La Diputación de Alicante ha realizado recientemente unas obras de ensanchamiento de la carretera CV-861, a su paso por el límite entre el parque natural de El Hondo y los Carrizales de Elche, y los ecologistas han criticado esta actuación al entender que va a afectar negativamente a la fauna de ambos espacios naturales.

El Hondo cuenta con especies protegidas a nivel europeo, mientras los Carrizales es un espacio natural incluido en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana.

Según la Asociación de Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA), «con esta actuación esta carretera se convierte en una pista rápida que verá aumentada la ya alta velocidad de los vehículos que circulan por la misma».

Los ecologistas advierten de que atraviesa una zona de transición entre estos dos espacios naturales, los embalses de El Hondo y la red de azarbes y de cultivos de Carrizales, donde el cruce de fauna es frecuente, con el riesgo de que aumente los atropellos de animales salvajes.

Allí también acuden numerosos visitantes a observar aves al parque natural, así como las que recalan en los cultivos aledaños a esta carretera, añaden los ecologistas.

Recuerda AHSA que esta carretera esta construida sobre una vía pecuaria incluida en el Catálogo de Vías Pecuarias de la Comunidad Valenciana, denominada Sendera de Dolores, por lo que todavía es utilizada por cabras y ovejas con asiduidad, que son llevadas a pastar a los cultivos cercanos, por lo que el aumento del tráfico y de la velocidad derivado de estas obras afectan a los usos tradicionales de la misma.

Además, según AHSA, esta vía es asiduamente utilizada por tractores y camiones que realizan trabajos en los campos de cultivos lindantes con ésta y que además son muy numerosos los caminos de acceso, con el peligro que conlleva su incorporación a una carretera donde se circula a gran velocidad.

Esta organización ha presentado sendos escritos ante la Diputación de Alicante y la Conselleria de Medio Ambiente. Solicita que se adopten las medidas necesarias para reducir en lo posible el impacto del previsible aumento de la velocidad del tráfico, resultado de las obras de ensanche de esta vía. Proponen así la delimitación de un arcén ancho para la circulación de personas y ganado, señalética avisando del carácter de vía pecuaria de la carretera, de límite de velocidad de al menos 50 kilómetros por hora y de aviso del riesgo de atropello de fauna.