El Betis devolvió ayer a la cruda realidad y puso los pies en la tierra a un Elche que había sumado diez de los últimos 12 puntos posibles y acumulaba dos victorias en los partidos que había disputado a domicilio.

Ni antes el conjunto franjiverde era tan bueno, ni ahora se puede entrar en el pesimismo por una derrota, que podría entrar dentro de la lógica ante un rival que estaba en una mala racha, pero que los tres partidos que había perdido habían sido ante Real Madrid, el líder Real Sociedad y el Atlético de Madrid.

El resultado final, incluso, quedó maquillado después de un primer tiempo muy deficiente, en el que los béticos pasaron totalmente por encima de los ilicitanos y que, si no llega a ser por la actuación de Edgar Badia, se podía haber llegado con un marcador de escándalo al descanso. Incluso, el conjunto de Almirón tuvo agallas para reaccionar en la segunda parte, en la que equilibró más el juego, redujo distancias y hasta se pudo meter en el partido si Claudio Bravo no hubiera abortado con una gran parada una ocasión de Nino, a falta de diez minutos.

Primera derrota del Elche a domicilio ante el Betis

Primera derrota del Elche a domicilio ante el Betis

Pero el encuentro del Benito Villamarín debe servir para aprender y para confirmar que el Elche, a pesar de que ha tenido el mejor arranque de su historia, sigue siendo un recién ascendido, con uno de los presupuestos más bajos de la categoría y que va a tener por delante un largo camino de espinas para conseguir el objetivo de la permanencia.

La puesta en escena del Betis fue avasalladora. Almirón siguió con el sistema de tres defensas y Josan y Fidel de carrileros que tan buen resultado le está dando. El técnico argentino realizó dos cambios en el once inicial. Apostó por Lucas Boyé, que volvió tras perderse los dos últimos partidos por lesión, como acompañante de Pere Milla, al igual que hizo en el triunfo en Eibar. Y volvió a situar a Sánchez Miño como mediocentro por la izquierda junto a Iván Marcone y Raúl Guti. Pero el argentino, que es lateral izquierdo, a pesar de su experiencia y de haber jugado anteriormente en esa posición, volvió a naufragar.

Pellegrini le ganó claramente la batalla táctica a Almirón. A base de una presión asfixiante y los desdoblamiento en las bandas de Emerson y Joaquín, por la derecha, y Álex Moreno y Tello, por la izquierda, el Betis metió al conjunto ilicitano no solo en su campo, prácticamente, en su área. El juego por los extremos de los locales dispuso de una auténtica autopista y el centro del campo franjiverde tampoco estuvo acertado en las ayudas. Además del mal partido de Sánchez Miño, Marcone tampoco estuvo al nivel de anteriores encuentros, y Raúl Guti solo corrió desesperado detrás de la pelota. Todo ello provocó que Lucas Boyé y Pere Milla fueran dos islotes en ataque al que no le llegaba ningún balón.

Desde el pitido inicial se notó que los ilicitanos iban a sufrir. A los tres minutos Sanabria avisó y a los seis, una internada de Álex Moreno por la izquierda terminó con un centro a la frontal del área pequeña donde, en esta ocasión, Sanabria no perdonó.

Josema se tira al suelo para intentar frenar un ataque del jugador del Betis Diego Laínez. JULIO MUÑOZ/EFE

El Elche no despertó a pesar del gol tempranero y el juego siguió con el mismo guión dominador de los béticos. Joaquín volvió a poner un buen balón sobre Sanabria y el delantero paraguayo se encontró con una buena parada de Edgar Badia. Y en el 28 vino el segundo. Canales filtró una pelota marca de la casa al hueco sobre Tello, que marcó a placer y con una gran sutileza técnica.

