Entrevista | Begoña Pérez Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de Alicante (UA)

«La inteligencia artificial conseguirá pillar a los defraudadores, a veces a costa de los derechos de los contribuyentes»

El interés por la inteligencia artificial y por su uso por parte de la Administración tributaria ha sido una constante en su carrera académica

Es miembro del equipo de investigación de la Cátedra ENIA de la UA para el desarrollo de una inteligencia artificial ética y responsable, y considera que se debe regular el uso de la IA con un marco normativo para poner límites a su uso abusivo, aunque señala que es muy eficaz contra el fraude

La catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de Alicante posa en el campus universitario.

La catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de Alicante posa en el campus universitario. / Héctor Fuentes

Rubén Míguez

Rubén Míguez

La catedrática de la UA, Begoña Pérez, habla muy claro y con un gran conocimiento mezclando dos asuntos que pueden parecer que nunca se irían juntos, como el derecho tributario y la inteligencia artificial, pero que la Administración tributaria está conectando. El fisco intenta siempre que nadie se escape a sus controles, pero, como señala Pérez, sin la IA la lucha que lleva contra el fraude fiscal estaría tan limitada como hasta hace poco tiempo. La IA crea hasta perfiles de contribuyentes con más riesgo de defraudar. Eso sí, esta experta en inteligencia artificial, que ha sido miembro investigador en más de 15 proyectos de investigación, pone el foco ene que es necesario un marco normativo para evitar los abusos contra los derechos de los contribuyentes que se vienen dando. Es autora de cinco monografías y de unos 90 artículos de investigación y capítulos de libro. Además, ha participado en más de 60 congresos nacionales e internacionales.

A lo largo de estos años, ha impartido docencia no solo en todos los estudios -tanto de grado como de máster- de la Universidad de Alicante, donde desarrolla su carrera académica desde hace 22 años, sino también en otras universidades nacionales y europeas.

En 2020 fue concedido, por el Ministerio de Ciencia e Innovación, el proyecto de investigación "Data Science y Machine Learning en el ámbito tributario", del que fue investigadora principal junto al profesor Jorge Martín, lo que le permitió especializarse en la problemática del uso de la IA por la Administración tributaria.

Posteriormente, sus trabajos de especialización en esta temática continuaron gracias a su participación en distintas iniciativas desarrolladas en el marco de la UA como el Grupo de Investigación de Excelencia de la Generalitat Valenciana Prometeo 2020, "El Derecho Financiero y Tributario ante el reto de la innovación Científica y Tecnológica", liderado por la profesora de la UA Amparo Navarro, o su participación en diversos proyectos del Centro de Inteligencia Digital (CENID) dirigidos por la profesora de esa universidad, Nuria Fernández. Y es miembro de equipo de investigación de la recientemente concedida Cátedra ENIA de la UA para el desarrollo de una inteligencia artificial ética y responsable, dirigida por el profesor de la UA Juan Carlos Trujillo. La Universidad ha solicitado a la Generalitat Valenciana la concesión de nuevas ayudas Prometeo, así como una ayuda al Ministerio de Universidades para desarrollar un plan de investigación en IA en cooperación con otras universidades españolas.

¿De qué manera puede contribuir la inteligencia artificial de la que tanto se habla últimamente?

La IA tiene el potencial de cambiar la sociedad tal y como la conocemos, siendo innumerables sus aplicaciones que abarcan desde la detección temprana de enfermedades hasta su aplicación en el arte. En el ámbito del Derecho Tributario la IA está llamada a mejorar la aplicación del sistema tributario aumentando la eficacia de la actuación de la Administración tributaria y simplificando el cumplimiento de las obligaciones tributarias para los contribuyentes.

IA, administración pública y gestión tributaria, ¿son compatibles?

Por supuesto, no solo son compatibles, sino que están llamadas a ser aliadas si se quiere asegurar la eficacia de la actuación administrativa. Eso sí, siempre que se cuente con un marco jurídico adecuado que garantice los derechos de los contribuyentes frente al uso de la IA por la Administración tributaria.

