"Es un error querer solucionar el problema de la delincuencia con más cárceles"

?M. J. MORA

El catedrático de Derecho Penal y director de la sección de Málaga del Instituto Andaluz de Criminología realizó en su intervención de ayer un análisis sobre los modelos penales de Europa, tratando de explicar los indicadores que sirven para comprobar cómo un país, en función de su política penal, procura la reinserción de los delincuentes o apuesta por la exclusión social.

¿En qué bando está España?

El modelo español está centrado en las penas de prisión. Somos el país de Europa occidental con la tasa más alta de encarcelamiento, incluso por encima de Inglaterra y Francia, a pesar de que tenemos una de las tasas más bajas de criminalidad. Es evidente que no guarda relación la cantidad de gente que hay en las prisiones con el índice de criminalidad. Eso da idea de lo duro que es nuestro modelo y que obedece a decisiones políticas a la hora de abordar la criminalidad, aunque creo que es una manera muy poco inteligente que se basa en la exclusión social y que, a largo plazo, puede generar más delincuencia.

¿A su juicio habría entonces que modificar la política penal española?

Creo que habría que apostar por los modelos nórdicos, donde las penas de cárcel no son tan largas y donde se emplean otros mecanismos para lograr la reintegración social, aunque para eso hacen falta recursos que ahora mismo no tenemos, aunque sí los empleamos en tener una de las mejores redes de establecimientos penitenciarios de Europa. Con estas políticas, a mi juicio equivocadas, será necesario seguir construyendo más cárceles porque cada vez hay mayor población reclusa y, además, es una política cara porque cada recluso cuesta al sistema 60 euros al día.

¿Pero esas políticas no responden a la opinión pública que apuesta por endurecer el sistema penal?

Eso es lo que dicen los políticos y lo que al final cree la gente que es lo adecuado. Sobre todo en época de crisis habría que buscar un sistema de penas más barato y eficaz, porque realmente la sociedad lo que pide no es que las penas sean más altas, si no que el sistema funcione de una manera adecuada.