La apisonadora del Betis continuó avasallando a un Elche totalmente perdido. A la media hora, Edgar Badia sacó una mano milagrosa ante Sanabria y a punto de llegarse al descanso, el meta franjiverde detuvo un penalti a Fekir, que Marcone había hecho sobre el jugador francés con un pisotón innecesario. Otra vez San Edgar Badia impidió una goleada escandalosa antes del descanso

Mejora con los cambios

Almirón reaccionó en asueto. Quitó a Sánchez Miño, puso a Cifu de carrilero derecho, adelantó la posición de Josan y pasó a Guti a la izquierda. A partir de ahí se vio otro Elche y el intercambio de golpes ya fue más normal.

Aún así, Fekir tuvo otra oportunidad en un disparo que se fue alto. Los ilicitanos respondieron y en su primera aproximación al área contraria, un centro de Fidel la rechazó con la mano Emerson. El árbitro lo revisó en el VAR, las manos eran claras, podía haber sido penalti, pero la jugada fue invalidada por fuera de juego del extremo franjiverde.

Entre medio de atisbo de reacción ilicitana llegó el 3-0 en una falta de concentración en el saque de una falta. Con el Elche desarmado en defensa, Canales puso un balón largo sobre Tello, el mejor del Betis, y el exjugador del Barcelona le ganó la espalda a Cifu, se plantó solo ante Badia y marcó la segunda diana de su cuenta particular.

Parecía que ahí iba a quedar el partido finiquitado y que la más de media hora que faltaba iba a ser un calvario.

La suerte se alió con los franjiverdes y Josan, en el primer remate a puerta del Elche, recortó distancias cuatro minutos después tras un gran disparo con la izquierda tras un buen pase atrás de Fidel.

Eso animó la mermada moral de los ilicitanos. Almirón introdujo un triple cambio. Rigoni, Mfulu y Nino sustituyeron a Lucas Boyé, Josan y un desaparecido Marcone.

Los franjiverdes tuvieron más el balón y llegaron más al área contraria, aprovechando, también, el cansancio del Betis, que había jugado con un ritmo intenso y muy alto hasta ese momento.

El preparador argentino agotó los cambios a falta de diez minutos y sacó a Víctor, que apenas había jugado en toda la temporada, por Raúl Guti. Un pase al espacio del catalán sobre Nino terminó con una gran parada de Claudio Bravo sobre el capitán, en una jugada que pudo haberle aportado emoción a los últimos instantes.

No fue así y el Betis se dedicó a realizar un juego contemplativo aprovechando sus dos goles de ventaja. El Elche fue un quiso y no puedo ante un rival de enjundia, ante el que era normal que perdiera y más en su casa, pero, a pesar de su buen juego bético en los primeros 45 minutos, no se le puede dar tanta ventaja como le concedió en la primera parte.

No es una derrota preocupante. Puede ser hasta «positiva» para volver a poner los pies en la tierra, pero, sobre todo, debe servir para aprender de que sin intensidad, máxima concentración y esfuerzo desde el minuto uno hasta el 90 va a ser complicado sacar los partidos adelante.

Josan y Álex Moreno. JULIO MUÑOZ/EFE

Bien

La mejoría en la segunda parte

Después de los pésimos primeros 45 minutos y con el partido, prácticamente perdido, el Elche tuvo agallas para mostrar otra versión muy diferente en el segundo tiempo, en el que, por lo menos, fue capaz de plantarle cara al Betis, marcar un gol y tener la oportunidad poderse meter en partido.

Suspenso

La defensa del juego por las bandas del Betis

Pellegrini le ganó claramente la partida a Almirón en el primer tiempo. El juego por las bandas del Betis, con los desdoblamientos de los laterales con los extremos le creó muchos problemas a la defensa franjiverde, que no supo frenarlos.  

Muy deficiente

La escasa presencia del centro del campo en el primer tiempo 

El centro del campo no apareció en ningún momento en los primeros 45 minutos. Marcone estuvo desparecido y Raúl Guti y Sánchez Miño no encontraron nunca su sitio ni acertaron en las ayudas a la hora de defender.