La ermita de San Pascual se levanta de nuevo

En pleno barrio de El Toscar, y enclavada en medio de una zona verde, se ha comenzado a levantar la nueva ermita de San Pascual, una réplica de la que existió hasta hace seis años a sólo 50 metros de ese lugar, en un punto donde hoy se levanta un bloque de viviendas. Las obras comenzaron hace unas semanas y en la actualidad ya se aprecia la estructura teñida del gris de los ladrillos y delimitada por el vallado de seguridad, por lo que, si todo marcha sobre lo previsto, podría estar finalizada en breve.

La ermita, con una nave única rectangular y 58,35 metros cuadrados de superficie, cuenta con un presupuesto inicial de 17.680 euros, y viene a sustituir a otra que, según los especialistas, se construyó en el siglo pasado y que llegó a acoger bodas o bautizos. No obstante, en el momento de su demolición, el templo presentaba un desmoronamiento del 90% en su cubierta, mientras que en el interior se acumulaban los escombros y la basura, la tabiquería estaba destruida y la carpintería se había perdido.

El concejal de Ordenación Urbana e Infraestructuras, Vicente Granero, relata que, "hace ahora unos meses, entre todos los expedientes de Urbanismo que vamos descubriendo, detectamos que había un acuerdo de 2006 de la comisión especial de edificios protegidos en el que se fijaba que, tras el derribo de la ermita de San Pascual, los promotores del bloque de viviendas que se iba a levantar donde estaba situada tendrían que reconstruirla a 50 metros, pero no se había hecho nada en este tiempo".

Fue así como el Ayuntamiento le remitió el pasado mes de noviembre a la empresa constructora un requerimiento para que cumpliera con esa obligación pendiente, algo que ya se ha hecho efectivo, aunque fuentes municipales confirman que, finalmente, se ha hecho cargo de la ejecución del proyecto la propietaria de la parcela donde se enclavaba inicialmente. De hecho, el final de obra del bloque de pisos que ya está prácticamente acabado estaba condicionado a la terminación de este pequeño templo. "En su momento, la ermita estaba recogida en el Plan Especial de Protección de Edificios y Conjuntos del Término Municipal de Elche del Plan General de Ordenación Urbana, y se acordó que el plazo de ejecución fuera de doce meses, pero el tiempo fue pasando hasta ahora", algo que el edil de Ordenación Urbana e Infraestructuras atribuyó a la "dejadez" de los anteriores gestores municipales.

En cualquier caso, Granero asegura que los vecinos ya habían mostrado últimamente su interés en que se reconstruyera la ermita. Es más, según avanza, "el uso inicial de este edificio que se levanta en suelo municipal es el de ermita, aunque vamos a hablar con los residentes para que nos hagan propuestas y ver las posibilidades que puede tener".