«El uso de la IA por la Administración sin un marco normativo pone en riesgo desde derechos humanos fundamentales, como a la intimidad, o la protección de datos»

¿Se cuenta con un marco jurídico que asegure los derechos y garantías de los contribuyentes?

No, el marco normativo regulador de la IA no se ha desarrollado de forma acompasada a la implantación de las herramientas de IA y, en consecuencia, hay situaciones en los que los derechos y garantías de los contribuyentes se ven en riesgo. Desgraciadamente, esta es una situación presente en la práctica totalidad de los países cuyas Administraciones tributarias utilizan herramientas de IA, incluidos nuestros vecinos europeos. Es, precisamente, una de las principales reivindicaciones que desde nuestro grupo de investigación hemos llevado a cabo: la necesidad de contar con un marco legislativo regulador del uso de la IA por la Administración tributaria que garantice el respeto a los derechos de los contribuyentes.

La catedrática Begoña Pérez es una de las mayores expertas en inteligencia artificial de la provincia.

La catedrática Begoña Pérez es una de las mayores expertas en inteligencia artificial de la provincia. / Héctor Fuentes

¿Cómo se debería regular?

Puesto que las Administraciones tributarias ya están recurriendo al uso de herramientas de IA debería procederse a la mayor brevedad a dotar a las Administraciones tributarias del marco normativo necesario para llevar a cabo estos usos. Lo deseable sería que el primer paso fuera contar con una base jurídica que expresamente autorizara a la Administración tributaria a utilizar herramientas de IA e, inmediatamente, sobre esa base, se procediera a aprobar un régimen jurídico que regulara de forma completa los usos de la IA por la Administración tributaria y sus límites, prestando una especial atención a aquellos usos de la IA que suponen un mayor riesgo para los derechos y garantías de los contribuyentes.

¿Habría que poner límites?

Si queremos que estos límites sean efectivos deben venir recogidos en la legislación y deben ser de obligado cumplimiento, alejándonos así de sistemas de autorregulación o autocumplimiento como el que se ha venido aplicando hasta ahora en EEUU, por ejemplo. Por eso es tan importante contar con un marco jurídico adecuado. En cuanto a los límites en concreto, estos deberían venir constituidos, principalmente, por obligaciones de carácter jurídico que deberían cumplir las Administraciones tributarias (como obligaciones de información o motivación, por ejemplo) y por legal de que los modelos algorítmicos reunieran determinadas características que permitieran satisfacer esas obligaciones jurídicas, pues aquí Derecho e IA deben ir de la mano para alcanzar soluciones satisfactorias. Por eso, en varios de los proyectos de investigación de la UA e incluso la Cátedra ENIA, los equipos están formados por informáticos especializados en IA y por juristas. Respecto al cumplimiento de requisitos de carácter técnico, actualmente el enfoque que se está extendiendo y que sigue incluso el Reglamento de la Unión Europea sobre Inteligencia Artificial es el «regulation by design» en el que la normativa impone ciertos requisitos o condiciones que los sistemas de IA deben cumplir, por ejemplo, sobre transparencia o explicabilidad o medidas para evitar sesgos discriminatorios, permitiendo elegir la opción técnica más adecuada en cada caso para satisfacer estas exigencias legales.

«La inteligencia artificial elabora perfiles de riesgo de los contribuyentes con mayor riesgo de que puedan defraudar»

¿La IA es una buena ayuda para el Derecho Tributario?

Indudablemente, y no solo para la Administración tributaria que ya está recurriendo a ella, sino también para el contribuyente que puede encontrar ayuda para el cumplimiento de sus obligaciones tributarias tanto en las herramientas de IA que la Administración tributaria pone a su disposición, como en herramientas específicas para contribuyentes o asesores fiscales que ya se encuentran en el mercado.

¿Cómo usa la Administración tributaria las nuevas tecnologías?

