"Desde tiempo inmemorial"

El origen de esta propiedad ilicitana en Santa Pola, aunque discutido, se atribuye a las operaciones que en el pasado se hicieron para la creación del término municipal de Santa Pola. Una de las hipótesis es que, hacia 1820, se estableció que para la separación de ambas localidades se tuvo en cuenta no sólo la cantidad de vecinos que tenían Elche y Santa Pola a la hora de determinar la superficie total de ambos municipios, sino que hubiera una proporcionalidad entre los diferentes tipos de suelo, labor o terrenos improductivos, como saladares o montes. Además, hay otros documentos en los que también se refleja esta situación.

Por un lado, la inscripción más antigua de estos terrenos que figuran en el Registro de la Propiedad de Elche data de 1929 y en ella se describe un terreno de unas 500 hectáreas, aunque no parece que existiera medición alguna, según comunicaron desde el departamento de Urbanismo de Elche. "Se describe un terreno de 500 hectáreas que constituye patrimonio del Ayuntamiento de Elche, aunque careciendo de título e ignorando de quién procede, aunque se posee desde tiempo inmemorial". Posteriormente, la finca se transformó en "dominio por conversión", y como tal se inscribió en 1955. Por otro lado, también se tiene constancia de esta situación peculiar entre ambos municipios por el catálogo provincial de monte público publicado en 1978. Según este documento, la propiedad de Elche en Santa Pola ocupaba una extensión de 264,625 hectáreas.

No obstante, en la actualidad, y tras la instalación en la zona del cementerio y la estación depuradora de aguas residuales, la superficie catalogada es de 234,189 hectáreas (2,34 kilómetros cuadrados).