El Juzgado de lo Penal número 1 de Elche ha condenado a tres años de prisión a una mujer de 62 años por un delito de conducción temeraria con manifiesto desprecio por la vida de los demás por conducir durante 35 kilómetros en sentido contrario por la autovía A-70, entre el peaje de Sant Joan y Elche, donde fue detenida por la Guardia Civil. La detención se produjo sobre las 2.15 horas del 23 de octubre, jueves de madrugada, después de que la conductora se cruzara con varios coches y camiones a quienes iba dando las largas, que tuvieron que ir esquivándola y que fueron llamando al teléfono de emergencias 112, que recibió al menos cinco avisos.

Según los hechos probados que se recogen en la sentencia, la mujer circulaba en sentido Valencia y cuando llegó al peaje de San Juan se dio la vuelta conscientemente y con claro desprecio por la vida de los demás comenzó a circular en sentido contrario, en dirección a Murcia. También recorrió por el interior el túnel de San Juan circulando por el carril de su izquierda (el derecho para los conductores que iban correctamente), sin hacer ademán de apartarse y manteniendo la trayectoria fija a gran velocidad, obligando al ocupante de un vehículo a hacer una maniobra brusca para apartarse al arcén derecho. Ese conductor declaró en el juicio y manifestó que temió claramente por su vida.

Los agentes de la Guardia Civil que finalmente lograron que la mujer se detuviera también declararon que habían tenido que circular a lo largo de un kilómetro en dirección paralela a ella (por el carril correcto) a unos cien kilómetros por hora con señales acústicas y luminosas a las que inicialmente no hizo caso. Uno de los guardias se adelantó y bajó de su moto en la mediana para hacerle señales con una linterna de frente, teniendo incluso que lanzarse a un lado para evitar ser atropellado, mientras que otro paraba el tráfico. De este modo lograron que la conductora detuviera el coche en el punto kilométrico 31,5 en el término municipal de Elche.

La mujer afirmó en el juicio que sabía que iba en dirección contraria, que se cruzó con camiones y coches que le daban las largas y que era consciente de que había puesto en peligro la vida de muchas personas. Sin embargo, mantuvo su trayectoria porque «se bloqueó». Por ello, el juez no ha apreciado que hubiera cometido un error, como planteaba su defensa. Además de la condena de tres años de prisión (el fiscal solicitaba que fueran cuatro años), a la mujer se le ha impuesto una multa de veinte meses con una cuota diaria de seis euros y se le ha privado del derecho a conducir vehículos de motor y ciclomotores durante ocho años, lo que comporta que pierde su carné de conducir y que, si transcurrido ese periodo pretende volver a hacerlo, tendría que volver a examinarse.