L a única limpiadora que tenía contratada Comisiones Obreras (CC OO); en Elche ha presentado una demanda contra la unión intercomarcal del Baix Vinalopó para que se declare nulo. El sindicato alegó en la carta de despido, que le entregó en julio y que tenía efectos a partir del 15 de agosto, que se daba uno de los supuestos que prevé la legislación laboral para que se considere despido objetivo; es decir, existe una causa fundada que legitima abonar sólo 20 días por año. El pasado 19 de septiembre tuvo lugar el acto de conciliación entre ambas partes ante el Servicio de Mediación y por una vez el sindicato se sentó en la parte demandada. El acto, como era de esperar, concluyó sin avenencia, por lo que ambas partes se someten al arbitrio de los juzgados de lo Social. La vista será en noviembre.

María del Carmen Mármol comenzó a trabajar como limpiadora para el sindicato el 1 de abril de 1992, hace quince años, y tenía un contrato fijo indefinido. «Me encargaba de todas las dependencias, tanto las de atención al público como los despachos o las zonas de formación y empleo», recuerda. La mujer estaba sujeta no al convenio de la limpieza, sino al de los trabajadores del sindicato, que era mejor. Su jornada laboral era de 7 horas, con 20 minutos para el bocadillo.

A finales de mayo cogió una baja por incapacidad laboral y siete semanas después le comunicaron por carta la extinción del contrato, «no tuvieron ni el detalle de llamarme después de tantos años y siendo como soy afiliada», asegura la trabajadora. En la misiva, CC OO justificaba por «causas técnicas y organizativas» el que hubieran decidido prescindir de ella. Comisiones alega en la carta un incremento de instalaciones que asegura hace irreconciliable el horario de la trabajadora con el de apertura de sus dependencias. «Tal adscripción de horarios coincide en parte (...);, lo que ocasiona trastornos organizativos, cuando lo óptimo y necesario es que su limpieza y mantenimiento se realice en horarios no coincidentes con los de apertura, que eviten la presencia tanto del personal del sindicato como del público que acude al mismo, tal y como ocurre en cualquier centro de trabajo público o privado».

En otro párrafo, CC OO añade que el resto de uniones comarcales de estructura similar - y cita Alicante, Torrevieja, Elda y Orihuela - ya han externalizado el servicio de limpieza, «siendo la eficacia, el estado de las instalaciones antes de su apertura al público y los costos asumidos» muchos más bajos que los que «soporta» la unión comarcal de Elche con el contrato de esta trabajadora.

Por ello el sindicato justifica el despido en el «ahorro de costes que supone la externalización», que dice «resulta significativo por cuanto que el coste anual salarial y social derivado de su contrato asciende (...);, ello al margen del coste añadido que suponen sus ausencias por bajas por incapacidad temporal». Por ello, asegura que, además del coste, el despido supone «una mejor ordenación y gestión de los recursos del sindicato que, como bien sabe, nos exigen de forma permanente, como es natural, los afiliados y afiliadas del mismo; en definitiva, las razones organizativas expuestas exigen una respuesta que resuelva los problemas de gestión, corrigiendo las pérdidas de eficacia en el área de los servicios de mantenimiento que venimos sufriendo».