Un hombre de 32 años falleció al mediodía de ayer al atragantarse con un trozo de coca cuando se encontraba en el centro ocupacional Virgen de la Luz, de donde era usuario.

Al parecer, el fallecido sufría un síndrome (el Prader-Willi) que le llevaba de forma convulsiva a comer, por lo que parece que se vigilaba estrictamente todos los alimentos que consumía. Sin embargo, durante la mañana de ayer se había organizado una celebración en el centro -que aún no había comenzado cuando se produjo el óbito- y el fallecido encontró en alguna de las estancias de las instalaciones la comida que se había preparado para la fiesta.

Al parecer, el hombre empezó a comer coca y sus propios cuidadores le indicaron que dejase de ingerir comida, con tan mala suerte que uno de los trozos del alimento se le quedó atascado en la garganta y le produjo asfixia por atragantamiento. El usuario del centro ocupacional, cuyos responsables no quisieron hacer declaración alguna sobre el suceso, parece que se desplomó en uno de los pasillos del centro dependiente del IVADIS donde fue encontrado por personal del mismo, quien rápidamente dio aviso a la enfermera existente en el colegio Virgen de la Luz (colindante al centro ocupacional) y al número de emergencias 112.

Durante más de una hora el personal sanitario intentó reanimar al hombre, cuyo peso rondaba los 115 kilos, sin obtener éxito alguno.

De hecho, en torno a las dos de la tarde se certificó la muerte de este hombre que a lo largo de su vida parece que ya había sufrido otros episodios de atragantamiento con la comida y que hasta ayer había logrado superar.

Hasta el lugar de los hechos se trasladaron los agentes de la Policía Local y miembros del equipo de la brigada científica de la Policía Nacional, además de los servicios funerarios que sobre las tres de la tarde retiraron el cuerpo sin vida del hombre en dirección al tanatorio. Mientras, sus hermanos y sus padres abandonaban las instalaciones entre evidentes signos de dolor. También la concejal de Educación, Blanca González, se desplazó al centro de la carretera de Crevillent para conocer lo sucedido y trasladar sus condolencias a la familia.

Esta mañana está previsto que el cuerpo sin vida de este ilicitano sea trasladado a Alicante para que se le practique la autopsia, que será la que revele definitivamente las causas exactas de la muerte.

Necesidad constante de comer

El síndrome de Prader-Willi es una alteración genética. Esta se considera una enfermedad "rara" y parte de la complejidad se basa en el amplio rango de manifestaciones clínicas y en su variable grado de severidad.

El síndrome altera el funcionamiento del hipotálamo, una sección del cerebro cuyas funciones incluyen, entre otras, el control del apetito, por ello los afectados carecen de sensación de saciedad. Por ello, la alimentación de las personas con este síndrome necesita estar supervisada constantemente, además de seguir una estricta dieta.

Para agravar el problema del control alimenticio, el síndrome también provoca deficiencia del tono muscular, un alto porcentaje de grasa en el organismo y falta de energía. A pesar de que el trastorno alimenticio es el síntoma más evidente, el síndrome también puede provocar crecimiento y maduración incompletos, problemas del comportamiento, dificultades respiratorias, comportamientos obsesivo-compulsivos o resistencia al dolor.