Más espacio para destinarlo a los nuevos deportes urbanos. Es la máxima en la que coinciden quienes practican diferentes disciplinas que tienen en común el desarrollarse en plazas y espacios abiertos de Elche. Y es que aficiones como el street workout o el jugger han surgido con fuerza y se han unido ya a una práctica tan urbana y arraigada como el skate.

Así, si hace unos años este último era casi el único movimiento urbano que despertaba la curiosidad entre los más jóvenes, hoy en día su empuje compite con el de otras disciplinas que van ganando adeptos y que requieren de espacios públicos que ya se quedan pequeños para la gran cantidad de usuarios.

Uno de los deportes más novedosos que puede encontrarse en las calles y plazas de Elche es el jugger. Su presencia en los espacios públicos es accidental. Así, esta disciplina, que combina elementos del hockey, el rugby y la esgrima, está pensada para desarrollarse sobre césped -natural o artificial-, al menos, es así como se desarrollan los encuentros oficiales a nivel nacional.

No obstante, en los cuatro años que lleva este deporte arraigado en Elche, los entrenamientos se venían desarrollando en las pistas que algún colegio cedía por las tardes, pero que, debido a un endurecimiento de la normativa este curso, ha impedido de momento esta temporada al Elche Jugger Club poder optar a un espacio para realizar los entrenamientos, como señala el presidente del colectivo, Daniel Gamuz.

Ello explica la presencia de los jóvenes que entrenan, de entre 15 y 25 años, principalmente en calles sin tráfico y, en ocasiones, en algunas plazas. Y ello no ha pasado desapercibido para algunos ilicitanos, ya que la indumentaria, con sticks y protecciones, suele despertar la curiosidad del público.

El presidente de la Asociación Alicantina de Jugger, Miguel Ángel Ruiz, explica que en la provincia hay varios clubes que han quedado en puestos destacados a nivel nacional, como los de Almoradí y Santa Pola e incluso hace algunos años uno de Elche.

El secretario del Elche Jugger Club, Jose Antonio Araquistain, explica que actualmente hay unos 40 jóvenes entrenando en esta agrupación en la ciudad y que el número no deja de crecer.

Un deporte que sí nació para practicarlo en espacios públicos es el «street workout», una disciplina que, con influencia de la gimnasia deportiva, utiliza barras y equipamiento de parques y plazas y que en Elche se encuentra concentrado en las instalaciones de la ladera principalmente.

Un espacio que se comienza a quedar pequeño debido al número cada vez mayor de usuarios, según coincidieron en expresar algunos de ellos. Así, en hora punta o e máxima afluencia -a media tarde- en la zona se pueden juntar más de treinta personas. «Casi hay que hacer cola para usar las barras», apuntó un usuario.

Y es que junto con el «street workout», en la zona también hay quienes practican otras disciplinas relacionadas, como artes circenses donde se añaden al equipamiento de calle sus propios utensilios, como anillas.

Uno de estos jóvenes es Pablo Gañón, que destaca lo beneficioso de este tipo de práctica. «Es un tipo de actividad diferente al gimnasio tradicional. No se trata de muscular, sino de controlar tu cuerpo», señala. Además destaca el ambiente de compañerismo que se desarrolla, ya que la gente suele preguntar por posturas correctas. De hecho, como apuntan los seguidores del «street workout, lo más común es «aprender viendo a los demás e intentando hacerlo tú después».

Por otro lado, otros que ven que las instalaciones se quedan pequeñas en el centro son los skaters usuarios del skate park del parque deportivo. Además, según apuntan, las instalaciones de la ciudad deportiva están bastante abandonadas, según precisaron.

Y en el caso de las del centro, «el espacio es el que es, pero lo cierto es que cuando se hace de noche, lo que ocurre temprano ahora que llega el invierno, no se puede usar porque la luz que hay no es propia de una instalación deportiva. Hay una farola normal que casi no alumbra», señalaron.

Además, otra de las reivindicaciones de los usuarios es la limpieza más habitual. «Hay que ir apartando dátiles y piedras que pueden causar caídas», expresaron.

Y por último, también apuntaron que echan en falta algún tipo de cartel informativo de que se trata de una instalación deportiva para la práctica del skate. Así, según relataron es frecuente encontrar a niños que incluso los traen sus padres y «no vienen a patinar. Simplemente se sientan dentro del entorno o incluso tras una rampa», lo que hace que quienes están practicando skate no puedan usar las instalaciones, al temer hacerle daño con la tabla a algún pequeño. «Parece que no importa que al lado tienen un espacio aún mayor para estar sentados», apuntaron.