La Administración tributaria en España ha estado siempre a la vanguardia de la utilización de las nuevas tecnologías, y el uso de la IA no ha sido una excepción. Inicialmente, a nivel internacional, las Administraciones tributarias comenzaron utilizando herramientas de IA en el ámbito de la lucha contra el fraude fiscal, si bien posteriormente se ha extendido el uso de la IA a otras funciones como las de asesoramiento a los contribuyentes a través de chatbots o asistentes virtuales que ofrecen información tributaria o herramientas que ayudan al contribuyente a no cometer errores cuando confeccionan su autoliquidación del IRPF, como en nuestro país. No obstante, las posibilidades que ofrece la IA son mucho más amplias y el siguiente paso es implementarlas para incentivar el cumplimiento voluntario de los contribuyentes. 

Begoña Pérez, en el transcurso de la entrevista con INFORMACIÓN.

Begoña Pérez, en el transcurso de la entrevista con INFORMACIÓN. / Héctor Fuentes

¿Se podrá conseguir «pillar» a los defraudadores más fácilmente con la inteligencia artificial?

Sin duda que se conseguirá pillarlos. Las herramientas de IA aumentan considerablemente la eficacia de las actuaciones de lucha contra el fraude. Gracias al análisis de datos que las herramientas de IA son capaces de llevar a cabo, es posible contrastar gran cantidad de información tributaria para detectar operaciones no declaradas o información falsa o inexacta o establecer redes de relaciones entre contribuyentes para detectar tramas de fraude, por ejemplo. Sin las herramientas de IA, las Administraciones tributarias no serían capaces de analizar ni trabajar con la ingente cantidad de información con la que cuentan y sus posibilidades de lucha contra el fraude serían más limitadas.

Entonces, ¿es eficaz la IA en la lucha contra el fraude fiscal?

Las herramientas que utilizan las Administraciones tributarias de distintos países en la lucha contra el fraude fiscal han conseguido reducir los niveles de fraude en los sectores en los que se han aplicado gracias al gran potencial de estas herramientas. Sin embargo, en ocasiones estas altas tasas de éxito se han conseguido a costa de los derechos de los contribuyentes, que no pueden ser nunca ignorados.

«La IA contrasta gran cantidad de información tributaria para detectar operaciones no declaradas o información falsa»

¿Qué derechos de los contribuyentes se pueden vulnerar?

El uso de la IA por las Administraciones tributarias sin contar con el debido marco normativo que proteja a los contribuyentes pone en riesgo desde derechos humanos fundamentales, como el derecho a la intimidad o el derecho a la no discriminación, hasta derechos derivados de la normativa sobre protección de datos o el derecho a una debida motivación de los actos, entre otros. Es decir, que los derechos que se ponen en riesgo son derechos de un importante calado jurídico que, en caso de vulnerarse, podrían dar lugar a la nulidad del procedimiento o del acto, como ya ha sucedido en otros países europeos.

¿En qué procedimientos tributarios se está usando la IA y en cuáles considera que se debería implementar?

Aunque hay herramientas de IA que utilizan las Administraciones tributarias específicas para determinados procedimientos o impuestos, lo cierto es que muchas de las herramientas de IA son transversales, de manera que sus resultados se pueden utilizar en el ámbito de distintos impuestos o procedimientos tributarios. El futuro del uso de la IA por las Administraciones tributarias pasa por intensificar su uso en los ámbitos en los que ya ha comenzado a utilizarse, como la lucha contra el fraude y asistencia a los contribuyentes, y comenzar a implantarse en nuevos ámbitos como incentivar el cumplimiento voluntario de las obligaciones tributarias por parte de los contribuyentes. En este sentido, algunos países han comenzado a aplicar la IA en el ámbito de las operaciones intracomunitarias en el IVA o la facturación online. 

¿Puede la IA producir perfiles e informes automatizados de riesgos fiscales y así clasificar y seleccionar a los contribuyentes que debería investigar?

