforma laboral para asegurar que lo único que se ha hecho es enmascarar la precariedad. Sin embargo, los datos lo desmienten.

En este tiempo la modalidad que más ha aumentado su peso en el mercado laboral alicantino ha sido la indefinida, que ha pasado del 55% al 69,2% de todos los afiliados, 14 puntos más. Y, en concreto, los indefinidos a tiempo completo, que suponen ya el 52,2% frente al 43,1% de hace dos años. Hay que tener en cuenta, además, que estos porcentajes no incluyen a los funcionarios que, al no tener un contrato como tal, se incluyen en otra categoría, junto con los cuidadores no profesionales, que suman otro 10% de la fuerza laboral.

En términos absolutos, esto significa que desde noviembre de 2021 se han creado o se han transformado en indefinidos hasta 105.108 puestos de trabajo, mientras que la cifra de fijos discontinuos solo ha aumentado en 22.185.

Valoración unánime

Con estas cifras no resulta extraño que sindicatos y patronal coincidan en valorar como un rotundo éxito una normativa que consensuaron a tres bandas con el Gobierno. "Ha tenido un impacto positivo en la estabilidad laboral, pero sin renunciar a la flexibilidad necesaria para determinados sectores, como el turismo o el comercio, claves para Alicante. Desde nuestro punto de vista, esta medida ha reportado beneficios tanto a las empresas -al ofrecerles seguridad-, como a los trabajadores", asegura el presidente de la CEV, Salvador Navarro.

Ahora la gran duda es si esta reforma ha agotado ya su recorrido o si aún deja margen para seguir mejorando la situación, como cree el presidente de los empresarios de la Comunidad, siempre "que se acierte en las políticas activas de empleo y en el diseño de una formación más efectiva".

Una camarera atiende a los clientes de una terraza en Alicante.

Una camarera atiende a los clientes de una terraza en Alicante. / Pilar Cortés

Más dudas tiene el profesor de Análisis Económico de la Universidad de Alicante Julián López Milla, que recuerda "que en Alicante tienen mucho peso sectores como el turismo, que siguen siendo muy estacionales". En cualquier caso, López Milla también recalca el enorme salto que ha supuesto la aplicación de la reforma.

Para el secretario de Empleo de CC OO en l'Alacantí-les Marines, José María Ruiz Olmos, es la mejor prueba de que las políticas para fomentar la calidad del empleo también pueden ser un revulsivo para el crecimiento económico. Además, apunta a los siguientes objetivos que, a su juicio, deben pasar por combatir la economía sumergida y un cambio en el modelo productivo, que genera empleos de mayor cualificación y, por tanto, con mejores salarios.

"La reforma ha permitido dar estabilidad a las plantillas y eso ha repercutido positivamente en el funcionamiento de toda la economía", insiste la secretaria general de UGT en l'Alacantí-la Marina, Yolanda Díaz, que recuerda que los últimos cambios también supusieron la recuperación de otros derechos, como el mantenimiento de la ultraactividad de los convenios, que también ha favorecido una mejora de las condiciones laborales.

Suscríbete para seguir leyendo