La UE desoye a los jugueteros y seguirá sin controlar la venta de artículos inseguros en las plataformas online

Decepción en el sector, que critica los contenidos del nuevo reglamento aprobado en el Parlamento Europeo

Laboratorio sobre seguridad del instituro tecnológico Aiju en Ibi.

Laboratorio sobre seguridad del instituro tecnológico Aiju en Ibi. / Juani Ruz

M. Vilaplana

M. Vilaplana

Decepción. Esa es la palabra que mejor define el sentimiento de la industria juguetera tras el aval este jueves del Parlamento Europeo al nuevo reglamento de seguridad en el sector, que no recoge la exigencia de las empresas de cubrir la laguna jurídica que permite la comercialización en plataformas online de productos de fuera de la UE que incumplen la normativa y suponen un riesgo real para los niños. Los jugueteros, además, critican los cambios introducidos, sobre la base de que algunos requisitos serán imposible de cumplir y, por tanto, se están dando aún más facilidades a los comerciantes deshonestos que comercializan artículos inseguros. 

Toy Idustries of Europe (TIE), la patronal europea del sector, había denunciado que fabricantes de fuera de la UE han encontrado en las plataformas online, más conocidas como marketplace, un coladero por el que introducir en el mercado comunitario juguetes que incumplen la normativa de seguridad. Es por ese motivo por el que instaban a las autoridades a tomar medidas de control. La petición, sin embargo, ha caído en saco roto, toda vez que, según ha denunciado la propia patronal, el Parlamento Europeo ha dejado perder una oportunidad fácil de solucionar la laguna que permite a los vendedores extracomunitarios vender juguetes inseguros en mercados en línea. "Es decepcionante para los jugueteros que dan prioridad a la seguridad ver que los mercados en línea siguen sin tener responsabilidad legal por la venta de juguetes inseguros de vendedores de terceros países en sus plataformas", lamentan en un comunicado.

Los jugueteros explican que, aunque algunas disposiciones pueden contribuir a mejorar la aplicación y el cumplimiento efectivo de las normas de seguridad, persisten, aparte del problema de las plataformas, preocupaciones muy importantes que pondrán en peligro la seguridad de los niños. Entre ellas figura el veto al uso de ingredientes naturales en los juguetes, lo que significa, subrayan, que se prohibirán juguetes seguros como ceras de colores, pinturas o tizas. También se impide el uso seguro del acero inoxidable, necesario para juguetes de exterior como camas elásticas o karts, cuando, aseguran, ningún material alternativo iguala los estándares de durabilidad y seguridad de este tipo de acero.

Por otro lado, enfatizan, el periodo de transición de 30 meses lo consumirán los gobiernos poniendo en marcha el pasaporte digital y el Comité Europeo de Normalización (CEN) desarrollando las normas técnicas, así que los fabricantes no sabrán lo que tienen que hacer con tiempo suficiente para desarrollar un juguete qe cumpla todos los requisitos.

El sector, por otro lado, esperaba que se suprimiera el periodo limitado de venta de los juguetes seguros que ya están en el mercado cuando empiecen a aplicarse las nuevas normas. Según los fabricantes, la ampliación a 20 meses no es suficiente, dado que cientos de miles de juguetes seguros que permanezcan más tiempo en las estanterías de las tiendas tendrán que ser localizados y destruidos. Para la industria, supone un despilfarro inexcusable y un atentado contra la sostenibilidad.

"Aunque pretendía hacer lo contrario, el Parlamento Europeo ha dado de hecho un paso atrás en materia de seguridad infantil y juguetes. Realmente esperamos que más adelante, en el proceso legislativo, se tenga más en cuenta si lo que se propone es realista o no y si realmente añade más seguridad al juguete", afirma Catherine Van Reeth, directora general de TIE. "Nuestra industria se dedica a la seguridad y el bienestar de los niños en toda Europa. Para lograrlo, necesitamos una normativa realista y aplicable que no acabe beneficiando únicamente a los comerciantes deshonestos en detrimento de los fabricantes de juguetes responsables", añade.

Con relación a los aspectos del reglamento que la industria puede acoger favorablemente, la patronal cita el Pasaporte Digital de Producto (DPP), sobre la base de que sirve para simplificar trámites. También se apoya la prohibición total de las sustancias químicas que son disruptores endocrinos para la salud humana, aclarando que los juguetes que cumplen la directiva actual ya no plantean ningún riesgo a este respecto, pero una prohibición total podría contribuir a aclarar las cosas para todos. Por otro lado, los requisitos sobre salud mental y auditiva son más claros y aplicables, al tiempo que se aclara que las autoridades de vigilancia del mercado deben ponerse siempre en contacto con el agente económico responsable de la conformidad de un juguete, lo que garantiza que se puedan tomar medidas rápidas en caso de problemas de seguridad. También se valora el apoyo a las pyme para que cumplan los nuevos requisitos de este reglamento.