Fue el primer movimiento del Elche CF en el mercado de fichajes. El 1 de junio, solo una semana después de que finalizase la temporada anterior, Bragarnik negoció la opción de compra que tenía con el Spartak de Moscú para quedárselo en propiedad. Francisco repitió, por activa y por pasiva, que era un futbolista con el que le gustaría contar en el presente curso. Y a sus 25 años, en el club ilicitano lo veían como una importante apuesta de presente y de futuro. Por ello, el propietario de la entidad franjiverde pagó cuatro millones y lo firmó por cuatro años.
Muchos se preguntan en este mal inicio de LaLiga del Elche: ¿Qué le pasa a Ezequiel Ponce? El delantero argentino, que estaba llamado a ser un jugador importante en el ataque franjiverde, apenas ha aparecido en los cuatro primeros partidos y sus actuaciones están siendo decepcionantes.
Tuvo problemas durante la pretemporada y se vio obligado a frenar su preparación por culpa de las lesiones. Sin embargo, en el último amistoso, en La Nucía, justo una semana antes del inicio de la competición, marcó dos goles, se le vio recuperado y, en ausencia de Boyé, partía como la referencia ofensiva del equipo.
Sorprendentemente, en el primer encuentro frente al Betis, fue suplente. Francisco optó por Roger Martí, otro de los fichajes importantes para la delantera, y Pere Milla en el ataque. Ponce salió en el minuto 65, sustituyendo al exjugador del Levante, con 3-0 en el marcador y un jugador menos, y era normal que se le viera poco.
A partir de ahí, ha sido titular en los tres siguientes encuentros. Pero su presencia apenas ha dejado esfuerzos a la hora de ayudar defensivamente y una nula aportación ofensiva. En los tres ha sido sustituido. Ante el Almería en el minuto 67 por Lucas Boyé. Contra la Real Sociedad, en el 61, también por su compatriota. Y el pasado domingo contra el Villarreal formó la pareja atacante con Boyé y, de nuevo, abandonó el terreno de juego, en el minuto 57, para dejar su puesto a Pere Milla.
Ezequiel Ponce está totalmente desaparecido. El juego del equipo tampoco le ha ayudado y apenas le han llegado balones. Pero no se recuerda un disparo a puerta del argentino. Y eso es lo que más preocupa. Los delanteros suelen ir por rachas en su comunión con el gol. Sin embargo, ni siquiera está teniendo oportunidades de marcar.
La recuperación de Ezequiel Ponce se antoja clave para la mejoría del equipo. Es un jugador al que siempre le ha acompañado el gol a lo largo de su carrera y debe recobrar el olfato con la portería contraria lo antes posible.
El esfuerzo y la generosidad defensiva siempre es de elogiar. Pero a los delanteros hay que pedirles algo más.
El problema en el ataque del Elche no es solo Ponce. El resto de futbolistas ofensivos tampoco han aparecido. Prueba de ello es que el conjunto franjiverde solo ha marcado un gol en las cuatro primeras jornadas y su autor fue el centrocampista Álex Collado. Y en las tres derrotas ante Betis, Real Sociedad y Villarreal apenas se ha disparado a puerta.
Francisco se ha visto obligado a cambiar de delanteros en todos los encuentros. En el Benito Villamarín Ponce sustituyó a Roger y Josan a Pere Milla. Frente al Almería, Boyé y Milla salieron por Ponce y Roger, lo mismo que sucedió frente a la Real Sociedad. Y ante el Villarreal, el técnico consideró que Lucas Boyé ya estaba para ser titular y lo alineó de salida junto a Ponce. Ambos volvieron a ser sustituidos. En esta ocasión por Roger y Pere Milla. Por muchas permutaciones, el resultado ha seguido siendo el mismo. El Elche continúa sin hacer daño a las defensas y porteros rivales, apenas dispara a puerta y, así, va a ser difícil cambiar la actual dinámica. Por ello es urgente que Ponce, Boyé, Roger y Pere Milla comiencen a aparecer.
