Greene construye una nueva planta piloto en Elche con una inversión de 3 millones de euros

La instalación mejorará aspectos técnicos para valorizar residuos y obtener nuevos productos de alto valor añadido

Recreación de la planta que Greene tendrá en Elche Parque Empresarial.

Recreación de la planta que Greene tendrá en Elche Parque Empresarial.

M. Vilaplana

M. Vilaplana

Greene Enterprise ha puesto en marcha un proyecto innovador que le permitirá renovar su planta piloto ubicada en Elche, donde se realizan las pruebas y ensayos con residuos para los futuros proyectos que tiene previsto desarrollar la empresa. El proyecto, denominado Greenergy, parte de los conocimientos generados de la antigua "Nanoplant", y conlleva una inversión de más de 3 millones de euros. La nueva planta piloto, en concreto, pasará a denominarse "Superplant", mejorando sustancialmente numerosos aspectos técnicos para valorizar residuos y obtener nuevas materias primas.

Esta nueva planta piloto es más versátil y flexible que su predecesora. Incorpora un nuevo proceso combinado de pirólisis, gasificación y craqueo que permite la obtención de una mayor cantidad de productos de valor añadido respecto al proceso anterior, así como aumentar la calidad de las nuevas materias primas circulares que se obtendrán con el nuevo proceso.

Este proyecto permitirá optimizar y mejorar los procesos de valorización para que sean más eficientes como, por ejemplo, la entrada de los residuos, lo que permitirá tratar mayor cantidad de desechos heterogéneos y con mejor pretratamiento. Cabe destacar que las plantas de Greene valorizan todo tipo de residuos con contenido carbonoso cuyo destino final es el vertedero (fracciones rechazo), es decir, que han pasado por los procesos de reciclaje y reutilización, entre los que están biomasas, lodos de depuradora, residuos sólidos urbanos o industriales.

Hasta ahora, la planta de Elche se ha utilizado para realizar los ensayos con residuos que permitan determinar qué materia prima es más recomendable obtener a partir del sistema integral de gasificación, como aceites pirolíticos, biochar, gases renovables, biocombustibles, hidrógeno y productos químicos, todos ellos reintroducidos en el mercado para producir nuevos productos finales. En la nueva planta este objetivo se mantendrá, pero además está previsto que en ella se formen los profesionales técnicos que vayan a trabajar en las futuras plantas industriales de la empresa.

La planta se ubicará en las mismas instalaciones donde se encontraba la "Nanoplant", en Elche Parque Empresarial, y está previsto que esté operativa a final de 2024. El proyecto de renovación cuenta con una inversión de 3 millones de euros, de los cuales 2,1 han sido subvencionados en el marco del proyecto Greenergy por parte del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación de España (CDTI), perteneciente al Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

El CEO de Greene, Juan José Hernández, ha explicado con relación al proyecto que “la renovación de nuestra planta de Elche refleja nuestro compromiso continuo con la innovación y la sostenibilidad en el tratamiento de residuos”. Según Hernández, “esta inversión nos permitirá mejorar significativamente nuestros procesos y aumentar la versatilidad y flexibilidad de nuestra tecnología, con lo que seguimos contribuyendo a la economía circular y a la reducción de residuos destinados a vertederos". Además, recordaba que la nueva "Superplant" no solo servirá como centro de investigación y desarrollo, sino también como "un espacio de formación para los profesionales técnicos que liderarán nuestros futuros proyectos".

Greene es una empresa que nace en 2011 de la iniciativa de cuatro emprendedores de Elche, químicos, y que en la actualidad cuenta con más de 80 empleados. La compañía ofrece al mercado una tecnología madura y eficiente que da respuesta a la necesidad de gestionar y eliminar materias consideradas residuos, evitando su incineración y/o deposición en vertedero, en diferentes áreas como son los residuos sólidos urbanos (RSU), residuos industriales, biomasas y fangos de tratamientos de aguas, entre otros. Las plantas de Greene permiten eliminar estas materias, generando materias primas sostenibles, como aceites, cargas ricas en carbonato cálcico, carbón activo, ceras sintéticas e hidrógeno, gracias a un proceso de termoconversión sostenible, rentable y que permite cumplir los parámetros de la economía circular y el horizonte 2030.