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El milagro de Francisco

Escribá dejó al Elche en puestos de descenso tras lograr solo 11 puntos en 14 partidos y el técnico almeriense ha sumado 26 en 18 partidos y tiene al equipo con ocho de ventaja sobre la zona roja a falta de solo cinco jornadas

Francisco, el pasado martes, antes del partido contra el Betis SONÍA ARCOS/E.C.F.

Cuando el pasado 21 de noviembre el propietario del Elche CF, Christian Bragarnik, decidió destituir a Fran Escribá buscaba un revulsivo en el banquillo. Pero nunca se hubiera imaginado que esa decisión le hubiera salido tan bien y, sobre todo, que acertase de forma tan sobresaliente con la elección de Francisco Rodríguez como sustituto. El técnico almeriense llegó casi de rebote después de un segundo intento, porque el fichaje de Pablo Machín se rompió a última hora. 

Francisco ha obrado un milagro que pocos esperaban que se pudiera producir, principalmente, por las formas que se ha llevado a cabo. El técnico andaluz se ganó desde el primer momento a la plantilla y a la afición y a falta de solo cinco jornadas para finalizar el campeonato tiene al equipo ilicitano en la décimo tercera posición, con ocho puntos de ventaja sobre los puestos de descenso más el golaveraje, tras el empate de ayer del Granada en el Metropolitano ante el Atlético de Madrid.

Escribá dejó al conjunto franjiverde después de 14 partidos, en los que solo pudo sumar once puntos, tras dos victorias, cinco empates y siete derrotas. Con una media de solo 0,78 puntos por encuentro, el Elche se encontraba en al antepenúltima posición de la clasificación y se tambaleaba sobre peligrosas arenas movedizas, que hacían temer una mala temporada y un posible descenso. 

Además, el entrenador valenciano había perdido la confianza de buena parte del vestuario y la relación con la plantilla no era la deseada para sacar al equipo de su difícil situación. 

Bragarnik no estaba del todo convencido con Escribá. De hecho, el máximo accionista del club ilicitano recordó que, a pesar de haber logrado la salvación la temporada anterior, sus números dejaban bastantes dudas. El Elche con Fran Escribá sumó 18 puntos en 19 partidos, lo que significa una media de menos de uno por partido y estadísticas de descenso. En su última y única reunión con la prensa, tras romperse el fichaje de Machín, Bragarnik no dudó en recordar que el valenciano había logrado la misma puntuación que el defenestrado Jorge Almirón, que consiguió 18 puntos en 21 partidos. Solo las dos victorias en las dos últimas jornadas, frente al Cádiz y el Athletic Club de Bilbao, que no se jugaban nada y estaban pensando más en las vacaciones, permitieron maquillar los números de Escribá y alcanzar la permanencia. 

Números para Europa

Con Francisco ha sido todo diferente. El entrenador almeriense ha conseguido 26 puntos en 18 encuentros, con ocho victorias, dos empates y ochos derrotas, lo que significa una media de 1,44, que de mantener durante toda una temporada permitiría sumar al final de Liga 55 puntos, que son números para luchar por una plaza en competición europea. 

Salvo el Barcelona con Xavi o el Getafe con Quique Sánchez Flores, ningún otro relevo en el banquillo ha supuesto un cambio tan radical como el de Francisco con el Elche.

Además, el actual preparador del conjunto ilicitano ha dejado su impronta desde el primer momento. El Elche, salvo raras excepciones como los encuentros frente al Sevilla en el Sánchez Pizjuán, ante el Levante en el Ciutat de València, en San Mamés con al Athletic de Bilbao y ante la Real Sociedad en el Martínez Valero; ha competido en todos los campos y ha plantado cara a todos su rivales. Y a pesar de ello, frente a los dos conjuntos vascos perdió por la mínima.

Riqueza táctica

Además, el actual preparador franjiverde ha demostrado unas grandes cualidades para manejar sistemas tácticos, realizar un fútbol valiente y atrevido y acertar en la mayoría de ocasiones con los cambios. Esa era una de las virtudes que, independientemente de los resultados, buscaba Bragarnik con el nuevo entrenador cuando decidió prescindir de Escribá. Y así lo llegó a manifestar el inversor argentino. 

El Elche de Francisco puede perder o ganar partidos, pero en pocas ocasiones se amedranta y se encierra atrás a defender un resultado. Como ha señalado muchas veces el técnico almeriense, puede haber fases en que los rivales les dominen, pero su intención siempre es buscar la portería contraría, con verticalidad y desparpajo. Prueba de ello es que en los 18 encuentros que ha dirigido al cuadro franjiverde solo ha empatado dos. Y ha ganado los mismos partidos (ocho) que ha perdido.

Confianza de la plantilla

Otra de las virtudes del técnico almeriense ha sido la confianza y el respecto que se ha ganado de toda la plantilla, independientemente de quien juegue más o menos, incluso de los que apenas lo hacen. Todos van a una y creen en el trabajo de Francisco y de su cuerpo técnico. La unión y el buen ambiente, como reconocen los jugadores, está siendo clave para que el Elche se encuentre en su actual situación privilegiada, esté, prácticamente salvado, y para que Francisco haya obrado el milagro. 

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