El bono social para la factura de la luz no llega ni a la mitad de familias necesitadas

Cruz Roja cifra en 450.000 los hogares con pobreza energética

Imagen de archivo de pobreza energética. /

Imagen de archivo de pobreza energética. / / GERMÁN CABALLERO

Mónica Ros

Es una ayuda para combatir la pobreza energética e implica un pago anual para «ayudar» a las familias a mantener en hogar a una temperatura adecuada, en invierno y en verano. Se trata del denomiando bono social térmico y supone una ayuda entre 35 y 149 euros al año, en un único pago y como complemento del bono social eléctrico, que implica un descuento de hasta el 40% en la factura de la luz, aunque no es sobre el total del recibo, sino sobre el consumo.

A fecha 31 de diciembre de 2022 tenían la condición de beneficiarias del bono social de electricidad un total de 188.011 personas en la Comunidad Valenciana, según la información facilitada por las comercializadoras. El Ivace+i, dependiente de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, gestionará 24,18 millones de euros para estas subvenciones tal como ya ha salido publicado en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana, (DOGV). Los beneficiarios del bono social térmico no paran de crecer. En 2023 se sumaron 14.864 (casi un 8%) hasta alcanzar la cifra de 188.011 beneficiarios. En 2022 fueron 173.147 y en 2021, 161.457 personas vulnerables. Ahora bien, las entidades sociales aseguran que la pobreza energética crece y afecta al 9,1% de la población.

Eso supone 450.000 familias, valencianas, según datos de Cruz Roja, lo que supone que el bono social térmico sólo llega a 4 de cada 10 familias que sufren pobreza energética (el 41%).

Nombre y cuantías

El DOGV recoge también el enlace mediante el cual todas aquellas personas que consideren que pueden ser beneficiarias del bono social térmico de 2023 podrán consultar si lo son y cuál es el importe que les corresponde, y que ya se encuentra disponible en la página web de Ivace+i.

El bono térmico es una ayuda impulsada por el Gobierno en octubre de 2018 destinada a compensar los gastos destinados a calefacción, agua caliente y cocina de las familias más vulnerables, independientemente de la fuente de energía utilizada.

La cuantía a percibir por cada persona beneficiaria se determinará atendiendo a su grado de vulnerabilidad, así como a la zona climática donde se encuentra la vivienda. Y es que esta ayuda económica distingue tres tipos de consumidores: vulnerables, consumidores vulnerables severos y consumidores vulnerables severos en riesgo de exclusión.

Como consumidores vulnerables se entienden hogares «sin menores en la unidad familiar con una renta anual menor o igual a 11.279 euros; con un menor en la unidad familiar y una renta menor o igual a 15.039 euros; y con dos menores en la unidad familiar y una renta menor o igual a 18.799 euros al año». Como consumidores vulnerables severos constan «familias numerosas con una renta menor o igual a 15.039 euros; personas con una pensión mínima que tengan una renta menor o igual a 7.520 euros y quienes tengan una renta menor o igual al 50% del umbral de los consumidores vulnerables». Los consumidores vulnerables severos en riesgo de exclusión son quienes tienen unos «niveles de renta de los consumidores vulnerables severos, reciben atención de los servicios sociales y no se les puede interrumpir los suministros aunque cometan impagos».

Además, también pueden optar a la ayuda las «familias monoparentales, quienes tengan una discapacidad reconocida mayor o igual al 33%, las víctimas de violencia de género, quienes tengan adjudicado Grado II o III de dependencia y las víctimas de terrorismo».