Antonio Hurtado de Mendoza y Suárez, quien ocupara el cargo de arcipreste de la basílica de Santa María durante 41 años, falleció ayer por la mañana en Aspe, una localidad en la que pasó sus últimos años de vida tras su jubilación y con la que tenía una gran vinculación familiar. Instantes después del fallecimiento, que se produjo en torno a las 11 de la mañana de ayer, se iniciaron los preparativos para que a las cuatro de la tarde pudiese abrirse la capilla ardiente en la basílica Nuestra Señora del Socorro de Aspe, donde a partir de las 12 de esta mañana se oficiará la misa funeral en recuerdo de quien llegó a ser prelado de honor de Su Santidad el Papa.

La noticia del fallecimiento de "don Antonio", como popularmente le conocían quienes mantuvieron algún tipo de vinculación con el sacerdote a lo largo de su longeva vida, corrió ayer como la pólvora entre los colectivos religiosos, culturales y festivos de Elche, en los que Hurtado de Mendoza destacó siempre por su vinculación activa. El que fuera rector de Santa María y miembro nato del Patronato del Misteri d'Elx, que ha fallecido a los 82 años de edad, abandonó su cargo como arcipreste en agosto de 2010 al considerar que era el momento oportuno para su jubilación.

Antonio Hurtado de Mendoza, de familia aspense y nacido en Alicante en 1930, cantó su primera misa en 1954. Fue párroco en Novelda desde 1964 y hasta 1969, año en el que llegó a Elche en calidad de rector de la basílica ilicitana y arcipreste de Elche, tras el fallecimiento de su predecesor.

Desde entonces, estuvo al frente del templo y del Arciprestazgo ininterrumpidamente, salvo en el curso 1989-1990, cuando se tomó un año sabático y fue sustituido de forma provisional por el entonces párroco de San José, Juan Galiana. Precisamente en esos años es cuando la Diócesis se divide en cinco vicarías y cuatro arciprestazgos, y el de Santa María pasa a englobar, además de la basílica, las parroquias de San José, San Juan Bautista, El Salvador y el Sagrado Corazón de Jesús.

Antonio Hurtado de Mendoza dejó su puesto como arcipreste de la basílica de Santa María hace dos años, en el mes de agosto, coincidiendo con el fin de las Salves en honor a la Patrona de Elche, la Virgen de la Asunción. El actual párroco de la basílica de Santa María, José Luis Úbeda, indicó ayer por la tarde que es probable que la misa en recuerdo del alma de Antonio Hurtado de Mendoza se celebre la próxima semana en Santa María, aunque es una cuestión que aún no ha sido concretada con los familiares del difunto sacerdote alicantino.

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Una intensa actividad religiosa y cultural

Hurtado de Mendoza desarrolló a lo largo de su vida una intensa actividad religioso-cultural, con la publicación de diversos artículos en los que ponía de manifiesto los valores religiosos de las tradiciones locales. Asimismo, Monseñor Hurtado de Mendoza fue el máximo impulsor del Museo de la Virgen de la Asunción, donde se expone el rico patrimonio histórico y artístico de la Virgen de la Asunción, que ha nacido con el ánimo de ser un centro de encuentro entre la fe y la cultura. En relación a su constante preocupación por los necesitados, destaca su actividad como Delegado Diocesano de Misiones, su apoyo a la actividad de la Casita del Reposo o su esfuerzo en la puesta en marcha de la casa de espiritualidad diocesana "Diego Hernández". El Ayuntamiento le dedicó hace unos años una calle. M. J. M.