Por supuesto, gracias a la gran cantidad de datos que obra en poder de las Administraciones tributarias, la elaboración de perfiles de riesgo por las Administraciones tributarias fue uno de los primeros usos que se le dio a la IA en el ámbito tributario, según la OCDE. Esta clasificación de los contribuyentes en segmentos de riesgo permite concentrar los recursos de las Administraciones tributarias en aquellos contribuyentes que presentan un mayor riesgo de defraudar.

¿Podría sustituir una "máquina" la labor que llevan a cabo los funcionarios?

Aunque en la actualidad hay procedimientos tributarios cuya terminación está totalmente automatizada, se trata de funciones donde el margen de apreciación es muy reducido o nulo (por ejemplo, concesión de aplazamientos del pago de deudas tributarias o emisión de certificados o notificaciones). Que un procedimiento de comprobación limitada o de inspección se desarrolle de forma totalmente automatizada y se dicte también una decisión final sin ningún tipo de intervención humana no resulta viable actualmente dado el amplio margen de apreciación existente en estos procedimientos que requiere la intervención de un funcionario, en línea con las exigencias normativas de que haya siempre una supervisión humana (lo que se conoce como «human in the loop») en la toma de decisiones automatizadas.

¿Dónde están los límites?

Los límites en el uso de la IA por las Administraciones tributarias se encuentran en los derechos de los contribuyentes, que constituyen un límite infranqueable. Derechos básicos como el derecho a conocer si la Administración tributaria ha utilizado una herramienta de IA en un procedimiento o para adoptar una decisión que afecta directamente a un contribuyente, el derecho a obtener una motivación del acto adoptado por la IA o el derecho a no ser objeto de una discriminación algorítmica, entre otros muchos, no pueden ser ignorados por el mero hecho de no contar con un marco legislativo adecuado.

La catedrática Begoña Pérez.

La catedrática Begoña Pérez. / Héctor Fuentes

¿Tiene mucho camino que recorrer la IA en la gestión tributaria?

Aún queda mucho camino por recorrer en cuanto a la implantación de la IA en la Administración tributaria en paralelo al desarrollo de la propia IA. No obstante, sin duda alguna, la futura implantación debe llevarse contando con un marco jurídico específico y adecuado.

«La IA puede usarse para incentivar el cumplimiento voluntario de los contribuyentes»

¿Hay que tener miedo a la IA?

No. Es cierto que las herramientas de IA no son inocuas y pueden generar riesgos, pero la IA es, precisamente, una herramienta cuyos efectos dependen del uso que se le dé, por eso lo importante es regular los usos que se le pueden atribuir. Contar con un adecuado marco jurídico regulador de la IA que proteja debidamente los derechos de los contribuyentes es la mejor protección frente a los riesgos que puede conllevar el uso de la IA por las Administraciones tributarias. No podemos dejar de utilizar la IA porque su uso conlleva riesgos, lo que se debe hacer es regular debidamente los usos que se le puede dar introduciendo mecanismos para minimizar esos riesgos y de protección para los contribuyentes. Es inminente la aprobación de un reglamento de la UE que viene a introducir unos requisitos comunes que deberán adoptar todos los estados miembros para los sistemas de IA en función del nivel de riesgo que implican. 

¿Habría que homologarse la fiscalidad en toda la Unión Europea?

En cuanto a la fiscalidad de los distintos estados miembros, estos son muy reticentes a ceder parcelas de su soberanía, especialmente en materia de imposición directa, y alcanzar acuerdos en el seno de la Unión Europea en este campo es complicado debido a la exigencia de unanimidad en la toma de decisiones en materia de fiscalidad directa. No obstante, en los últimos años se han dado ciertos pasos hacia una cierta convergencia de las legislaciones de los estados miembros, siendo uno de los últimos ejemplos la directiva relativa a la garantía de un nivel mínimo global de imposición para los grupos de empresas multinacionales y los grupos nacionales de gran magnitud que, a partir de ahora, estarán sujetas a un tipo impositivo que no podrá ser inferior al 15 %.